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En España también se agudiza la guerra liberticida
Los europeos
esperan que sea el Estado el que lo resuelva todo. Jamás habrían
hecho los actuales inquisidores su agosto en caso contrario
Alex Kaiser, analista chileno
La propaganda totalitaria puede controlar la opinión de la gente
en países democráticos
George Orwell
DICIEMBRE,
2020. Paradoja de paradojas: mientras todos los países
latinoamericanos que tienen como lengua oficial al español incluyen en
sus programas educativos su protección y su conservación como parte de
su cultura, en España acaba de ser aprobada la llamada "Ley Celaá",
propuesta por Isabel Celaá, ministro de Educación de la coalición
PSOE/Podemos.
La citada ley prácticamente destierra al español como lengua oficial en
los planteles pertenecientes a las regiones autónomas por lo que su
enseñanza se "limitará" hasta la primera enseñanza (primaria). Y aunque
uno de sus puntos iniciales en nombre de la "inclusividad" proponía
eliminar los institutos que atienden a los niños que requieren atención
especializada para ser enviados a los planteles regulares --algo que
habría significado una virtual sentencia para estos niños cuya educación
por necesidad es radicalmente distinta-- este punto fue detenido en las
cámaras, no así el punto donde se establece que las carreras
históricamente estudiadas por hombres ahora deberán abrir más espacios
para que ingresen mujeres, y viceversa. Dicho de otro modo, la "Ley
Celaá" redundará en que España tenga un número mayor de graduadas en
Filosofía y Letras aunque existen amplias dudas que se dé otro tanto en
la cantidad de graduados en Cosmetología.
Asombrosamente, el principal sindicato de maestros de España no ha
protestado en lo absoluto pese a que esta "Ley Celaá" afecta
directamente a su planta de profesores de español en los niveles
superiores, un contraste enorme luego que el gremio organizara
multitudinarias manifestaciones durante el gobierno de José María Aznar
cuando éste quiso realizar una serie de reformas necesarias que tienen
totalmente descapitalizado al sindicato de maestros.
Y como si fuera parte de un guión, la televisión ha sufrido una radical
transformación "woke" en España los últimos cinco años (allá se les
llama "conscientes", aunque nadie puede explicar "conscientes" de qué).
Los programas de comedia ibéricos se han visto inundados de "guiones
inclusivistas", personajes "non-binarios" o trasgéneros, algo que suele
acompañarse de guiones realmente malos, enfocados más en promover
plataformas politizadas.
Por su parte, Radio Televisión Española (RTE), la cadena oficial más
grande del país y financiada por los abrumados contribuyentes españoles,
se ha convertido igualmente promotora "consciente" al tiempo que sus
noticieros en nada envidiarían en loas al Pravda en sus mejores tiempos
de dictadura soviética respecto al cada vez más autoritario gobierno del
presidente Pedro Sánchez y a su escudero Pablo Iglesias.
Con excepción del diario ABC y páginas como libertaddigital.com, la
prensa española se encuentra totalmente en manos de activistas
izquierdistas al servicio de Pedro Sánchez e Iglesias. Y en curiosa
coincidencia, ninguno de esos diarios "progresistas" españoles publicó
información alguna sobre el escándalo del hijo de Joe Biden aunque eso
sí, todos ellos dieron amplísima difusión al "juicio político" contra
Trump y a un libro escrito por una de las sobrinas del presidente
norteamericano.
Y además de la agresión al idioma español que conlleva la "ley Celaá",
la Academia Española de la Lengua está siendo presionada para que acepte
los "pronombres inclusivos" como "elle/elles" o "latinx". Y si bien
desde un principio la RAE rechazó la segunda propuesta con un argumento
impecable (no existe una sola palabra en español donde a la X no preceda
a una vocal) pero en la primera, la Academia "validó, aunque no aceptó",
que los pronombres personales "no binarios" terminen con la letra "e",
si bien en otro tuit posterior la RAE se retractó y afirmó que "ningún
cambio al respecto" estaba contemplado.
"Además de la absurdo que resulta prohibir el español en esas
provincias, ello aislará a esas comunidades y les impedirá realizar
transacciones con otros países y regiones dado que, por ejemplo, en
América latina, menos del uno por ciento de sus habitantes habla
catalán, vascuense o valenciano y en el resto de Europa la cifra es
igualmente baja", escribió recientemente el columnista español Cayetano
González en la página libertaddigital.com. "La intención segregatoria es
evidente".
