CREHO, Centro de Restauración de Homosexuales del Perù

"Las cosas viejas pasaron, he aquì todo es hecho nuevo"

 

No son mentiras, es real, Tù puedes dejar de ser homosexual, si lo quieres.

Historia Real: David

 

Historia de Harry: Llevando una doble vida a oscuras

A penas nació mi último hermanito mis padres se separaron. Yo, como hermano mayor, tuve que enfrentar desde muy pequeño el asumir responsabilidades de hogar que mi padre no asumió nunca y mi madre por su constante trabajo no podía hacerse cargo.

Tenía 10 años, mi hermana 5 años y mi recién nacido hermano, el matrimonio de mis padres era de mucha incomprensión y mi padre se fue a Chile a trabajar. En realidad esta era la excusa que me dijo porque la relación con mi madre era para él insostenible . Mi mamá tuvo que hacer de padre y de madre para con mis hermanos, pero nunca pudo llenar el vacío de padre para mi que lo extrañaba siempre y nunca pude superar su ausencia.

A los 12 años en la escuela era un muchacho tímido e introvertido, como siempre estuve dentro de casa, no fui un muchacho de tener amigos en mi barrio, no conocía lo que era tener una verdadera amistad, ni el hablar juvenil de los muchachos de mi edad. Entiendo que mis compañeros de escuela me veían como un tonto que no participaba en nada y uno que otro compañero hostil me hacía bromas pesadas que me dolían mucho como por ejemplo ensuciarme la ropa con tiza, me golpeaban, me echaban la culpa de toda travesura ante los maestros y era para mi el ir a la escuela una tarea muy triste.

 

 

 

Una tarde al salir de la escuela, recibí una agresión pero esta vez apareció en mi defensa un muchacho llamado Felipe, era mayor que yo y de porte atlético. De inmediato impuso respeto y evitó que me molestaran mis compañeros. Desde esa tarde hicimos un pacto, seríamos de mutua ayuda y colaboración, como verdaderos amigos. Felipe había hecho una advertencia a mis molestosos agresores: si se meten con Harry para molestarlo en realidad están buscando pelea conmigo.

Nunca tuve un padre que saque la cara por mi, que se ponga al frente en mi defensa o que me lleve a la escuela imponiendo autoridad. Un casi adolescente de 12 años no está orgulloso que su madre salga en su defensa porque parecería muy aniñado. Un verdadero varón anda con su padre, y esto es justamente lo que veía en los campeonatos deportivos escolares, donde mis compañeros jugaban y alentaban sus equipos con sus padres pero yo no tenía al mío. Felipe fue un gran apoyo para mi en mi vida, no solo escolar sino emocional. Sin él no creo que hubiera terminado bien la escuela y mi dolor se hubiera prolongado demasiado. Siempre le estuve agradecido por lo que hizo.

Desde ese año se formo una fuerte y larga amistad, mi madre lo conocía y nos permitía hacer las tareas juntos en mi casa hasta tarde. Yo también conocía a sus padres y hermanos, salíamos de paseo juntos e incluso empezamos a compartir amigos en común, era una vida más alegre y más en paz. Era como volver a vivir confiado en alguien que sabes que no te abandonará, que siempre estará allí no por alguna obligación sino porque se preocupa como amigo por ti, y esto era totalmente nuevo para mi.

Continúa Parte 2

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hosted by www.Geocities.ws

1