SADELAS 

Sociedad Amigos de la Salud

Manuel C. Martínez M. 

GUERRA CIVICOMILITAR INTRACLASISTA 

Entre las características más innovadoras del presente proceso revolucionario venezolano, para nosotros y para el mundo, está la toma, por parte del gobierno nacional,  de una estrategia alto sui géneris. Esto  significa la gestación  de  una  guerra dentro de la propia clase opresora, provocada por su desconcierto frente a un gobierno que, como jamás se ha conocido, las ofensas del enemigo las devuelve con flores, los ataques y sus calumnias, con amor.

De un gobierno que se trazó como precipua disciplina no caer en las provocaciones de quienes no tienen la razón. Esta clase, que va derechito a su propio entierro con su pesado cortejo fúnebre, con sus propios sepultureros y sus endógenos gérmenes de autodestrucción, ya comenzó a fragmentarse, a enredarse babélicamente en una competencia de líderes improvisados, que ya se mueve del  timbo al tambo. Su camino  hacia esa guerra prende divinamente en un grupo social de por sí desestructurado , y donde siempre ha privado el sectarismo , los egoísmos propios de la competencia por el dólar para mí, por mí y sólo para mí.

 Es una guerra emprendida como fiel reflejo de ese permanente estado beligerante  detentor de un arsenal mercantil que se dinamiza gracias al fiel cumplimiento de la máxima Ley de oro de sus  contendientes: Máxima ganancia, con cargo al monopólico control del mercado con inclusión de familiares y amigos;  y mínimo costo de producción, a punta de ínfimos mínimos salarios, mezquindad en los precios de compra y manejo amañado de toda la contabilidad leguleyizada por sus escribas abogaciles y contables de confianza.

Tal es el escenario donde la lid por la supervivencia de quienes lo han perdido todo, van a la quiebra económica, social e ideológica, enfrascados, como se hallan, en una extraña, peculiar e inevitable guerra cívico- militar interclasista.

 

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