Recomendación: Para entender la historia debes haber leído como mínimo los capítulos 10, 11 y 12 de "Atrévete a aceptarlo".




RANMA1/2
Atrévete a Aceptarlo NEXT


Capítulo #13:

"No todo tiene
respuesta"




Original de Rumiko Takahashi
Fanfic escrito por Felipe Torres entre diciembre del 2001 y enero del 2002





	Cinco años habían pasado desde esa recordada Navidad. Una hermosa joven de
pelo largo, amarrado con un prendedor en forma de flor, está incada enfrente de una
lápida en el cementerio. En sus brazos, llevaba un cerdito negro.
	- Ryouga, te traje estas flores. Aunque nunca supimos qué pasó contigo ni
cuando ocurrió, siempre te visitamos en esta fecha todos los años, pues este fue el
día que nos vimos por última vez.
	De pronto, un joven con un niñito en brazos se acerca a la joven.
	- Es verdad, Akane. Pero recuerda que no sólo eso pasó ese día.
	- Ay, Ranma - se sonroja -. No enfrente del niño.
	- ¿De Kotaro?. ¿Y por qué?.
	- ¿Qué pasa, papito?.
	- Lo que pasa es que tu mamá es una vergonzosa. Hace cinco años, en un día
como este, le dije que la quería y le regalé ese prendedor. Pero, en verdad, el regalo
de tu madre fue mucho mejor.
	- ¿Cuál, el beso?.
	- Cual otro, tontita - y la besa.
	- Ya, no sigas. Mejor vámonos que las visitas llegarán en un rato más a la
casa.
	- Pero primero, vamos a visitar a tu mamá, Akane.
	- Por supuesto.
	Y toman el camino a la tumba de la mamá de Akane.
	- Oye, mamá. ¿Y quienes vendrán?.
	- Aparte que estarán tus abuelos, tus tías Kasumi y Nabiki, y tu tío Happousai,
vendrán tu madrina Ukyou, los Kuno y muchos más.
	- Cómo me hubiera gustado que el padrino de Kotaro hubiese sido Ryouga - dice
Ranma.
	- Es verdad, pero creo que Tsubasa lo hará bien, ¿no crees?.
	- Si tú lo dices - murmura sarcástico.
	- Ah, ¿sabías que hoy en la mañana nos llegó una postal de Shampoo, Mousse y
la abuela?...
	En ese instante, comenzó levemente a nevar.


Así quedó el final de "Atrévete a Aceptarlo", después de 12 largos capítulos... Pero, ¿no creen que quedó algo pendiente?... ¿Por qué se fue Ryouga, qué pasó con él?... ¿Es verdad que todo lo que soñó Ranma sobre la muerte de Akane no fue una simple pesadilla?.

Estos temas se abordarán en este capítulo.


I


	"No siento nada, no tengo cuerpo, no sé qué pasó con él... No sé cuánto tiempo
ha pasado desde entonces, aquí la noción del tiempo no existe... Aquí nada existe... y
si aquí nada existe, ¿qué hago acá?... Quizás no existo... ¿Este será el paraíso?. No
era cómo me lo había imaginado".

