Metapocatástasis de Civilización

PRÓLOGO GENERAL

“Metapocatástasis es la unión de dos vocablos griegos: Apocatástasis significa volver a unir lo que está roto y en pedazos; meta es una preposición inseparable que indica ir más allá. Entonces, Metapocatástasis de civilización quiere decir volver a unir a la hoy rota y en pedazos civilización actual, pero para ir más allá, para construir una civilización mejor para todos”.

¿Por qué encabezar un libro con el epígrafe anterior? ¡Vaya palabreja! Porque convencido ando de que hoy de eso se trata en la defensa de la supervivencia de la especie humana. Todo peligra si continúa existiendo la civilización capitalista que ha roto en pedazos a los seres humanos, por dentro, por fuera y en su conjunto, incluyendo en esto el despedazar a su habitat planetario, todo en el altar y culto de los intereses creados de unos cuantos, muy pocos, de los que se pudiera decir que su escudo de armas lleva como emblema el “Ser, Tener y Poder”, caiga quien caiga al lado.

El libro que vas a leer, lector, espero se encargue de ilustrarte todo lo anterior con el mayor detalle. Pero no basta una crítica sobre lo que hoy hay prisa por enviar al basurero de la historia, preciso es aún tener las ideas claras sobre a dónde se quiere llegar, a un mundo mejor para todos, e imaginar además qué vías concretas son posibles en el tránsito hacia la utopía de civilización deseada... Tengo para mí que la consistencia en la lucha a lo largo de ese tránsito pasa por tener firmemente anclado en la conciencia el deseo de realizar esa utopía, ¡lo que en ocasiones llaman “mística de lucha” que puede mover montañas! ¿Cómo diré? Hay que saber “contra qué se lucha, por qué se lucha y cómo habría que hacerlo”. El presente libro, a lo largo de ensayos multidisciplinarios que se integran en sus dos primeras partes “Un camino hacia la utopía” y “Lucha por el cambio de civilización”, aborda toda la temática anterior.

Sin embargo, en este libro hay una tercera y última parte, “Radiografía de una civilización perversa”, que pareciera romper el equilibrio con las dos partes anteriores. No porque la temática de fondo sea distinta, pues sigue siendo un exhibir “contra qué se lucha, por qué se lucha y cómo habría que hacerlo”, sino porque la forma de expresarse ya es totalmente distinta; ya no hay ensayos (excepto al final), sino ciertas formas muy privativas del arte literario, tales como obras de teatro, cuentos (alguno yo diría que “gótico”, como “El horóscopo”) e incluso una parodia del Así habló Zaratustra de Nietzsche, como “evangelio laico” que acusa sin contemplaciones a la civilización actual.

¿Por qué, se preguntará el lector, la diferencia entre el estilo y exposición como ensayo y el recurrir en la tercera parte al drama teatral, al cuento, a la parodia simuladora de un “lenguaje bíblico, evangelista”? Mi explicación es la siguiente: porque el estilo de ensayos de las dos primeras partes del libro se dirige a la razón humana, a “su lógica racional” podría decirse, y lo que exhibe la tercera parte pretende despertar la sensibilidad... y la literatura, en tanto que una expresión del arte, es a la sensibilidad humana que se orienta; hacer sentir es tan importante como hacer razonar.

Estimo que eso es muy importante. Los seres humanos no actuamos sólo por lo que la razón nos aconseja sino también, y sobre todo, porque algo nos empuja dentro de nosotros a hacerlo, porque deseamos anímicamente hacerlo. Lo resumiría así: “saber por lo que hay que luchar y además querer luchar como necesidad existencial interna”.

Y dicho lo anterior, lector, ya no tengo nada más que añadir, pues ha de ser el libro que tienes entre tus manos el que deberá decir lo que sigue.

EL AUTOR

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oximoron, marzo 2008
seminario autónomo
[teoría de redes y sistemas complejos]
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