VAMPIROS

"Un ser angustiado y hambriento que ama a la vez que detesta este caparaz�n invencible e inmortal en el cual est� encerrado".

"La sangre es lo m�s sensual de todo lo que una criatura pueda desear, aunque es la intimidad del momento, el gran baile cuerpo a cuerpo que se danza cuando la v�ctima se debilita y yo siento que me dilato, engullendo la muerte que, por una fracci�n de segundo, arde con tanta magnitud como la vida".

Palabras de Lestat en La reina de los condenados de Anne Rice.

Sin duda, el vampiro es el personaje de terror preferido de cualquier rom�ntico. �Qui�n no ha deseado alguna vez ser mordido o incluso convertirse en uno de ellos? Por supuesto, nos sentimos atra�dos por su belleza, por su inmortalidad. Normalmente aquellos que son m�s antiguos son todav�a m�s interesantes, pues nos cuentan muchas historias de diferentes siglos y parece que su conocimiento sea infinito. Figuras que nacieron en la Edad Media y que nos cuentan su experiencia una vez llegaron a la g�tica d�cada de los 80; el se�or renacentista con chorreras y pelo largo, cuya coleta est� recogida por un lazo, se pasea vestido de terciopelo por nuestras avenidas contempor�neas mientras admira los rascacielos; o esa chica a la que una noche del siglo XIX le arrebataron la vida que ten�a como simple mortal en una callejuela de un barrio de Londres.

Este poema describe bastante bien sus sentimientos:

VAMPIRE'S COMPLAINT

Help me to find

my own path in the moonlight

I am so helpless

and lonelier

than thou didst ever imagine.

If thou canst not see through the darkness,

my howls will remind thee I stay

a prisoner of blood

a cold grave lover,

a creature of silince.

Let me get

the right way to your veins,

and be my fellow

from night to night,

from today to eternity,

till death us unites.

�QU� ES UN VAMPIRO?

Seg�n la creencia popular, es un espectro o cad�ver que va por las noches a chupar poco a poco la sangre de los vivos hasta matarlos. La creencia supersticiosa en los vampiros arraig� desde la antig�edad en la fantas�a popular. No siempre se les atribuy� el aspecto de murci�lagos con que hoy se identifican, pues hubo �pocas en que se les atribu�a la forma de demonios o �ncubos que chupaban la sangre a las personas y ten�an trato carnal con las v�ctimas. A este supuesto se a�ad�a el culto a la sangre, com�n a muchas sociedades no evolucionadas, como fundamento biol�gico de la vida. El personaje fant�stico del vampiro quedaba as� formado por la yuxtaposici�n de una figura espectral, un culto pagano y algunos instintos er�ticos no liberados por la sociedad.

Esp�ritus que se nutr�an de sangre han existido en la creencia popular de muchos pa�ses: Polinesia, Indonesia, Escandinavia, Europa Central, y pa�ses eslavos. En Hungr�a, Rumania, Bulgaria y otras zonas de los Balcanes la superstici�n alcanz� tanta popularidad que lleg� a preocupar a los gobiernos de estos pa�ses hasta el punto de decidirlos a investigar el fen�meno.

La leyenda del vampiro tal y como ha llegado a nuestros d�as se refiere fundamentalmente a ciertos personajes m�ticos de Transilvania que salen al anochecer de sus tumbas en forma de gigantescos murci�lagos y atacan a las personas para chupar su sangre. Son noct�mbulos y desaparecen al clavarles una estaca en el coraz�n. Los vampiros hace ya mucho que pueblan nuestro mundo y m�s desde que Bram Stocker los populariz� a trav�s de Dr�cula. Desde la publicaci�n de dicha novela a finales del siglo XIX la figura del ser diab�lico no muerto que busca sangre para su supervivencia no ha dejado de acompa�ar nuestras vidas. Pel�culas, c�mics, novelas, m�sica, videojuegos... el Vampiro nunca muere... siempre estar� con nosotros....