	Después de haber dejado unos claveles en la tumba de su madre, Akane junto con
Ranma y su hijo Kotaro se dirigen camino a casa, al dojo Tendo, para preparar las cosas
para la Noche Buena. Se cubrían con un paraguas que llevaba Ranma.
	Se veían contentos. Akane apoyaba su cabeza en el hombro de Ranma, con una mano
rodeaba la cintura de su esposo y la otra se apoyaba en los hombros de Kotaro. Ranma,
por su parte, con una mano tomaba el paraguas tratando de cubrirlos y con la otra rodeaba
la cintura de su esposa.
	Eran una familia feliz. Sin embargo, no se imaginaban que esta felicidad no sería
eterna.
	Ranma, comparado con el de hace 5 años atrás, tenía un poco más ancha la espalda
y el torso, ni hablar de sus músculos, estaban mucho más definidos; ya era todo un hombre.
Akane seguía igual, algo más pansona (pero no precisamente por comer...).
	Ranma había olvidado por completo esa terrible pesadilla de hace cinco años, esa
que hizo posible que se decidiera a declarársele a Akane, esa terrible pesadilla que
parecía tan real, como si de verdad hubiera pasado... Siempre pensó así, sólo fue una
terrible pesadilla.
	Bueno, para él eso quedó en el pasado, ahora en el presente era feliz y era
parte de una hermosa familia.
	Al llegar a casa, Kotaro entra corriendo como todo niño. Al ingresar se quita
los zapatos y recorre la casa. Se encuentra con Genma y Sound que estaban jugando shogi,
como siempre, en el pasillo que daba al patio. Estos cinco años no habían pasado en vano 
para ellos, ya se notaban líneas de expresión más pronunciadas en sus rostros y algunas 
canas en el cabello de Tendo.
	- ¡Ya llegué tatas!.
	- Hola Kotaro-chan - responden al unísono sin despegar la vista del juego.
	- Saotome, ¿no siente algo raro cuando Kotaro lo llama "tata"?.
	- ¿Cómo a qué se refiere, Tendo?.
	- ¿No se siente... viejo?.
	- ¡¿Viejo yo?!. Por favor, no me haga reír. Me siento de maravilla - contesta
poniéndose de pie tratando se sacar bisceps de su brazo derecho. Además, intencionalmente
con su pie derecho pasa a llevar el tablero revolviendo todas las piezas.
	- ¡Saotome, qué hizo!. ¡Yo estaba ganando!.
	- Lo siento Tendo. Fue un accidente - se trataba de disculpar poniéndo cara de
estúpido.
	- Está bien, juguemos otra partida. No vamos a pelear en el día de Noche Buena -
se lamenta Tendo resignado, ordenando las piezas nuevamente siendo ayudado por su amigo y
compadre.
	El niño llega a la cocina donde Kasumi preparaba el almuerzo. Ella al sentir la
presencia del niño voltea a saludarlo.
	- Hola, así que ya llegaron Kotaro-chan.
	- Sí tía Kasumi, recién. ¿Qué hay para almorzar?. Me muero de hambre - decía el
niño tratando de encaramarse en la cocina.
	Kasumi lo toma de la cintura y lo abraza, levantándolo para que pudiera ver lo
que preparaba.
	- Tallarines - responde Kasumi revolviendo con la cuchara con su mano derecha y
con la otra sostenía a su sobrino. El chico se abraza del cuello de su tía.
	- ¡Ay, qué rico!. ¡Me gustan mucho los tallarines! - exclama Kotaro sonriendo.
	- Eres igual que tu padre. Siempre tiene hambre.
	Era un niño muy alegre, cariñoso y extremadamente vivaz, recién había cumplido
los 4 años. Ranma y Akane se pusieron de novios hace cinco años en el día de Navidad y
se casaron el 1 de febrero del próximo año, y Kotaro nació el 15 de diciembre, de pura
casualidad o, mejor dicho, un simple descuido.
	No crean que Ranma y Akane no tuvieron tiempo de disfrutar completamente su
matrimonio. Gracias a la ayuda de sus tías Kasumi y Nabiki (cuando tiene tiempo debido
a la universidad), y a sus padrinos Ukyou y Tsubasa (que ya no se hacía pasar por mujer
debido al mal ejemplo que le podía dar a su pequeño ahijado, con el padre era más que
suficiente), Ranma y Akane pudieron disfrutar de su vida de pareja y a su hijo sin
mayores poblemas.
	Es por eso que Kotaro está tan encariñado con sus padrinos y, especialmente,
con sus queridas tías. Además, así Akane y, especialmente, Ranma han aprovechado sus
salidas en viajes de entrenamiento, de vez en cuando. Digo que Ranma especialmente
porque Akane siempre está tiene la mente en otras cosas mientras están fuera, como por
ejemplo qué hacer de comer y si a Ranma le gustará, o si se pasará la tienda de campaña
si llueve, o incluso cómo estará Kotaro al cuidado de sus tías o padrinos. En cambio,
Ranma sabe que su hijo está en buenas manos y de la comida... bueno, siempre teme que
Akane no mezcle ciertos ingredientes, que por separados saben como los dioses pero si
se juntan saben a demonio.
	Al igual que su padre cuando era niño, Kotaro tiene el pelo amarrado en una cola
y su parecido con la familia era una increíble mezcla entre Ranma y Akane. Claro que en
su apetito, salió igualito al papá.
	La tía Kasumi seguía igual, lo único que su cabello ya no lo sujetaba con un
moño, lo tenía suelto todo el tiempo. Lo tenía muy largo, le llegaba más abajo de las
caderas.
	- ¿Dónde está mi tía Nabiki?.
	- Había estado estudiando en su habitación. Pasado mañana tiene un exámen y se
está preparando para que le vaya bien. Supongo que se debe haber desocupado ya.
	Kasumi baja a Kotaro al suelo y éste sale de la cocina y se va corriendo hacia
las escaleras.
	- Gracias tía.
	- No corras por la casa. Te puedes caer - Kasumi vuelve a preocuparse por el
almuerzo, revolviendo los tallarines sonriendo muy contenta -. Insisto, es igual a su
padre.
	Kotaro sube corriendo al segundo piso, cuyo destino era la habitación de su
otra tía, la codiciosa y ambiciosa (aunque con él no lo era), la calculadora, la
estudiosa y matemática, pero la que más bien le caía; Nabiki.
	Insisto, como cualquier niño pequeño, entra sin llamar a la puerta, corriendo
y saltando sobre la cama donde estaba su tía Nabiki recostada, tapando su rostro con
la almohada.
	- Hola tía. Préstame dinero, ¿sí?.
	- ¿Y para qué sería, Kotaro-chan? - dijo la voz cansada de su tía, algo apagada
por la almohada.
	- Quiero una soda, tengo mucha sed.
	- Toma - dice Nabiki pasándole dos monedas de cincuenta yens (no sé si existen,
pero bueno) -. Una para mí también.
	- Gracias tía linda. Le diré a mi mamita si me puede acompañar.
	El niño sale corriendo de la habitación. Nabiki, muy cansada y soñolienta, se
saca la almohada de su rostro y se sienta en la cama. Tenía hecho dos moños en el pelo,
uno en cada lado, como cuando era niña. Vestía pantalones cortos y una polera amarilla.
	Se pega un buen bostezo antes de abrigarse un poco, debido al frío que empezó
a sentir.
	- No debí haber estudiado toda la noche. Ahora andaré con sueño todo el día...
Grandioso.
	Kotaro había llegado nuevamente a la cocina donde estaba su madre. Al verla con
un delantal de cocina y ayudando a Kasumi, se para en seco y se horroriza. Ya saben,
los niños pequeños son especialistas para expresar sus emociones.
	- Mamá, ¿estás muy ocupada? - pregunta con temor.
	- Estoy ayudando a la tía Kasumi a tener listo el almuerzo. ¿Por qué hijo?.
	- Es que mi tía Nabiki me mandó a comprar algo - el chico es listo,
si decía que también compraría una para él no lo dejarían -. Acompáñame, ¿sí?.
	- Estoy ocupada, dile a tu papá que vaya contigo. De seguro está holgazaneando,
como siempre.
	El niño hizo una mueca y se marchó desilusionado de la cocina. "A papá no le va a
gustar esto".
	- Adoro a Kotaro-chan - comenta Kasumi -. Es tan clarito para hablar y es tan
despierto e inteligente. Y apenas tiene 4 años.
	- Dudo que Ranma haya sido así a su edad. Por lo que contaba el tío Genma, no
hacía más que llorar y llorar.
	- Debes pensar que en ese tiempo recién lo habían separado de la tía Nodoka. De
seguro la echaba de menos.
	- Es verdad... Hablando de ella, ¿tú sabes si vendrá este año?.
	- Yo creo que sí. Desde que tu boda con Ranma no ha faltado a ninguna reunión
familiar. Además, tomó muy bien cuando supo que su hijo sufría de la maldición. Al que
todavía no perdona por completo es al tío Genma, por eso es que no lo ha dejado volver
a su casa aún.
	- Pero este último tiempo se han llevado bien. Yo creo que no falta mucho para
que lo acepte de nuevo en su casa.
	Mientras las hermanas seguían conversando, Kotaro, algo preocupado, encuentra a
su padre quien estaba mirando como los "tatas" jugaban shogi.
	- Papá, acompáñame a comprarle algo a la tía Nabiki.
	- Sí, ya voy - en eso, Ranma voltea para ver a su hijo y nota preocupación en su
adorable rostro -... ¿Te pasa algo hijo?.
	- Sip... Acércate un poco.
	Ranma acerca su oreja para que su hijo le contara lo que le inquietaba.
	- ¿Que tu mamá está ayudando en la cocina? - le pregunta Ranma, muy sereno por
cierto.
	- Sí... Me dolerá la pansita - decía el niño mientras se tocaba
la boca del estómago.
	- No te preocupes hijo. Ya se me ocurrirá algo, no te preocupes - le decía Ranma
acariciándole el cabello -. Ve a la puerta y ponte los zapatos, te alcanzaré en seguida.
	El chico se fue caminando, ya algo más tranquilo. A Ranma le cae una gota de su
cabeza y comienza a preocuparse.
	- Qué buen padre eres Ranma - comenta Genma sin despegar los ojos del tablero.
	- Es increíble como mantuviste la calma frente a Kotaro-chan - prosigue Tendo con
la misma actitud que su compadre.
	- Soy el padre de Kotaro y debo comportarme como tal - comenta Ranma poniéndose
de pie -. No debo cagarme del miedo enfrente de él, qué pensará de mí cuando crezca y
piense que su padre le tiene miedo a la comida de prepara con tanto esfuerzo su mamá -
estaba perdiéndose de vista cuando se voltea para ver a los "tatas" -. Y por favor...
no le digan Kotaro-chan. Él está destinado a ser un gran luchador de artes marciales y
no quiero que lo mimen con esas niñerías.
	- Creo que ya es demasiado tarde, Ranma. Tú eres el único que conozco que no lo
llama así - contesta Tendo.
	Ranma hizo caso omiso y desaparece de la vista de los tatas, quienes siguieron
jugando como si nada hubiera pasado.
	En una máquina compraron las sodas. Kotaro empieza a tomarse la suya al
momento de volver a casa y Ranma llevaba la bebida de Nabiki. Había cesado de nevar.
	- Oye, tanquilo. No te la tomes tan rápido. ¿Es verdad que tu tía Nabiki te
pasó el dinero para que te la compraras?.
	- Siempre lo hace - contesta con la boca llena de bebida.
	- Ya te dije que te calmaras.
	- Es que si mi mamá me ve tomando bebida antes del almuerzo...
	- No te preocupes por tu mamá. Recuerda que yo soy tu padre.
	- A eso me refería.
	Y el pequeño niño siguió tomando apresuradamente su bebida mientras Ranma
prefirió quedarse callado. "Si no le pongo freno a éste será un insolente cuando sea
grande... Esto pasa porque lo consienten demasiado".
	- Qué te parece si después de almorzar entrenamos un poco, hijo.
	- Bueno papá.

