Tierra donde las flores no quieren morir
van dejando sus raíces
en la tierra para mí
al igual que el pueblo yunga
me dejó su pakatnamú

Guadalupe
tierra milenaria




Robert Jara



A Guadalupe, mi tierra natal :

Este tributo se encandila debido a tu presencia diminuta y fragmentada en el ciberespacio. Es frustrante buscarte por horas, utilizando los mas poderosos "ingenios de búsqueda cibernética" y tan sólo encontrar fragmentos, tímidos aristas, leves pinceladas y jirones de tu carne espercidos por disímiles rincones.

Sólo anhelo con este sencillo tributo estampar tu peculiar personalidad e idiosincracia en el ciberespacio, como un todo, como un ente integral, sistemático y vivo: todo de ti en un solo sitio.

Para tal empresa, por supuesto, también he predispuesto del material informativo disperso pot toda la red, por lo que profeso un reconocimiento colectivo.




Seman



Tributo a mi pueblo...

"el ser humano es un campo de batalla
donde luchan las letras y los números

en unos vencen las letras y nace el humanista
en otros vencen los números y nace el ciéntifico...

en mí hicieron la paz
y nací yo
el ignorador de las fronteras"

"Unos han nacido para servir,
otros para ser servidos"

"Hay los que hacen y
hay los que dicen que harán"

"Las cosas se recuerdan por una de dos:
por que se hacen muy bien o por que se hacen muy mal"

"Los términos medios son ajenos a la historia"

He tenido el privilegio, ya sea debido al desinterés de los que me precedieron o ya sea debido al adormecimiento histórico de los mismos, de elevar a Guadalupe a la categoría de motivo musical andino. Si bien otros le han cantado, también es cierto que no salieron del criollismo (género musical asumido sin cuestionamientos ni reparos como el único género representativo de la zona). ¿Acaso nuestros abuelos (léase chimúes, moches, etc.) no soplaron sus quenas y sus zampoñas, no zapatearon al ritmo de sus waynos? Esta pregunta me colocó, desde mi juventud, frente a un incómodo silencio, a un vacío histórico. ¿Cómo es que esos elementos musicales terminaron excluidos de la música guadalupana? ¿Cómo es que dimanaron siendo elementos casi exclusivos del folklore andino? Folklore andino es sin duda identificado (leído) como folklore serrano (andino = serrano, ande = sierra) por la gran mayoría. Y eh allí el gran equívoco, ya que el ande geográfico no es lo mismo que el ande cultural. El primero abarca el espacio geográfico comprendido entre los 2500msnm hasta los 4800msnm; mientras que el espacio geográfico del ande cultural abarca un espacio geográfico mucho mayor, todo aquel espacio donde la cultura andina tiene presencia. Esta errónea identificación de espacios (que pertenecen a categorías distintas) implica una mutilación geográfica, la cual deja afuera a muchos pueblos, privándoles de ciertas pertenencias histórico-culturales. Esto explica, por ejemplo, el por qué a la quena se la adjudique sólo a la sierra; no obstante ésta pertenecer también al mundo musical de los yungas. Pero incluso, si dejásemos el concepto de ande cultural a un lado, podríamos devolverle categóricamente a la quena, por ejemplo, su verdadero espacio geográfico de difusión y vigencia, apelando tanto a la evidencia directa que nos proporcionan los objetos arqueológicos (en las tumbas moches se han hallado quenas y zampoñas) como a la evidencia indirecta que nos proporcionan los estudios iconográficos de los mismos (textiles, frisos, huacos...) Lo antes dicho sustenta mi premisa de trabajo: Guadalupe tiene rasgos andinos. Bajo la luz de esta premisa mi creación musical automáticamente deja de estar desenfocada, o fuera de contexto. Bajo esta premisa, el wayno, la quena, zampoña, resultan siendo tan míos como lo son para un serrano. Y bajo esta premisa, la pregunta: ¿qué hace un guadalupano componiendo música andina?, deja de tener sentido. Y bajo esta premisa me reapropio de elementos culturales que el proceso histórico injustamente se había encargado de arrebatarme. Es necesario aclarar que mi creación musical es sólo eso, creación, mas no etnomúsica, y ni tan siquiera es una recreación basada en ella; mi creación no es mas que hija de la inspiración y el trabajo, la cual se cristaliza a través de sonidos y ritmos andinos (léase peruanos) que asumo con justicia también como míos. Ahora, si a esto le sumo mi mirada crítica que tengo de la historia guadalupana, y el cariño que a Guadalupe y a su gente le profeso, entonces mis canciones (y poemas), donde Guadalupe es el detonante creativo, resultan siendo obras consistentes y naturales. Eh allí la razón de ser de mi búsqueda identataria y artística, eh allí la razón de por qué gozo y sufro, al mismo tiempo, mi inevitable proceso creativo.