LOS VAMPIROS EN EL MUNDO

Las leyendas de vampiros se originaron de este a oeste en compa��a de las caravanas a lo largo de la ruta de la seda por el Mediterr�neo. De all� se extendieron a Asia y luego a las tierras Eslavas y los Carpatos. Los mitos estaban originalmente m�s estrechamente asociados con Ir�n, entonces emigraron alrededor del siglo VIII, a donde est�n ahora. Casi en cuanto llegaron, el proceso de cristianizaci�n empez� y las leyendas de vampiros sobrevivieron como mitos. M�s tarde los Gitanos emigraron desde norte hacia el oeste de la India (donde tienen varios mitos de vampiros ), ya all� sus mitos se mezclaron con los del pueblo Eslavo. Los Gitanos llegaron a Transilvania brevemente antes de que Vlad Dracula naciera en 1431. El vampiro aqu� era el fantasma de una persona muerta, que en la mayor�a de casos hab�an sido una bruja, mago etc.

Durante el siglo XIX el vampiro se hab�a convertido en un personaje m�s de la est�tica rom�ntica, motivo de deleitosos sobresaltos y escalofr�os regocijantes. El secretario del poeta Lord Byron, John William Polidor�, public� su relato el vampiro en 1819, inspir�ndose en su admirado patr�n para trazar el retrato de un vampiro arist�crata, fr�o, distinguido y canalla, llamado Lord Ruthven. Un primer molde del moderno vampiro. Y en 1872, Sheridan Le Fanu trazaba el gran retrato literario de la vampiresa en su novela Carmilla, donde daba cuenta de la ritual ejecuci�n -una certera estaca clavada en el coraz�n- de la bella y temible condesa Mircalla.

Un siglo antes, el mito del vampiro no era cosa de diversi�n y entretenimiento. En pleno Siglo de las luces buena parte de Europa vivi� lo que se ha llamado "epidemia de vampirismo y el abate Calmet", en su Tratado sobre los vampiros publicado en Par�s en 1746, se mostraba sinceramente convencido de que "desde hace alrededor de unos sesenta a�os, una nueva escena se ofrece a nuestra vida en Hungr�a, Vioravia, Silesia, Polonia: se ven, dicen, a hombres muertos desde hace varios meses que vuelven, hablan, marchan, infestan los pueblos, maltratan a los hombres y a los animales, y chupan la sangre de sus projimos". La Europa profunda temblaba ante la epidemia, y la palabra vampiro aparec�a por primera vez para nombrar aquello que los campesinos centroeuropeos llamaban con diferentes nombres desde hac�a siglos.

En tierras de Bosnia, el blausauger, el chupador de sangre, carec�a de huesos y era capaz de transformarse en rata o en lobo, propiedad �sta que compart�a con el farkaskoldus de Hungr�a y el Vlkodlak de Serbia. El bruculacas de Grecia desped�a adem�s un insoportable hedor y su piel, al igual que el vampiro serbio, era tirante como la de un tambor y rojiza. Hab�a vampiros infantiles, como el kuzlak serbio, que se formaba a partir de un ni�o lactante arrancado a su madre y cuyo comportamiento era m�s molesto que terrible; y como el moro� rumano, formado a partir de un reci�n nacido muerto por su propia madre antes de ser bautizado. El moro� amen de su devoci�n por la sangre, era el causante del granizo pues, seg�n afirmaban los campesinos rumanos, al bombardear la tierra esperaba poner al descubierto su tumba oculta y mostrar as� al mundo el crimen del que hab�a sido v�ctima. Hab�a vampiros con un solo orificio en la nariz, como el Krvopijac b�lgaro y los hab�a con extra�as deformidades, como el strigoi rumano que pod�a tener patas de oca, de cabra o de caballo. El upir ruso ten�a la lengua en forma de aguij�n. Y el liuvgat alban�s, para que no cupiera duda sobre el origen de los miedos locales, ten�a aspecto de turco y caminaba sobre unos alt�simos tacones. La pen�nsula balc�nica era, pues, un hervidero de vampiros, y los medios para combatirlos eran tambi�n de lo m�s variado. Trocearlo y hervirlo en vino, en el caso del burculacas. Poner sobre su ata�d una rama de rosal silvestre, en el caso del krvopi�ac; o de espino, en el del kuzlak. Al vlkodlak esa rama de espino se le ten�a que meter en el ombligo y, luego, prenderle fuego con una vela usada para velar a un muerto.