	Al llegar a la casa, Nabiki ya se había duchado. Su sobrino le entrega la
bebida, quitándosela a Ranma de las manos porque "él" y nadie más que "él" podía
entregársela a su querida tía.
	- Aún no entiendo por qué Kotaro quiere tanto a Nabiki - se pregunta Ranma
muy bajito para que nadie lo escuchara.
	En eso llegó Happousai vestido de ladrón, cargando a cuestas una enorme bolsa
llena de prendas íntimas de mujer.
	- Qué buen botín. Hoy me fue de maravilla... Hola Kotaro-chan.
	- Hola tío Happousai - saluda el niño sonriente.
	- Mira Kotaro-chan, hoy conseguí prendas muy finas - dice el viejo maestro,
que seguía igualito, abriendo la bolsa.
	- Un momento Happousai - lo detiene Ranma quitándole la bolsa -. No dejaré que
le des mal ejemplo a Kotaro.
	- ¡Cómo te atreves a tratar así a un pobre viejo!. ¡Devuélveme mis tesoros!.
	- Tesoros una mierd... - y mira a Kotaro que lo observaba fijamente con tierna
expresión -... u-usted me entiende.
	- Está bien, está bien. No se los mostraré, pero devuélvemelos - suplica el
viejo soltando lágrimas de cocodrilo.
	Ranma se las da resignado y el viejo sale corriendo dirigiéndose directamente
a su habitación.
	Rato más tarde, se sirvió el almuerzo. Akane había preparado una ensalada de
lechuga y Kotaro estaba obligado a comer aunque fuera un poco, a pesar de la súplica
de todos. "Es mi hijo y yo sé lo que es mejor para él", eso era lo que decía Akane
todo el tiempo.
	Aunque Akane había mejorado "algo" en la cocina, aún no era seguro que su
mano fuera lo suficientemente saludable para el niño, sí para Ranma quien siempre
se comía la ensalada que dejaba Kotaro, claro, después tenía que soportar los dolores
de estómago. En todo caso, no eran tan fuertes como los que sufría años atrás.
	Pero Ranma tenía un plan. Mientras comían, empezó primero por tomarle la mano.
Akane le sonrió y siguió comiendo. Luego, con sus dedos empezó a gugar con los de ella
y Akane le siguió el juego muy divertida. Ese momento lo aprovechó Kotaro para esconder
las hojas de lechuga de su plato en una bolsa plástica que le había pasado su padre.
Luego, para no sentirse tan culpable, el mismo Ranma se las comería.

	Akane ya no podía comer más, había dejado un poco menos de la mitad de los
tallarines.
	- Akane, es mejor que comas. Recuerda que ahora tienes que comer por dos.
	- Sí Ranma, ya sé que es por el bien del bebé - responde acariciando un pequeño
bulto que le sobresalía en el abdomen -. Pero es que estoy satisfecha.
	Como Akane usa ropa ancha la mayor parte del tiempo (vestidos o pantalones
anchos), no se le notaban los ya cuatro meses de embarazo de su segundo hijo.
	- Ya era hora que planearan tener otro hijo - dice Genma.
	- La verdad es que con la sorpresa que nos llevamos con Kotaro, decidimos
cuidarnos durante este tiempo - responde Akane -. Pero Kotaro ya tiene cuatro años y
no nos gustaría que creciera sin un hermanito.
	- O hermanita - interrumpe Ranma -. ¿Podría ser, no?.
	Akane le sonríe y se besan cortito, debido a que les dio un poco de vergüenza
hacerlo delante de todos. Mientras tanto, Kotaro se regocija muy contento degustando la
deliciosa comida de su tía Kasumi sin tener que comer las horribles ensaladas de su mamá.