Eh aquí mis canciones y poemas
motivados por aquel
Guadalupe
que espera impaciente a que sus hijos
descubran y develen su perfil milenario


Tierra Milenaria
(escuche)

Letra y música (Perú, 1993): Robert Jara
Arreglos (Argentina / Puerto Rico, 2004): AIMA / Robert Jara


Guadalupe
tierra querida
tierra amada donde crecí

Tierra donde los moches
construyeron en el pasado
un gran porvenir

Tierra florida
tierra milenaria
tierra querida que nunca se te olvida

Los vientos de la Barranca
zampoñan los labios
del simio durmiente que es el gran cerro Azul

Pa’l pueblito de Anlape
que siglos antes
floreciera en falda del cerrito Namul

Hoy tierra de héroes
de historias milenarias, filántropos, santos  y de  hombres
que aroma el arrozal

Tierra donde las flores no quieren morir
van dejando sus raíces en la tierra para mí
al igual que el pueblo moche me dejó su pakatnamú

Mi Pakatnamú
(escuche)

Letra y música (Perú, 1993): Robert Jara
Arreglos (Argentina / Puerto Rico, 2004): AIMA / Robert Jara



Los abuelos de mis abuelos
nacieron en esta tierra
tierra donde susando duro
un gran pasado construyeron

Mística historia que en el viento
por los siglos viene volando
mitos leyendas que suspiro
tras suspiro siguen viviendo

Mi Pakatnamú… pacha yunga pacha

Recuerdos quedos imponentes
majestuosas ruinas que cantan
a cuatro vientos con bravura
el sentir de un ancestral pueblo

Mística historia que en el viento
por los siglos viene volando
mitos leyendas que suspiro
tras suspiro siguen viviendo

Mi Pakatnamú… pacha yunga pacha

Te cubren los arenales
eriazos monarcas que nos privan
de verte mi Pakatnamú
como hace siglos te veías

Hermosa bella ciudad yunga
hecha de barro y arcilla
bajo el tata inti que te alumbra
y un pueblo heroico que no te olvida

Mi Pakatnamú… pacha yunga pacha

Tras tu correr largo en el tiempo
raída llegas a nosotros
como un viejo preocupado
en contarnos sus años mozos

Mística historia que en el viento
por los siglos viene volando
mitos leyendas que suspiro
tras suspiro siguen viviendo

Mi Pakatnamú… pacha yunga pacha

Mi Semán
(escuche)

Letra y música (Perú, 1994): Robert Jara
Arreglos (Argentina / Puerto Rico, 2004): AIMA / Robert Jara


Vengo caminando
desde muy pequeño
Oyendo tu canto
oliendo tu aliento

Mi Semán  fiesta soy
andando tus callecitas de polvo
Mi Semán  fiesta soy
corriendo entre la hierba y el  surco

Son tradicionales
tu Cruz de Motupe
San Isidro San Lorenzo
el Quemaño y el buen Yunse

Chichitay pa’ tomar
pa’ tomar ay que chicha rica
Causitay pa’ picar
pa’picar ay que causa rica

