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La geografía del
territorio argentino es muy variada y atractiva. El
Noroeste no escapa a estas características y el conjunto
que conforman las provincias de San Juan, La Rioja,
Catamarca, Tucumán, Salta, Jujuy y parte de Santiago del
Estero se presenta con un escenario de imponentes
montañas, hermosos valles y límpidos ríos. La sección norte de esta región mantuvo desde muy antiguo contactos estrechos con el Altiplano boliviano (cultura de Tiahuanaco): bajo estas influencias, la Puna y la Quebrada de Humahuaca fueron pobladas por tribus de apatamas y omaguacas. Al sur de estos, en los Valles Calchaquíes, se desarrollaron los pueblos que dieron su nombre al lugar, los calchaquíes. Al sureste, en la región del Tucumán, se afincaron los diaguitas; un poco más al sureste, en Santiago del Estero, habitaron los lules, vilelas y tonocotés; mientras que al pie de la Cordillera de los Andes, en Catamarca y La Rioja, se establecieron los capayanes. Sin duda, estos pueblos fueron los más avanzados dentro de lo que hoy es el territorio argentino, por su cercanía y contactos con las grandes culturas andinas de Tiahuanaco y posteriormente con el Tahuantinsuyo (Imperio Incaico).
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