II


	Después que Ranma se comiera la ensalada que le había guardado su hijo y de
decirle que más tarde entrenarían juntos, el joven padre va a la habitación de Akane y
de él, ahora que están casados, a tomar una pequeña siesta. Es increíble como la vida de
casados hace al padre en una persona perezosa en un día "festivo"... Bueno, no todos los
padres son así, si alguno está leyendo esto no se sienta ofendido, para nada. Sólo estoy
tratando de expresar que Ranma, desde que se casó, toma siestas en las tardes, pero TODAS
LAS TARDES; claro, siempre que no tenga algo REALMENTE importante que hacer.
	En todo caso, se volvió más perezoso cuando tocó el cielo. Cinco meses después
que naciera Kotaro, Ranma y Akane participaron en un torneo nacional de artes marciales,
donde además participaron varios conocidos de ellos y otros luchadores reconocidos
mundialmente, ganadores de títulos internacionales, olímpicos y cosas por el estilo. Sin
embargo, faltó poco para que el torneo resultara un mero trámite para Ranma. Sus rivales
más difíciles fueron la misma Akane en tercera ronda (él no quiso ser muy duro con ella
por razones obvias, por más que ella le rogó que tratara de pelear en serio), Tofu Ono
en los octavos de final (sí, el mismo doctor Tofu que conocemos) y un tal Uukog (que en
realidad no era su nombre, pero él se autodenominó así para no dar a conocer su nombre
en público por razones que aún son desconocidas) en la final, batalla que presentó algún
problema para el campeón.
	Los otros representantes del dojo Tendo, Sound y Genma, salieron tempranamente
del torneo, al igual que Ukyou(por razones personales) y Mousse. La bella Shampoo, en
cambio, llegó a la tercera ronda perdiendo con su bisabuela Cologne. La vieja maestra
eliminó al otro viejo maestro, Happousai, en cuartos de final, pero Uukog la eliminó en 
la semifinal, librando la mejor pelea del torneo; por lo menos así la catalogaron los
jueces. La verdad se esparaba una gran final, ya que el tal Uukog había eliminado a la
mayoría de los favoritos y a Cologne, la gran vieja maestra, pero al final terminó siendo
casi una decepción; Ranma estaba en un nivel bastante superior.
	En resumidas cuentas, el torneo fue un gran éxito, ya que los organizadores y
los espectadores y televidentes se mostraron muy satisfechos debido al nivel que mostraron
algunos peleadores que tenían antecedentes de sobra que le dieron atracción al torneo con
sus avanzadas técnicas, como Happousai y Cologne, que les sirvió como un honroso retiro a
ambos del mundo competitivo de las artes marciales; por el numeroso grupo de jóvenes que
asisitieron y del gran nivel que mostraron, como Shampoo, Akane y, obviamente, Ranma;
además, aunque fue la despedida de viejos y grandes luchadores, también se descubrieron
nuevos talentos a nivel realmente competitivo, como Ranma, el doctor Tofu y el tal Uukog,
prácticamente desconocidos, en especial los dos últimos.
	De ahí en más, Ranma se llenó de fama y gloria, ganando cuanto torneo se le
ocurriera ganar, pero decidió frenarse por varias razones: ya era reconocido mundialmente
como el mejor; estaba dejando de lado a su familia, especialmente a Akane y a Kotaro, y
ya no había nadie que le pudiera hacer collera. Desde que murió Ryouga, Ranma se sintió
algo "solo" en ese sentido. Así que solamente se dedicó a entrenar junto con Akane, y no
muy seguido, pero cuando lo hacían (no piensen mal) le daban duro. Debido a esta triste
"desaparición" de Ranma, Uukog se convirtió en el luchador de artes marciales más famoso
en el mundo a sus 44 años de edad (viejo comparado con Ranma pero muy joven comparado con
Happousai).
	No sé si sea así, pero Ranma se volvió un tipo, a parte de perezoso, conformista.
Aunque es entendible, ahora el está casado y es padre de familia. Además, al dojo Tendo
le empezó a ir muy bien, pero no precisamente por la decepcionante participación de Sound
y Genma, quienes no han vuelto a entrenar desde entonces y se dedican exclusivamente a la
parte administrativa de dojo, secundados por Nabiki, mientras que Akane y, principalmente,
Ranma se encargan de instruir y enseñar a sus fieles y pequeños discípulos (sí, enseñan a
niños entre 3 y 13 años, por ahora solamente), entre los cuales se encuentran Kotaro y
Kana (la pequeña hija de Ukyou y Tsubasa, de 3 años). Ellos dos son los menores de su
clase, pero eso no significa que sean los más débiles.
	Oh, parece que me pasé recordando un poco del pasado, pero se me había olvidado
aclarar eso: Ukyou se casó con Tsubasa. Es verdad, cuando Akane estaba esperando a Kotaro
Tsubasa ya se había dejado de vestir como mujer durante todo el tiempo y se dedicaba a
tratar de conquistar a Ukyou como hombre, cosa que le resultó porque cuando nació Kotaro
ellos ya estaban juntos. Por eso que Akane se decidió por Tsubasa, porque Ranma había
elegido a Ukyou como madrina del niño y eso era definitivo (ustedes saben como es Ranma
cuando se trata de Ukyou).
	Sin embargo, debido a una actitud irresponsable por parte de ambos, no pasó mucho
tiempo para que Ukyou se quedara embarazada de Tsubasa y tuvieron que casarse para evitar
problemas "familiares" (ustedes entienden, ¿no?).
	Y al igual que Ranma con Ukyou, Kotaro y Kana son amigos. Es más, Ukyou había
pensado en comprometerlos. Tsubasa estuvo de acuerdo, pero Ranma y Akane se negaron y
"ordenaron" que eso era decisión de los niños cuando sean mayores... Por qué será.
	¡Waaaaaaaa!. Otra vez se me pasó la mano hablando. Bueno, AHORA SÍ, volviendo
a la historia actual, Ranma tenía algo de malestar estomacal debido al raro aliño de la
ensalada de lechugas que preparó Akane al almuerzo, ¿recuerdan?. Se preguntaba si iba a
poder dormir algo con el leve pero molesto dolor. Pero, como ya conocemos a Ranma, no le
dio mayor importancia y se recostó lentamente en la ahora "cama matrimonial" que estaba
en la habitación de Akane, que actualmente es de ambos. Se preguntarán en dónde duerme
Kotaro. Desde que cumplió los 3 años tiene una habitación para él solo, la que antes era
de los Saotome ya que Genma duerme ahora en la habitación de Sound... Cómo me gusta esto,
nuevamente me desvié del tema principal, no hay remedio conmigo.
	Ahora sí, DEFINITIVAMENTE, volviendo a la historia, Ranma concilia el sueño con
dificultad, pero ya saben, cuando lo consigue no hay nadie que lo despierte que no sea el
gran mazo de su señora esposa.
	Una cosa es que haya conciliado el sueño, pero eso no significa que su sueño sea
placentero. Daba vueltas en la cama y la rara expresión de su rostro indicaba que estaba
teniendo una especie de pesadilla. Si nos adentramos en su interior podremos ver de qué
se trata:

	El joven se encuentra en un lugar completamente oscuro, apenas podía ver la punta
de su levemente respingada nariz, aunque se esforzaba por avanzar y mirar hacia todas las
direcciones pero parecía que no se movía de su lugar... Era todo tan confuso, el lugar sin
duda estaba completamente vacío, sin nada ni nadie.
	De pronto, entre la oscuridad, logra divisar un claro, una luz. Algo iluminaba,
podía divisar a lo lejos una sombra, una silueta, a alguien.
	Corre hacia ella, parecía que no iba a llegar, el trayecto se hacía interminable,
es más, parecía que mientras corría hacia allá la imagen se alejaba cada vez más. Por más
que gritaba su voz se perdía en la oscuridad, sin llegar a su lejano destino.
	Cae al suelo rendido, arrodillado respira agitadamente, no sabe por cuanto tiempo
estuvo corriendo pero se le hizo una verdadera eternidad. Extrañamente, pudo ver que esa
luz se acercaba lentamente y, con ella, la misteriosa silueta.
	Se escuchan pasos, se escucha la profunda respiración de esa persona mezclada con
la agitada de Ranma. No pasó mucho rato para que esa luz iluminara a Ranma también. Esa
silueta estaba parada frente a él. Todavía tenía la mirada fija en el suelo, pero cuando
la levanta lentamente va reconociendo la silueta, que ahora ya no lo es pues puede ver
con claridad cada una de las facciones del dueño de la sombra. Para su sorpresa, reconoció
el rostro de Ryouga.
	- Ryouga... ¿Eres tú?. No lo puedo creer - dice Ranma poniéndose de pie pero el
joven en cuestión no responde, quien tenía los ojos cerrados en una actitud tan pacífica
que el mismo Ranma podía sentirla -. ¿Qué lugar es éste, me podrías decir?.
	Ranma mira hacia todos lados, pero por más que intenta no puede ver más allá de
la luz que los rodeaban.
	- Es mejor que no lo sepas - responde al fin sin dejar su postura ni su actitud.
	- ¿Pero qué hago yo aquí?. ¿Acaso es un sueño?.
	- No hagas tantas preguntas. No todo tiene respuesta, sabes. Sólo te puedo decir
que no fuiste precisamente tú el que vino aquí, sino que más bien yo he venido a...
	- Ay, no hables de esa forma. Te pusiste aburrido - interrumpe Ranma tratando de
bromear, como siempre de manera inoportuna -... Pero cuéntame amigo Ryouga, ¿acaso te
perdiste de nuevo?.
	Ryouga sonríe, no de ironía ni de molestia, sino de agrado. Sin embargo, sus ojos
aún no se abren.
	- He estado perdido desde hace mucho tiempo.
	- Veo que no has cambiado, sigues igual que siempre - dice Ranma muy contento de
poder estar, supuestamente, hablando con su amigo.
	- Lamentablemente no puedo decir lo mismo de ti.
	- ¿Eh?. ¿Y por qué?. ¿Estás enojado conmigo? - se extraña.
	- No hagas tantas preguntas. No todo tiene respuesta, sabes.
	- Oye, no te pongas a repetir eso. Ya lo dijiste, ¿no recuerdas?.
	- Sólo lo hago para que no se te olvide, amigo Ranma - concluye Ryouga abriendo
lentamente los ojos y comienza a laejarse llevándose consigo la luz que los iluminaba.
	- ¡Ryouga, espera!. ¡Dime al menos si estás bien! - alcanza a gritarle Ranma.
	- Eso no importa... Te tenía que decir algo, pero parece que es demasiado tarde.
	- ¡¿Pero qué quieres decir?!. ¡No entiendo nada!.
	Ryouga seguía alejándose, dejando a Ranma a oscuras. El joven de la trenza trataba
de alcanzarlo pero nuevamente parecía que Ryouga se alejaba más.
	- Ya lo entenderás, pero por ahora es mejor que las cosas queden así. Yo tengo la
culpa por no haber venido antes, te hubieras preparado mejor.
	- ¡¿Pero preparado para qué?!. ¡Espera Ryouga!.
	- Ya lo entenderás amigo - y una lágrima cae del rostro de Ryouga iluminando todo
el lugar de manera resplandeciente -... Sé que lo entenderás.
	Ryouga se pierde entre la luz y Ranma se siente perdido y desesperado, no sabía
por qué pero se sentía más seguro en la oscuridad, se sentía que la luz lo invadía por
dentro y no podía moverse. Poco a poco dejaba de sentir...

	Despierta sudando y alterado, respirando agitadamente. Mira a todos lados y se
tranquiliza un poco al darse cuenta que estaba en la habitación, que todo fue una terrible
pesadilla.
	- Tranquilo Ranma, tranquilo... Fue sólo un sueño, un mal sueño...
	Mira el reloj y se da cuenta que ha pasado una hora. No encontró la relación de
tiempo que había pasado con el que había soñado. Era todo tan confuso.
	De súbito, pega un salto al escuchar que la puerta se abrió de golpe. Era su hijo,
Kotaro, quien la había abierto desde afuera. Se veía algo molesto.
	- Ya pues papá. Me estoy congelando allá abajo. ¡Vamos a entrenar!.
	- ¿A-a entrenar?... C-claro, espérame un poco, ba-bajo en seguida.
	El niño cierra la puerta de nuevo dejando a su papá tiritando un poco, pero no
precisamente de frío.
	- ¿"No hagas tantas preguntas... No todo tiene respuesta, sabes"? - se decía Ranma
una y otra vez -... Maldita ensalada, tendré que preguntarle a Akane con qué diablos la
prepara.