Arado es tu vientre
por yuntas gemelas
que  siembra y cosecha
tu bravía gente

manitos callitos
pellejos de tanto sol  tostaditos

Tres ponchitos al año has de vestir…un ponchito amarillito
tres ponchitos al año has de vestir…un ponchito verdecito
y un ponchito un ponchito color tierra

Tributo a los héroes

El hecho historico que sirve de materia prima para la creación literaria (Cantata al silencio) y la creación musical (Héroes del silencio) que presento en este trabajo, es el siguiente: Una mañana del 28 de octubre de 1881, tres modestos zapateros, Justo y Fernando Albújar (guadalupanos) y Manuel Guarniz (jequetepecano), fueron fusilados por soldados chilenos, que se habían apoltronado en Guadalupe durante la guerra del Pacífico. Estos tres hombres fueron acusados de disparar, unos días antes, contra un soldado chileno, que caminaba por la calle. A pesar de su inocencia, y de conocer al verdadero culpable, prefirieron a la delación el silencio. Sí, ese silencio patriota, inasible, al que no renunciaron ni ante la tortura, ni ante el encarcelamiento… ni ante la muerte misma.


Héroes del silencio
(escuche)

Letra y música (Perú, 1992): Robert Jara
Arreglos (Argentina / Puerto Rico, 2004): AIMA / Robert Jara


Y ¡zas! brama la bala
y ¡zas! cruza la calle
tumba el kepí enemigo
y al araucano enfurece

Todo Guadalupe
llora tras de Fernando
tras de Manuel y Justo
que avanzan pecho en alto

Hacia la morada final
acusados del disparo
tierra de donde brotarán
los héroes del silencio

Tres cultos zapateros
a punta’e clavo y martillo
en los cueros de la historia
grabaron su blanco ejemplo

Y se oyen los disparos
y los cuerpos caen
pólvora es el viento
la tierra viste sangre

Vaya de nada valió
su inocencia flor de campo
furioso araucano segó
tres vidas que hoy son canto

Y la pachamama
se vistió de sangre
y el tata inti
ya no los alumbra

Cantata al Silencio
(poema)

Semán, Guadalupe, 1996


A la memoria de
Fernando y Justo Albújar
y Manuel Guarniz

"Y la pachamama
se vistió de sangre
y el tata inti
ya no los alumbra"

(De la canción Héroes del silencio)


Pueblito  
polvorientas callecitas
sombreritos de enea
               sombreando
               hileras de adobes
                               de caña y
                                     de barro
runruneas
bajito
con telarañas
         polillas
                y pititos de barro

Pueblito
acurrucado miras cómo juega
el viento con el polvo
y cómo
te cosquillan
los huraños remolinos

Sí
con sus deditos de viento
que surcando
        arenales
            tópanse en los pies
                  del cerro azul
                          tan soñoliento…
                         Aún se abrazan
                          y se arrullan 
                          y se adoban de besos

Pueblito
       rumor de lluvia sobre el agua
             martilleo lejano
                    sereno beso…

Clavel soledoso
trepadito
del ombligo milenario
parloteas
estirando tu frontera
con el cerro Namul
                    añoso y silente
                    perfil de piedra 
                    congelado de tiempo

Pueblito
apenas el sol despereza 
y los gallos 
       trizan el silencio
se cuela
por tu tímida penumbra
un coro de pasitos
       laboriosos y apurados
       hundiéndose 
                     en la hacienda

Pueblito
     murmullo de río que baja en otoño
          eco de sauces
               pañuelo de viento

Sí
granito de arroz
a esconderte corres por las tardes
en los brunos ojos de la noche
pensativo
cuando  tu yunta  milenaria
                            trencitas rubias
rumia  sueños de hierba

Y así
polvo viento sol y  la luna…
            juguetearon
            con tu paz de piedra
            que escurre
            que trasciende
            por poros  muros y jirones