En Babilonia y Siria ten�an en com�n la creencia en vampiros, donde se comentaba que el muerto pod�a aparecer nuevamente en el tierra en busca del sustento viviente. La creencia se uni� con la teor�a casi universal que dice que es necesaria la sangre de la transfusi�n para la revitalizaci�n. Ba�os de sangre humana eran antiguamente prescritos como un remedio posible para la lepra. A la cristiandad griega le han dado cr�dito por muchas creencias como el origen del vampiro. La creencia se desarroll� indudablemente bajo la influencia de la Iglesia griega, y utilizada por los sacerdotes griegos como un poder adicional sobre las personas.

En Creta la creencia en vampiros (o katalkanas) y su existencia forman parte de la creencia popular en todas partes de la isla, pero �sta es particularmente fuerte en las monta�as.

En algunas partes de Alemania todav�a se entierra comida con el cad�ver para prevenir las posibles punzadas de hambre; se cree que de no dejar la comida �ste se levantar�a. Seg�n la antigua costumbre, tambi�n se esparce granos de ma�z o arroz en la tumba para evitar que este se lavante. En D�sseldorf se cree que si no se pone dinero en la boca del muerto en el entierro, y no cortan el nombre bordado de la camisa, es probable que llegue a ser un Nachzehrer, y su fantasma saldr� de su tumba en la forma de un cerdo. Otro prevenci�n de tal calamidad es la ruptura del cuello del muerto.

Los h�ngaros creen que quien ha sido vampiro pasivo en vida llegue a ser vampiro activo despu�s de la muerte; a aquellos a quienes los vampiros les han chupado la sangre en vida lleguen a ser vampiros despu�s de la muerte. En muchos sitios la creencia prevalece, hay una sola manera de prevenir este acontecimiento y es que la v�ctima debe comer algo de tierra de la tumba del vampiro y untar su propio cuerpo con sangre del cuerpo de ese vampiro.

La tradici�n original del vampiro s�lo est� presente en las provincias b�lgaras donde el conocimiento de la superstici�n fue importado de Dalmatia y Albania. En el pasado el vampiro era conocido por el nombre de wukodlak. St Clair y Brophy declaran que "el vampiro no es m�s que un cuerpo muerto pose�do por un demonio, pero su alma esta en una constante lucha por salir del cuerpo. Se descubre por un agujero en la l�pida que se pone encima de su tumba, el curandero llena el agujero con tierra mezclada con hierbas venenosas." Se afirma que el vampirismo es hereditario tal como las enfermedades. Cuando el vampiro b�lgaro ha cumplido su aprendizaje del mundo de las sombras, se eleva desde la tumba en forma de una persona com�n y corriente, pudiendo circular como un ser humano de la manera mas natural.

En el pa�s de Slavonic se dice que tiene solamente un orificio nasal, pero se cree que tiene una punta afilada al final de su lengua, como el aguij�n de una abeja. Plat�n y Democrates dicen que las almas viven por un cierto tiempo cerca de sus cuerpos muertos, por esa raz�n les crece el cabello, barba, y u�as . Los antiguos cristianos tambi�n creyeron que el muerto pod�a salir de su sepultura.

�De d�nde ven�a tanto miedo a los chupadores de sangre? De la sagrada consideraci�n de la sangre como creadora de la vida eterna la sangre del dios Bel, creador del mundo en la mitolog�a de la antigua Babilonia. La sangre de Cristo en el ritual cristiano. Incluso el consumo del vino adquir�a el valor metaf�rico de la sangre bebida como han se�alado estudiosos del mito vamp�rico, como Rom�n Gubern en Las ra�ces del miedo, hay tambi�n en la imagen del vampiro que chupa la sangre de su v�ctima una transposici�n del acto sexual, una atracci�n morbosa y repulsi�n hacia el sexo. En los ataques del famoso conde Dr�cula, afirma, "cualquier persona familiarizada con el simbolismo on�rico y la interpretaci�n freudiana del mismo, no tendr� dificultad en reconocer la descripci�n simb�lica de un coito".