	Ranma no tenía la cabeza puesta en el entrenamiento con Kotaro, que lo hacían en
el patio cerca del estanque por razones obvias: el dojo se iba a ocupar para recibir a los
invitados en esta Navidad. Era tanto así que, después de cinco minutos de entrenamiento,
Kotaro de una sola patada manda a Ranma directo al estanque.
	Sale tiritando del agua, muerto de frío y convertido en mujer.
	- Ay papá, ya te convertiste en mujer - reclama Kotaro con algo de disconformidad.
	- Qué, ¿acaso te molesta?.
	- Ya sabes que no, pero no me gusta pelear contra las mujeres.
	- Muy bien, ese es mi hijo - dice al momento que toma en brazos al ahora sonriente
y contento Kotaro -. Creo que es suficiente por hoy. Dile a la tía Kasumi que prenda el
calentador del baño para que el papá pueda bañarse, ¿sí?.
	- ¡Voy!.
	Ranma-chan suelta a su hijo y éste sale corriendo, como todo niño, a avisarle a
su tía la petición de su padre. Pero el papá tenía la cabeza en otra parte, en otro lugar,
en otras circunstancias. Su mirada estaba más que perdida en los rincones de las aguas de
ese estanque, de donde, y sólo de vez en cuando, ese extraño pez brincaba enérgicamente
desde el interior.
	Después de tomar una caliente ducha, Ranma está sentado en el comedor. Tenía entre
sus manos una taza de té, praparado por su esposa, que apenas había probado su contenido,
no porque Akane lo preparara mal, todo lo contario, era una de las pocas cosas que le
quedaba tan bien como a Kasumi (bueno, nunca tanto). Se veía muy pensativo.
	- ¿Así que mi nieto te tiró al estanque Ranma? - pregunta Tendo, quien estaba en
el corredor jugando con Genma a... adivinen: shogi.
	- Eh, sí. Parece que se está volviendo más fuerte de lo que pensaba - responde
Ranma casi por reflejo, saliendo de su trance.
	- Es la ley inevitable de la vida. Al final, el discípulo siempre sobrepasa al
maestro - comenta Genma con su inconfundible manera de expresarse sabiamente.
	- No confundas las cosas papá. A Kotaro le falta mucho aún, ¿qué más le puedes
pedir a un niño de 4 años?.
	Se escucha que se corre la puerta de entrada a la casa. Una pequeña niña entra
corriendo y saluda en forma general. Tenía los ojos grandes, el pelo largo y castaño y
una tierna expresión en su rostro.
	- Oh, mire Saotome. Pero si es la pequeña Kana (Kana-chan).
	- Es cierto, Tendo. Hola Kana-chan, cómo están tus papás.
	- Hola tío Genma, hola tío Sound - uuuuuuuy, se oye muy tierna cuando habla -.
Están en el restaurante atendiendo a algunos clientes.
	- ¿Pero van a venir, verdad? - pregunta Tendo.
	- Claro, pero yo quise venir antes para jugar con Kotaro-chan.
	- Sube, está en su habitación - dice Genma.
	La pequeña pasa por el comedor corriendo y divisa a su padrino sentado en un
pisito apoyandándose en la mesa (para no salirme del tema, Ranma y Akane son los padrinos
de bautizo de la pequeña Kana).
	- Hola tío Ranma - saluda la niña abrazándolo.
	Cuando lo saludó, Ranma se dio cuenta que Kana-chan había llegado, ya que no había
escuchado cuando ella llegó.
	- Hola Kana. ¿Y tu mamá no vino?.
	- Va a venir después con mi papá. Yo vine para jugar con Kotaro-chan. Estaba muy
aburrida en el restaurante.
	- Claro, ve a divertirte, pero no hagan desorden, ¿ok?.
	- Ok.
	La niña besa a Ranma en la mejilla y sale del comedor para subir las escaleras,
corriendo como siempre. Ranma mira como Kana-chan emprende su alocado viaje hacia las
escaleras.
	- Es increíble cómo la presencia de los niños cambian el ambiente de esta casa,
¿verdad papá?.
	- Ya olvidas que no hace mucho tú eras uno igual que ellos.
	- P-a-p-á, hace tiempo que dejé de serlo.
	- Es verdad, Saotome. Ranma ya es todo un hombre.
	- Eso es verdad - dice otra voz que llegó a la casa en ese momento.
	- Es Nodoka, ya llegó - dice Genma algo intrigado.
	En un rápido movimiento, y ante las extrañadas miradas de Sound y Ranma, Genma
se tira al frío estanque convirtiéndose en panda y vuelve al lugar que ocupaba hace unos
segundos.
	La más joven abuela hace su aparición en el corredor y mira extrañada al panda
de su esposo.
	- Genma, ¿qué haces convertido en panda?.
	- "Es que tenía frío".
	- Oh, qué buena idea tuvo, señor Saotome - se ríe Tendo con una mano en la nuca
mientras Ranma se tapaba la cara de vergüenza.
	- Qué mejor para el frío que el calentito pelaje de un panda - también ríe Nodoka.
	- Mi papá no puede ser más miedoso - murmura Ranma yendo a saludar a su madre -.
Hola mamá.
	- Hola cariño... ¿Te pasa algo?.
	- ¿A mí?. ¿Por qué?.
	- Te noto algo preocupado.
	- No, son ideas tuyas. Estoy bien, muy bien - concluye con pesar estas últimas
palabras.