Tus puertas
boquitas de lata y  de madera 
		/siempre bostezando

Pueblito
hasta que halcón desciende 
y perturba el rumor
      de la lluvia sobre el agua…

Descoloran 
de calles nerviosas
                   los perros
                                   y sudan  
                    ófricos agüeros
en ángulos de nostalgia 


Salobre rocío
ojito de agua
comunal cachete mordisca

Lugubredad 
cada poro 
cada hueso chupa y escupe 
           
Ironías viste
la redondez mulata de las ojeras

Como ojitos  de muerto
las puertas se trancan

Entre arrullos
de arroz y algarroba
                  tejes nido de balas
en olores de pólvora
halcón 
frotando tus alas 

Octubre veinticinco
     mil
          ocho
               ochenta y uno …

El sol
alza tras los cerros
sus dedos de algarroba 

La tierra
alumbra tropeles corajudos
que sin leñar
vetusta rama
            azuleja
            hamaca 
mudos remecen
canas
amorosos de prole

Las callecitas
se ahogan de humo
orejando
         el zumbar 
                 de cobrizos zancudos

El ave
      afila
      su pico filudo
      bambolea sus alas de fuego

Jura atizarte
pueblito
en su galgo fogón de leña

Guarece
trocito de tu suspiro
                     enea
                     pecíolo temblando
                     en vendavales
con oreja  
entre arrullos
de tierras distantes

El sol descuelga
de la cintura soleada y tristona

Ay
ave azuleja
       leve picotea
       te un zancudo
y graznas herida
            ¡ FUSILENLOS!
Y te ensañas
a picotear la yaya colectiva

Eclipsas
la inocencia
             flor de campo
del trío 
que juega
entre cueros
         clavos
              relojes
                     y martillos

¡No picotees seis ojitos!

Alcancías
        bolsillos
            pañuelos humildes
erigen
cordilleras de plata
		(el pancito pa’ mayo
                 es pancito pa’ octubre)
pero 
meces tus alas sedientas
devoras/alturas halcón
hasta que huiritos
                verdes maíces
avizoras

Tanta pobreza tanta
no ahuyentó impías alas de gatillos…

Sentóse a llorar 
de rodillas
         a orillas del mar
                aquella tarde sonora

Pueblito
arqueado
	trenza’ e susurros
	trenza’e plegarias
te asomas al ave
volando brujitos 
	calientitas  humitas pa’ lonche
	brujitos del alma
	esquirlados
	al “NO” aromado de horrores

Es
’ña ley marcial
                herida ave
el más absurdo de tus peones

Octubre veintiocho
     mil 
         ocho
             ochentiuno…

La alborada
no escucha
coro de agónicos pasitos...

La fábrica
no pita su tono de sapo

La luna susurra agüita  fría

Mil ojeras
    mil congojas
        mil llantos sedentarios
            mil consternaciones
                   tres martilleos
                   seis fúnebres pasitos 
rumian greda
destejen  nichos
deshojan relojes

Procesión filosófica…

Ojitos de yunta
clavan en arco
color de ladrillos
          ajada boca
          paz  de huesos con reuma 
y no rematan la lluvia…


Muros raídos
                    de camposanto
                    con pañuelos de cal
nos vendan los ojos
    
Se estremece el silencio…
	tartamudean los fusiles 
	enjambre de balas
	y se desploma brutal
              el monolítico tronco
(el silencio no suda ni tiembla)
             y se subleva
                el  martillo sobre el clavo
                el  clavo sobre el cuero
                la  historia sobre el olvido
      
¡Cómo puja el shapingo!