España comenzó a caer en su actual pesadilla durante el gobierno de
Mariano Rajoy, un "conservador" pusilánime a quien su autoridad
prácticamente se le deshizo entre las manos. Terminado el gobierno de
Rajoy sobrevino un largo periodo de "vacío" de gobierno hasta que se
conformó la coalición entre Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero
Español (PSOE) y Pablo Iglesias, líder de Podemos, otra coalición de
grupos izquierdistas que abarcan desde los Okupas --versión española de
los "paracaidistas" que existían en México en los años 70, junto con
vividores que "expropiaron" a desalojar las viviendas que rentaban,
alegando que sus dueños legítimos eran "oligarcas"-- , así como un
ejército de "activistas" adoctrinados, buena parte de ellos en las
universidades norteamericanas, "artistas" de toda laya "directores de
cine" y todo aquel que siente ostentar derecho divino para que el Estado
le esté proporcionando subsidios.
Ambos personajes afirman ser "equidistantes" y "muy distintos" pese a
tener un objetivo en común, llevar a España al socialismo y de ahí al
comunismo. Queda claro que el "flanco" de la "revolución cultural" que
sufre España le fue encomendado a Podemos, el cual ha reproducido casi
íntegramente la plataforma woke que se está aplicando a rajatabla en
Gran Bretaña y en Estados Unidos.
Y al igual que en los años previos a la guerra civil, la izquierda
española actual parece estar siendo asesorada por su similar
norteamericana; de hecho buena parte de sus fines no han cambiado,
básicamente dos: la destrucción de la monarquía y la implantación de un
gobierno comunista, esta vez imitando el modelo chino.
El ensayista y periodista Federico Jiménez Losantos, director de
libertaddigital, publicó recientemente La Vuelta del Comunismo, un libro
donde da cuenta cómo el PSOE se fue moviendo más a la izquierda como el
Partido Demócrata norteamericano, cómo mientras en Estados Unidos se
atiza el odio racial para crear divisionismo, en España se echa mano del
discurso regionalista, cómo los planteles escolares se han convertido en
centros de adoctrinamiento más que de enseñanza, cómo los valores
morales son ridiculizados y tachados de anticuados en la televisión, el
cine, la música, las "revistas de modas" y cómo se hace mofa de la
iconografía cristiana y cómo mencionar el nombre de Francisco Franco se
ha convertido poco menos que un insulto personal (algunos políticos
podemistas, entre ellos Iglesias, han exigido amonestar, incluso
arrestar, a quien invoque el nombre y/o apellido del dictador.
Por cierto, Jiménez Losantos encontró un dato que Podemos había hecho lo
posible para mantenerlo el secreto: Manuel Iglesias, abuelo paterno del
dirigente podemita, fue un agitador comunista en los años de la guerra
civil y cómo al terminar el conflicto vendió su lealtad y escribió una
meliflua carta de clemencia a Franco le llama donde aparte de llamarle
"Serenísimo señor y Príncipe de Santiago", "genuino y glorioso salvador
de nuestro país", "en su corazón magnánimo de heredero insigne de las
glorias de aquellos reyes y teólogos de nuestro Siglo de Oro" terminara
convertido en funcionario franquista cuando obtuvo el perdón franquista.
Sobre Iglesias, un personaje de aspecto tan descuidado como desagradable
(sin dejar atrás el molesto timbre de su voz) éste ha demostrado cómo es
posible brincar de la nulidad como mediocre profesor universitario a una
de las posiciones más altas del gobierno español, la del vicepresidente.
"Es inconcebible cómo alguien tan incompetente como Iglesias esté a un
latido de corazón para convertirse en el gobernante español", escribió
Jiménez Losantos, "eso nos habla de la terrible desinformación que
sufrimos y la destrucción del mérito como elemento de valoración
como elemento de la política". En otra ocasión Jiménez Losantos
escribió: "La coalición Podemos/PSOE tiene como objetivo y obsesión lo
que no pudo conseguir en 1936".
O como refirió el columnista ibérico Armando de Miguel: "Gente como (Pablo) Iglesias habrían sido echados de la palestra política tras recibir apenas un puñado de votos hace apenas unos años. El que hoy se encuentra donde está es preocupante, un negrísimo augurio para nuestro futuro producto de la desorientación y manipulación que padecemos".
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