El mito del vampiro tiene, sin embargo, otras ra�ces que se alimentan directamente de la Historia. Los casos terribles y reales de nobles que gustaban alimentarse de sangre marcaron sin duda la imaginaci�n de su tiempo. En el siglo XV, el bret�n Gilles de Rais, compa�ero de armas de Juana de Arco, asesin� a varios centenares de ni�os con el fin de obtener con su sangre la piedra filosofal que le hiciera inmortal. Y en busca tambi�n de la inmortalidad, un siglo despu�s la condesa h�ngara Elizabeth Bathory sacrific� a 610 doncellas para ba�arse en su sangre. La misma novela de Dr�cula tornar�a su nombre de un personaje hist�rico, el pr�ncipe rumano Vlad Tepes, m�s conocido como Vlad el Empalador.

El vampirismo, aunque extendido por Europa, tambi�n hab�a arraigado en otras remotas tierras, con id�ntico temor al retorno de los muertos chupadores de sangre. En tierras africanas, los esp�ritus de las brujas, llamados adzes, volaban con forma de luci�rnaga hasta el lecho de sus v�ctimas, y los kinoly de la isla de Madagascar rondaban los poblados, con sus ojos rojos y sus largas u�as. Otra pen�nsula, Indonesia, nada ten�a que envidiar en tierra de Asia a los Balcanes: all� las terribles langsuir; mujeres muertas durante el parto, codiciaban la sangre de ni�os y embarazadas. Y la milenaria China sufr�a el ataque de los ching shih, de garras feroces, ojos enrojecidos y largas melenas verdosas, y de los kiang si que, cubiertos de pelo blanco, eran capaces de chupar en pocos segundos toda la sangre de los caminantes que asaltaban en los senderos. Tan s�lo en la India se daba una clase de vampiro que no era enemigo jurado de los vivos: vetala, habitante de los cementerios que gustaba de dar buenos sustos haciendo que los cad�veres parecieran resucitar; pero del que era posible incluso hacerse amigo.

La publicaci�n de la novela de Stoke cambi� el rumbo de la biograf�a del vampiro. Dr�cula sac� del mundo rural la vida de ultratumba del vampiro y la hizo discurrir por el universo visual del cine sustituto contempor�neo de los cuentos de vieja de anta�o. Calvo, siniestro, turbadoramente sexual, homosexual, en este caso, se transform� en Nosferatu, el vampiro, en el filme de Murnau de 1921, una representaci�n que repetir�a d�cadas despu�s Werner Herzog en su pel�cula de igual t�tulo. Pero el cine sobre todo de la mano del actor Bela Lugosi, fij� la imagen Don Juan esa de Dr�cula, repeinado y capa al viento.

En la literatura, han surgido nuevos vampiros como el de Richard Matheson en Soy leyenda donde convert�a a la humanidad entera en vampiros. Y George R.R. Martin y Anna Rice han creado en Estados Unidos vampiros problem�ticos de los siglos XVII y XVIII que viven su condici�n con dolor y remordimiento. Ya no recorren el mundo epidemias de vampiros, como su cediera en el siglo XVIII, aunque tampoco han faltado quienes han querido llevar a la realidad la sangrienta pasi�n de Dr�cula. Tal fue el caso del joven puertorrique�o Salvador Agr�n que, en la d�cada de 1950, se dedicaba a matar mujeres envuelto en un manto negro. El miedo, como siempre, sigue haciendo nido en el coraz�n de los hombres y la sangre, una vez m�s, subyuga y aterroriza la imaginaci�n, aunque en esta ocasi�n tome la m�s prosaica denominaci�n de VIH, el temible virus del SIDA. Quiz�, a fin de cuentas, el vampiro se haya limitado tan s�lo a cambiar de nombre.

RAZAS DE VAMPIROS

Asanbosam:Asanbosam es un vampiro Africano. Son vampiros normales s�lo que ellos tienen ganchos en lugar de pies. Mordiendo a sus v�ctimas en el dedo pulgar.

Baital: Baital es el vampiro indio, su forma natural es mitad hombre, mitad murci�lago, mide medio metro.

Ch'tang Shih: En China hay criaturas como Vampiros llamados Ch'Iang Shih, se crean por tener un gato que salto por encima del cad�ver de una persona. Aparecen p�lidos y matar�an con su respiraci�n venenosa, en suma de agotar la sangre. Si un Ch'Iang Shih encuentra un mont�n de arroz, debe contar los granos antes de poder pasar. Su forma material es una esfera de luz.