El ave
serena se aleja 
alas de pólvora meciendo

La mañana
     tiznada de humo
los  puquiales
suman un denso aguacero
La pachamama 
viste 3 sangres
      orlada de un mudo 
           sombrero de junco
el tiempo viste de historia
amauta
                pispada de yayas

Ignoro
      a dónde
           el sol
                  se iría a llorar…

Cogollitos
de arroz macollado
históricos tallan
con cacharpari de lutos
un epitafio:

Echaremos raíces  en la tierra
Tata INTI
alúmbranos por siempre

Fecunda la lúgubre mañana…

En húmeda 
      atmósfera salobre
coquetean
y vuelan 
              humito
              de fumonas chimeneas
tres siluetas
un grito de silencio

Testigo muro de holocausto
patético resuella  


Silencio acribillado…

Salobres 
oquedades destilan gotas
		sabor de bala          
		sabor de barro
               
Lóbregas tertulias y  penumbras
desteje el tumulto…

Carga en su pupila
óleos de tierra
de azules
     de grises
          de rojos…

Pasitos plomos
se destejen
por hondas callejuelas
caras de guatopas
                         agujas
                               clavándose
                                     en el alma

La tarde abraza quejumbrosa
tres ataúdes de sauce…

Y rezuma  lamentos
ternura evocaciones
                  Una indecible
                  mixtura de orgullo
                  rodea al plateado ofertorio

Ignoro
    a dónde
       la luna
           se iría a llorar…

Lechuzas 
moscones y  gatos…

La negritud
de la noche
es apenas agujereada
por la luz
              de un candil
                                 que cuelga
              del umbroso velorio

Grillos rondan
tañe y tañe endechas 
con sus caramillas lastimosas

Las luciérnagas sus fosforitos
no encienden …

Como tortuga tristísima
va deshilándose la noche

Madrugada cetrina
denso baúl
            de dolores nocturnos
el sol te deshila
sin besarte
		Nunca oyóse
		del gallo
            	su cántico orondo

Ignoro
    a dónde
        el sol
            se iría a llorar

Plañidera tarde 
te sientas 
al ala
                       del cementerio
y a dúo sin fondo
lamentas con el prolijo algarrobo
el árbol más centenario
Ojean
marcha mortuoria
	que solfea melodías
            	trilladas
avanzar obesa
al criadero de huesos

Ataúdes
en hombros de cera
danzan murmuran un ayataki 

El tañer
latoso y fúnebre
de una trompeta
y el lejano repicar
de una vieja campana
impunes taladran
        la medula ósea

La tarde sabe 
de azules crepúsculos
	trinan 
              bandadas de pájaros
tristones y entumidos
y de huecos  solitarios y nocturnos
y de campanas
       mientras Inti  cosquillea
       el ombligo al cielo guatudo.

Santa tierra
descuelgas tus pezones
sajas tu vientre
                 y papachas  tres huaquitos
                   cactus inocentes
	           semillas condorcanqui
muerta de alegría

Tumulto desteje guatopas...

Mil cruces
mil coronas
       mil ramos
             mil rosas 
                  un monolítico dolor
OH trastos mudos
tristísimo boceto
estoica cantata
	     
	
      ¿Qué orejas
       qué orejas no añoran gorjeos de pino?

Las playas
dejan de silbar
el sol y la luna
ignoro
    a dónde
        se fueron a llorar…

Qué nochecitas
caray 
tostado café
poto`e  callanas comunes…

Reloj
aceza
               pueblito hacendoso 
y te acurrucan
el rumor de la lluvia sobre el agua
el murmullo de río que baja en otoño
la boquita callejera que bosteza

Mis hermanitos
no arrearon bala perdida…
Yungas
de arcilla cocida
antes que el suspiro egoísta
antes que borrarse con el dedo
                al pie
                del  roto acantilado
beben
la mudez perpetua
que el gran cerro Azul
y el cerro Namul
inmemoriales destilan

Calcaron
de tus calles
            hogarcito hilado a gavera
en agónicos minutos
           mortaja de chiscos
           achicorias 
           uñas de gato
el suave rumor
    de la lluvia sobre el agua
         el martilleo lejano
              el mullido beso…

Almorzaron nombre:
boca llena balas no escupe 

OH silencio de huaco
                       de camino 
		de sombra
                                  de piedra 
alumbraste entre sangre
                           coronas
                           y endechas
héroes de  oro

¿Y si hubieras muerto?
¿Qué historias
  juguetearían en mi oído?

