SADELAS
Sociedad Amigos
de la Salud
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Manuel C. Martínez M.
HOLÍSTICA
del SER HUMANO
La Biblia contiene la versión demográficaennte más conocida en occidente acerca de la
inextricable madeja de relaciones ciclopolivalentes donde se halla laberíntica y
atormentadamente inmerso el ser humano. Allí, supuestamente, las cosas, los animales y los
entes celestiales y terrenales, acuosos, plasmáticos, sólidos, radiales, tanto inmuebles como
semovientes, fueron creados separadamente los unos de los otros, inclusión hecha del hombre
y la mujer quienes son presentados como seres originalmente excluyentes.
Toda una descripción metafísica muy apropiada para que los hombres, desde siempre, hayan
reinado e imperado sobre todo lo demás que se halle fuera de sí: De las tierras, de las aguas,
del espacio, de los animales en general, e inclusive, de los hombres mismos en la medida
que unos sobrepujen de alguna manera a los demás, dentro de la más ciega pareadigmaticidad
imperante.
Tal vez, cuando Aristóteteles y Fernando VII declararon que los esclavos e indígenas eran
animales parlantes (de otra lengua incomprensible para sus esclavistas y conquistadores,
respectivamente) se habían apoyado en semejantes y desestructuralistas versiones. Sadelas
infiere que todo ese <<misterio>> etológico, ecológico, sociológico y teológico , más bien,
ha sido una correcta y dialéctica versión, salvo que está todavía circunscrita al micromundo de las
relaciones inmediatistas o cortoplacistas.
Explicamos: Cuando Pedro, o Peter, después de conocer a sus padres, suele hacerlo con sus
amigos de juego o de estudio; conoce y se relaciona con los amigos y familiares de esos
padres suyos. Y posterior o simultáneamente, Pedro, al mirar hacia arriba, se relaciona
visualmente con el casco celeste, y más adelante conoce las aguas y las cosas que
vaya tocando y oliendo, degustando y observando.
Y el punto es que, esas relaciones de Peter y de aquellos con quienes y con lo que él interrelacionan,
no se reducen, ni en menos, a las que intrincadamente ellos observan que van inmediata y
enmarañadamente entrejiéndose, si caemos en la cuenta que más allá del perímetro de nuestras
relaciones con, pongamos por caso, de un amigo lejano, se hallan las particulares relaciones de éste,
a manera de una segunda y translúcida e interpenetrable burbuja social que amplifica el radio de
interrelaciones del primer sujeto. digamos ques e trata de amistades y metamaistades,
de relaciones y metarrelaciones de segundo, tercer o más grados.
Y ese amigo lejano y periférico puede ser un agricultor que convive con animales e instrumentos
varios muy diferentes a los conocidos por Pedro, pero que aquél los tiene como parte de su
entorno íntimo (de primera mano o de pr. grado), de su personalísima y estrecha burbuja
cognoscitiva. En adición: Usted se relaciona con su bodeguero, éste con su proveedor,
quien lo hace con los banqueros y estos con los burócratas del caso; y así ad infinítum.
Este proceso de burbujeo societario in crescendo, donde unas burbujas comprenden las de su
interior, de la manera más matrioshkal concebible, convierte al mundo, a la Naturaleza y
a todos los seres humanos en una multirred de inextricable alcance, y que, de resultas, pasa a
convertirse en la más inasequible tarea programable por el hombre.
Modernamente, a esa madeja de relaciones invisibles e incognoscibles, superpuestas,
yuxtapuestas e interpenetradas, a las que no solemos dar la importancia que le damos
a otras por ser más próximas y más tangibles , damos en llamarla: Holística de la Naturaleza
y del hombre.