Después de ocho siglos de luchar contra un invasor que destruyó una cultura (la visigoda) e implantó la suya propia, pero que a la vez le dió a la península ibérica un desarrollo material e inmaterial incomparable, los españoles se transformaron a su vez en invasores y destructores de las culturas americanas. Y en este suelo, en que se mezclaron la sangre de indios y europeos por igual, florecieron nuevas realidades culturales producto de ese encuentro, por así decirlo, ocasional.
Sabemos bien quiénes eran esos bravíos conquistadores: soldados cristianos empapados de un espíritu de cruzada que no había concluido con la rendición del último reducto moro de Granada, sino que se propagó como fuego sobre estas tierras ignoradas por la Vieja Europa. Pero poco conocemos acerca de los pueblos vencidos, la mayoría de las veces sólo lo que nos han dejado como testimonio los propios vencedores que, acostumbrados a luchar contra los moros (convencidos de que cada victoria suya era un triunfo de la religión de Cristo) y a capturar sus tierras y riquezas, actuaron del mismo modo frente a los indios, en la búsqueda del tan ansiado oro y la evangelización.
Producto de este contacto, como ya dijimos, somos nosotros, los americanos de hoy, que vivimos realidades socioculturales derivadas del aporte europeo sobre un sustrato indígena que se fue conformando en este continente durante mucho tiempo y del cual muy poco sabemos, porque aquél ha conquistado y dominado, mientras que éste vegeta todavía en la oscuridad.

La finalidad de este sitio es el de ayudar a desempolvar ese sustrato indoamericano, tratar de profundizar en sus milenarias raíces y valorarlo en toda su dimensión como parte importante de nuestro modo de ser y de sentir.
Desde esa perspectiva Los Primeros Argentinos indaga sobre aquellas ignotas poblaciones humanas que en un primer momento ingresaron por el norte y fueron asentándose gradualmente en cada rincón de América y en especial en lo que hoy es la República Argentina, dejando en cada una de las regiones que la componen sus rasgos culturales especiales, que constituyen la herencia -junto al aporte hispánico- de la que hoy somos principales beneficiarios.

Espero que el sitio sea del agrado de los visitantes, al igua que el material y la información que pongo a su disposición. De todas maneras, cualquier sugerencia, mensaje o crítica será bien recibida, pues nunca se termina el aprendizaje.

El autor de estas páginas con el fondo de las Sierras de Tandil (Provincia de Buenos Aires - Argentina)