¿Sabes?
el rebelde
con su hilera de crías
ha vuelto a danzar
al son de tu bombo
                   Ya no lechucea  
                   (nervios hebrados)
                   vaivén de alas glotonas
                          
       Pueblito añoso
       que trotas
              danzando
                     en mi ser
       entre tibios aromas
       de tierra 
             de piedra y
                  de arroz
       entre frescuras
                    salobres
                        de brisa de mar
       entre ojeras y arrugas
       del tiempo que se va…

       me peinabas
       pueblito
       igualito que mamá 

Robles
despiojan al viento
  	      sombra de tul
cantan
mixturas de penas
                    alegrías y orgullos
izan pueblito 
desde la amnesia 
	helada y  fatal

Ay terruño
                 preñadito de amarus…
las playas
vuelven a sus silbos
el sol y la luna
a escarmenarte con sus dedos de luz

Cerrito Namul
flameando
todo el vuelo de tu falda
zapateas y  bailas un wayno
con el gran cerro Azul
tu eterna pareja
que hace 
       mil garabatos
              con su pañuelo 
                      de viento

Coro 
sabor a terruño… 
llama sempiterna

Compás
          triado   
                                       grave  
            y remoto
parpadeo 
            ahorcajado
            en caballitos de totora
palpas aromas taciturnos

Lunita
      ya ojito dormido
      ya ojito despierto
jugaste al ampay
             con lechuzas
             murciélagos y
             aullidos
hasta que olvidamos
garras y plumas
hasta que la blanca
                                gratitud
                      tejióse
          comunal y colectiva
en pro
de silentes cenizas 

Tun-tun
	aliento`e guayabas
	rumor de palmeras…

Sabia memoria 
           de piedra
           de sal y de tiempo
siempre  profanas la tumba  del silencio

Te hincas al pie
del  los héroes del silencio
a rendirles homenaje

Tu poncho de barro
                             pueblito
parchas con piedra
mordisqueando sembríos

Silencio
canoso bravío y heroico
trenza de muerto
que crece
burlando ataúdes y nichos
             
Silencio
canoso bravío y heroico
              algodoncito sangrante
izas
pasiones soñolientas

Hoy 
al pie de cenizas
de más de cien almanaques oigo
ecos…
         golpe de bala en cresta
         comunal ayataki
         con collares de sal 
         de  “ojitos de seis de la tarde”
ecos…
         graznido sañudo
         mama de muerte trilliza
ecos…
         bramar de cobres  taladrando carne
oigo
         al trío desplomarse trigueño
oigo
          crepitar
                     de fuegos
                     ahuyentado anonimatos
                        
Ecos
ecos
          ecos
               de campo santo
               aliento’e fermentada madera
petrificando mis orejas

Aroma 
a sangre tibia 
wayneas y mojas el viento:

                hermano
                padece heroicas venas

La humareda
distante
con su olor
a pólvora quemada
intenta
          volver a la bala
          al cañón del fusil
no aguanta
                  bajo manto
		    fresco de viento
el yugo
de su memoria

Hoy
entre suspiros milenarios
pueblito
teñido de verde
               de amarillo 
                      y  de tierra
diviso un trío encamotado
guiñando mi saludo

¡OH
prístinas siluetas
hijas de huacos  peruanos!
    

Namul
(poema)

Namul
          grito de piedra
                                 soledad del ande

El silencio grisáceo guarda en tus faldas coquetas
el baile 
           de  milenarios cantores

El tiempo suspira sin dientes
y orla casitas de barro en tu falda silbadora

Namul
         puño pétreo
                           murmúrame la oscura historia

¡Namul
             di que sí
soledad del ande grito de piedra!

©Robert Jara
(www.geocities.ws/robertjaravelez/)
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