Ekiminu: Ekiminus es alcohol maligno (medio fantasma, medio vampiro. Son naturalmente invisibles y son capaces de poseer humanos. Se pueden destruir usando armas de madera o por exorcismo.

Katalkanas: El vampiro de Creta es como muchos de los originales, pero s�lo se puede matar haci�ndole un corte en la cabeza y ech�ndole vinagre hervido.

Krvopijac: Estos son vampiros b�lgaros. Se parecen a los vampiros normales, pero tienen un solo orificio nasal y una lengua puntiaguda. Se pueden inmovilizar poniendo rosas alrededor de sus tumbas. Puede ser destruido por un mago, que lo debe poner en una botella y tirarlo a una hoguera.

Lamia: Se supo de Lamias en la Roma antigua y Grecia. Son vampiros hembras, que a menudo aparec�an mitad humano, mitad animal (a menudo la parte baja era una serpiente). Comen la carne de sus v�ctimas disfrut�ndolo tanto como cuando beben sangre. Se puede matar a un Lamia usando armas normales.

Nosferatu: Nosferatu es otro nombre para el vampiro original, que se llama tambi�n vampire o vampyre.

Rakshasa: Rakshasa es el vampiro indio con superpoderes siendo tambi�n un hechicero. Usualmente aparecen como humanos o se parecen a un animal (garras, colmillos, ojos, etc.) o como animales con rasgos de humanos (pies, manos, nariz, etc.). El lado animal es muy a menudo un tigre. Comen a las v�ctimas, descarn�ndolas adem�s de beberse la sangre. Se puede destruir a un Rakshasa por la ardiente luz del sol o exorcismo.

Strigoiul: Este es el vampiro rumano. Strigoiuls es como mucho de los vampiros originales, pero les gusta atacar en bandadas. Se pueden matar al poner ajo en su boca o arranc�ndoles el coraz�n.

Succubus: Este es un vampiro europeo. La manera de alimentarse es teniendo relaciones sexuales agotadoras con la v�ctima, alimentandose de la energ�a sexual. Ellos pueden asumir la apariencia de otras personas. A menudo visitar�n a la misma v�ctima m�s de una vez. La v�ctima de un Succubus experimentar� las visitas como sue�os.

Vlokoslak: Vampiros serbios tambi�n llamados Mulos. Normalmente aparecen como personas que llevan ropa blanca. Est�n activos tanto de d�a como por la noche pudiendo asumir forma de caballos y ovejas. Ellos comen a sus v�ctimas y beben su sangre. Pueden matarse cortando su dedo del pie o por apretar una u�a en su cuello.

Upierczi: Estos vampiros tienen sus or�genes en Polonia y Rusia, llamados tambi�n Viesczy. Tienen un aguij�n debajo de la lengua en lugar de los colmillos. Est�n activos del mediod�a a la medianoche y se pueden destruir si se les quema el cuerpo. Cuando el cuerpo ya esta quemado estallar� y aparecer�n animales ( ratas, etc.). Si cualquiera de estas criaturas escapa, entonces el esp�ritu del Upierczi escapar� y volver� para buscar venganza.

FORMAS DE MATAR A UN VAMPIRO

Estaca de madera: clavar una estaca en el coraz�n es tan com�n como la sensibilidad a la luz del sol. Unas leyendas dicen que la estaca tiene que ser de un tipo especial de madera tal como el fresno. La raz�n de esta creencia es que el coraz�n es asiento de vida y poder.Generalmente basta solo con clavar la estaca en el coraz�n.

Decapitaci�n: La raz�n es que el cerebro tambi�n era el segundo asiento de vida. Si tambi�n cortas la cabeza de un vampiro le estar�s quitando su vida.

Ardiente: Quemar el cuerpo, parece ser un m�todo muy com�n y casi universal de librarse de un vampiro.

Espejos: Se puede matar un vampiro al ponerlo directamente entre dos espejos.

Enterrarlo con la cabeza hacia abajo: Si se sospecha que alguien puede llegar a ser un vampiro, el modo de prevenirlo es enterrar el cuerpo hacia a bajo.


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