	Todo se mantuvo en calma, excepto por algunas travesuras de los niños, hasta la
hora en que empiezan a llegar los invitados. Primero fueron los padres de Kana, Ukyou y,
el ahora bien hombre, Tsubasa; luego llegaron Tatewaki y Kodachi Kuno, también vestidos
muy formalmente (por primera vez Kuno asistía a una reunión social sin su traje de kendo
y Kodachi sin sus extravagantes y provocativos vestidos); y por último el doctor Tofu con
algunos ex-compañeros de Ranma y Akane de la escuela, como Hiroshi, Daisuke, Yuka, Sayuri
y Gosunkugi, todos elegantemente vestidos.
	Bueno, los anfitriones no lo hacían nada de mal. Si hasta Happousai estaba de
traje.
	Después de la cena, tipín diez de la noche, mientras los demás conversaban, los
jóvenes hombres se sentaron alrededor de una mesa. En ella había mucha cerveza. Estaban
Ranma, Tsubasa, Kuno, Hiroshi, Daisuke y Gosunkugi.
	- Vamos Saotome, toma con nosotros - lo alenta Tsubasa con un "shoppero" (son esos
vasos grandes para tomar cerveza) en su mano, al igual que todos. Gosunkugi ya llevaba el
tercero.
	- No, gracias. No me gusta la cerveza.
	- Ay, vamos Ranma - dice Hiroshi.
	- No seas aguafiestas - prosigue Daisuke.
	- Sí Saotome. Ahora que vamos a pertenecer a la misma familia, brindemos por eso,
¿qué te parece?.
	- ¡No te pases de la raya, Kuno! - lo reta Nabiki desde la mesa de las damas.
	- Está bien, está bien. No te enojes - se trata de disculpar Kuno haciendo que los
demás se rían.
	Sí, ya sé, me voy a desviar de la trama principal pero tengo que aclararlo. Kuno
y Nabiki habían empezado a salir hace un tiempo, pero nada serio. Además, todos sabían
que esto era más por interés de Nabiki hacia la fortuna de Kuno que por nada, pero a que
no adivinan quién era el único que no se había dado cuenta todavía: Kuno.
	En eso, unas visitas inesperadas entran al dojo Tendo. Kasumi los recibe muy bien
acompañada por el, ahora su prometido en matrimonio, doctor Tofu. Eran tres personas que
vestían elegantes ropas chinas.
	- Hola Kasumi. Tanto tiempo sin verte - dice una voz femenina muy finita con un
extraño acento.
	- Hola, cómo están.
	- ¿Cómo estuvo el viaje? - pregunta el doctor.
	- Viajar en primera clase siempre es agradable - responde otra voz femenina, más
cansada y desgastada debido a la edad.
	- Pero como les dijimos, llegamos a tiempo - continúa la última voz, esta vez
es de un hombre joven que abrazaba a la muchacha de la voz fina anteriormente descrita.
	- Pero pasen, no se queden ahí en el frío.
	El trío entra y se da cuenta que el dojo estaba perfectamente arreglado para esta
ocasión y el árbol estaba increíblemente decorado, sin estar sobrecargado. Todo estaba
perfecto. En eso unas voces llaman a la joven.
	- Shampoo, hola. Tanto tiempo - la va a saludar Akane, junto con Ukyou, mientras
Kodachi, indiferente, se queda en la mesa con Nabiki.
	Bueno, después de saludar a medio mundo, cada uno se va a la mesa que más le
acomoda: la vieja Cologne se va con los más adultos, o sea, con Nodoka, Genma, Sound,
Tofu y Happousai, a conversar y tomar sake; Shampoo se queda a "copuchar" en la mesa de
las jóvenes, o sea, con Akane, Nabiki, Kasumi, Ukyou y Kodachi; y Mousse es bien recibido
entre palmadas y abrazos en la mesa de los jóvenes.
	- Así que por fin te ganaste el amor de la bella Shampoo, ¿eh? - le dice Tsubasa.
	- Claro, tenemos pensado casarnos en abril del próximo año.
	- Oye Mousse, ayúdanos a convencer a este bellaco que se sirva una copa con
nosotros - le dice Kuno.
	- No insistas Kuno. ¿O quieres que le diga a Nabiki que te de un "tate quieto"?.
	Las risas empezaron a salir y al final Ranma acepta tomar UNA sola copa. Al
rato ya había tomado más copas que Gosunkugi y se empezaba a sentir algo "mareadito".
	- Oye Kuno, te has puesto bien ordinario.
	- ¿A qué te refieres, engendro del demonio? - responde Kuno entrando en el
juego haciendo que los demás suelten algunas risas.
	- En vez de estar tomando uno de tus sofisticados y elegantes vinos en tu
elegante mansión rodeado de tipos infinitamente multimillonarios, estás aquí con nosotros,
unos torrantes de mierda - todos se ríen de nuevo -, y bebiendo la más barata cerveza que
Nabiki pudo comprar en la tienda de la esquina.
	- Qué te pasa con mi cerveza Saotome - se escucha de la otra mesa a Nabiki, que
al parecer estaba en el mismo estado que estos machotes.
	- Lo que oíste no más - responde al instante.
	- ¿Y qué me dices de ti? - musita Kuno haciendo que Ranma nuevamente le preste
la debida atención -. Dijiste que sólo te ibas a tomar una sola. Yo ya perdí la cuenta de
cuántas llevas, plebello.
	- Y podría tomar más, pero ustedes parecen barriles sin fondo. Ya no quedan
cervezas, se las tomaron todas.
	- ¿Nosotros?. Qué cínico eres Saotome - reclama Gosunkugi virtualmente borracho.
	- Bueno ya. Cómo sea. Aún falta mucho para la medianoche, iré por más botellas a
la cocina - concluye Ranma poniéndose perfectamente de pie.
	En la otra mesa, en la de las mujeres jóvenes, la cerveza también escaseaba, así
que Akane se ofreció para traer más y así acompañar a su esposo para que no hiciera una
de las suyas. Además, les echaría un vistazo a los niños en la casa.
	Ranma y Akane entran a la casa. Primero van a echar una ojeada al comedor y ven
que Kotaro y Kana estaban viendo televisión comiendo unas papas fritas y tomando bebida.
	- Todo está en orden. Vamos a la cocina - plantea Ranma siendo seguido por Akane.
	En la cocina, mientras Ranma sacaba las botellas de cerveza, Akane se apoya en
un mueble para acariciarse el abdomen un momento. Estaban a oscuras, sólo iluminados por
la luz del interior del refrigerador.
	- ¿No has pensado en el nombre que va a tener nuestro hijo Ranma?.
	- ¿Crees que a los viejos les haga falta una botella más de sake?. Podríamos
llevarles una - dice sacando una botella del licor.
	- Ranma, ¿me estás escuchando, verdad?.
	- Ah, sí claro - responde sin sacar la cabeza del interior del refrigerador -.
Es muy pronto para eso, quedan más de cinco meses. Es más, aún no sabemos si es hombre
o mujer.
	Ranma termina con lo que estaba haciendo, deja las botellas en el mueble donde
estaba apoyada su esposa y la abraza por la cintura sonriendo.
	- ¿Qué pasa Ranma?. ¿Por qué tanto cariño de repente?.
	- Soy tan feliz Akane. No puedo pedir nada más.
	- Es verdad. Sólo falta que Ryouga esté con nosotros. Lo hecho mucho de menos.
	Ranma entristeció el rostro más de lo normal, frunció el ceño y dejó de abrazar
a Akane por un momento.
	- Hoy soñé con él, en la tarde mientras tomaba una siesta... Fue tan extraño...
	Un dedo de Akane se estacionó en los labios de Ranma no dejando que prosiguiera
con su relato.
	- Ya olvídalo. Nunca es bueno amargarse por un sueño o por una pesadilla.
	Y se besan. Pero en pleno acto Akane comienza a reírse de manera muy graciosa.
Ranma no entendía por qué.
	- ¿Qué es lo gracioso ahora? - pregunta con una graciosa mueca.
	- Hueles a cerveza. Estás borracho.
	- ¿Y qué me dices de ti?. Me molestaban a mí y me parece que la borracha es otra,
¿no?. Además, no deverías tomar en tu estado.
	- Eres un grosero, ¿lo sabías?.
	Y se besan de nuevo.

	En otro lugar, muy oscuro, sólo iluminado en dos partes donde estaban las
presencias de dos seres, uno joven y otro alado y resplandeciente. Parecía que estaban
discutiendo.
	- ¿Hiciste lo que tenías que hacer?.
	- ¿Y de qué me sirve? - responde fríamente -. Si hubiera sabido antes hubiera
podido actuar a tiempo... Es más, nunca hubiera aceptado.
	- ¿Por qué?. ¿Acaso no era tu intención que esa chica volviera a la vida?.
	Lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Ryouga (no sabía que los espíritus
lloraran).
	- ¡¿Y para qué, ah?!. ¡¿Para que después de todo este tiempo todo vuelva a ser
como era antes?!. ¡No me quiero imaginar cuando Ranma se de cuenta que Akane no va a
vivir más!. Y su familia... ¿Por qué las cosas no pueden permanecer como están ahora?.
Yo estoy dispuesto a permanecer aquí con tal que Akane sea feliz en vida.
	- Nada es para siempre, Hibiki Ryouga. Deberás volver a ser un espíritu errante
que deseó ver el sufrimiento de Saotome Ranma con sus propios ojos y Tendo Akane deberá
aceptar su destino postergado, así como tú deberás aceptar el de ambos.
	- ¡¡¡No es justo, nunca me dijiste que este día iba a llegar!!!... ¡¡¡Yo ya no
quiero verlo sufrir!!!. ¡Te lo suplico, deja las cosas como están, aún es tiempo!.
	- Demasiado tarde.
	Y concluyendo esto, el ser alado se eleva iluminando todo el lugar, haciendo que
Ryouga sea absorbido por toda esa luz. No grita, no pide auxilio, no intenta escapar a
su cruel destino, uno que al principio deseó con toda su alma y ahora se arrepiente como
nunca de ello; solamente se toca una tirita de cuero que tenía en una de sus muñecas con
notoria nostalgia, tristeza y, sobretodo, culpabilidad.
	- Akane...

