SADELAS
Sociedad Amigos de la
Salud
FARÁNDULA y CLASES
SOCIALES
Manuel C. Martínez M.
La ley de simetría pertenece al área de la Física; según ella, por citar un ejemplo, lo que ocurre dentro de la primera decena de los números arábicos, ocurre en su segunda, en sus tercera y última de la primera centena. Esta constancia de simétricas ocurrencias reaparecen en la segunda centena, y en las tercera y última del primer millar. Y así, sucesivamente, hasta los prácticamente inabarcables números del infinito ora positivo, ora negativo.
Dicha ley viene al pelo en lo que al ejercicio farandulero se refiere. Allí, en los escenarios de las televisoras del mundo clasista, la novelesca con sus dramas y tragedias, sus documentales y fantasías, suelen reservarse a los artistas humildes los papeles más despreciables que esa misma sociedad así los tiene connotados.
Los trabajos rudos, el de las faenas sucias, de los estercoleros etc., los dignos oficios que en estas sociedades han practicado los estratos sociales más despreciados por todos (con inclusión de los mismos pobres) son precisamente los papeles que les reservan a todo pichón de artista y a todo profesional incipiente que carezca del apadrinamiento chantajista y ventajista que caracteriza a esos centros empresariales.
Los cargos de presuntuosa
importancia, simétricamente, son preotorgados oligárquicamente a todo
protagonista que a esa farándula se asome, sin mediar para nada la capacidad
histriónica y pseudoartista en cuestión, con tal de pertenecer a la clase de los
<<escuálidos>> (1).
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(1) Calificativo acuñado por el Presidente de Venezuela, T.C.: Hugo R. Chávez F., con el que significó ese grupúsculo de ciudadanos carentes de conciencia propia, de valores morales y de sentido patriótico y nacionalista; suerte de sicarios ideológicos sociales al servicio del dinero fácil sin importarles su procedencia.
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