	De vuelta a casa, Akane estaba abrazada a Ranma en medio del silencio de la
noche, solamente roto por el sonido lejano del televisor en el comedor.
	De pronto, Akane comienza a sentirse mal. Su expresión en el rostro pasa del
malestar a la desesperación. Se iba a desmayar pero Ranma la estaba sosteniendo, pero no
evitó que una de las botellas de cerveza cayera como en cámara lenta al suelo rompiéndose
al instante derramando el contenido por el piso de la cocina.
	- Akane, ¿qué tienes? - pregunta Ranma desesperándose también agarrándola como
puede para que no caiga al suelo.
	- Ranma...
	Akane no articula palabras. Unas gotas de sangre brotan de su boca y caen en la
mano de Ranma.
	Una mezcla de cosas tiene Ranma en la cabeza. No sabe qué hacer, no sabe cómo
actuar, pero lo que más lo tiene paralizado era que esta escena no era la primera vez
que la presenciaba. Todo ocurrió en un sueño, hace cinco años, uno que fue el que hizo
posible su declaración a ella por miedo que todo pudiera pasar en la realidad.
	Ahora se daba cuenta que tal vez ese sueño o pesadilla tenía algo de verdad, y
el que tuvo con Ryouga hoy en la tarde también.
	En eso recuerda algo de ese sueño con Ryouga: "Te tenía que decir algo, pero
parece que es demasiado tarde"; "¡¿Pero qué quieres decir?!. ¡No entiendo nada!"; "Ya
lo entenderás amigo... Sé que lo entenderás".
	- ¿Se refería a esto? - murmura Ranma estupefacto.
	Mientras tanto, Akane se estaba muriendo en sus brazos y el muy tonto estaba
perdiendo el tiempo soñando.
	- Ranma, por favor... Llama al doctor, cof cof cof...
	- A-akane - dice Ranma volviendo a la realidad -. No te preocupes, todo saldrá
bien.
	En eso, Akane siente que algo muy fuerte pasó en el interior de su cuerpo, se
le notó en la cara. Luego le sonríe a Ranma, éste no entiende.
	- No olvides... que te quiero mucho, Ranma... Y siempre lo haré...
	Akane toma la mano de Ranma mientras lentamente cerraba sus ojos.
	- ¡¡¡NO AKANE, ESPERA!!!. ¡¡¡NO TE MUERAS!!!.
	Pero Akane cierra los ojos de golpe y suelta la mano de Ranma cayendo la suya
por fuerza de la gravedad.
	Ranma se congeló, literalmente, en todos los sentidos, estaba paralizado. Ningún
músculo se podía mover, por más que quería. Pero ya era demasiado tarde para pedir ayuda,
todo había terminado.
	Nabiki y Kasumi, quienes habían llegado a la cocina debido a la tardanza de la
pareja, se encuentran con la tremenda sorpresa de Ranma bañando en sangre y Akane en
los brazos de su marido inherte.
	- ¡Dios mío! - fue lo único que articuló Kasumi.
	- ¡Rápido Kasumi, trae al doctor Tofu! - ordenó al instante Nabiki.
	Mientras Kasumi iba al dojo, Nabiki se acerca como un rayo a la pareja y ve a
Akane con los ojos cerrados y a Ranma inmóvil con la mirada perdida.
	- Pero... ¿qué fue lo que pasó?... ¿Qué le pasa a Akane, qué tiene? - preguntó
Nabiki angustiada, sin saber que ya todo estaba dicho.
	Ranma parecía que no iba a contestar, pero en un esfuerzo por reunir las palabras
y tratar de pronunciarlas se demoró unos largos segundos.
	- No hagas tantas preguntas... No todo tiene respuesta, sabes.
	Nabiki no entendió y permaneció así, impaciente por la demora de Kasumi y el
doctor.
	Sin que nadie pudiera advertirlo, la presencia de Ryouga se había hecho presente
en esa oscura cocina. Mira con tristeza y decepción que ya todo había pasado y había dado
gracias por no haber presenciado tan lamentable hecho.
	- ¿Sabes Ranma?. Esto tarde o temprano iba a pasar, querámoslo o no. Pero el
error más grande que cometer fue no aceptar las cosas como fueron al principio... Ahora
tú debes aceptar este destino y deberás aprender que por más que tratemos de torcerle la
mano, siempre, siempre se cumplirá. Y esto sí es para siempre... Pero lo gracioso es que
cuando nos reencontramos hace ya varios años, juré que iba a acabar con tu felicidad -
unas lágrimas vuelven a caer por sus mejillas -... y sin querer, cumplí con mi promesa.
	La imagen se aleja viendo cómo el doctor Tofu atiende sin resultados a Akane,
con toda la familia llorando a su lado, especialmente Kotaro abrazado a su tía Kasumi, y
todos los invitados impotentes y tristes; con un Ranma deshecho y el espíritu de Ryouga
haciéndole compañía apoyándolo en secreto.
	En ese instante, comenzó a nevar...

FIN

Un fanfic de LG
(c)2001-02 Felipe Torres


Un final "dark", quizás a algunos les guste, quizás a algunos no. Lo que es a mí, me parece que este es el final que debería tener la historia y no el que tuvo en el capítulo 12, que era tan color de rosa como si nada hubiera pasado (claro, que me perdonen los fanáticos de Ryouga).

Bueno, ya saben, si están de acuerdo, en desacuerdo o quieren darme su opinión envíenme un e-mail. Con gustó lo leeré, sin importar si se trata de una crítica o "palabrotas", para mí siempre es importante la opinión de ustedes, los lectores, porque al final son ustedes por lo que yo hago esto... Y por mí, claro está.

Gracias por su paciencia... LG


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