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será
en Alemania donde dadá adquirirá un cariz más marcadamente
político.
nO durÓ
demasiado y la escasez de obras creadas en la ciudad quedó destruida
o fue objeto de la persecución nazi, salvo las ilustraciones y dibujos
de George Grosz, Heartfield y otros, los pocos que se preocuparon de
propagar su obra por el resto de europa.
Berlín
y, en menor medida, Colonia, fueron los únicos países
que adoptaron posiciones políticas desde el corazón de dadá,
así como tomar parte activa en los desórdenes sociales habidos
en la época (revolución y guerra civil alemana en 1918, proclama
de la República, independientes, espartakistas comunistas, etcétera).
Cuando realmente, dadá se oponía a la guerra reclamando
una paz revolucionaria.
Dadá
en Berlín puso su talento al servicio de una doctrina y de una propaganda.
Las preocupaciones e inquietudes de literatos y del público intelectual
"abandonaron
los ardores líricos y se situaron en su puesto de combate. Dadá
se burla de todo, nada cuenta excepto él mismo, pero aquí, no
puede burlarse del hambre y de la desesperación.
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Mientras
me tomo mi tiempo para rematar y perfilar éste y otros documentos
tú puedes tomar un aperitivo con los diálogo
post-mortem con George Grosz para Dadá 13-91
acerca de los orígenes del dadaísmo, de sus camaradas,
de sí mismo y otros paralipómenos (pasajes
de las memorias de Grosz "Un SÍ menor
y un NO mayor"). |
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En 1918, en el Salon de la Nueva Secesión, Huelsenbeck da el primer discurso
Dadá en Alemania, solidarizándose en primer lugar con los dadaístas
de Zurich para después atacar violentamente al Cubismo, al Expresionismo
y al Futurismo. Poco después elaboró el primer manifiesto dadaísta
en Alemania. Se creó también un club Dadá al que se unieron
Kurt Schwitters, Hausmann y Grosz. Todos ellos utilizaron la técnica
del fotomontaje para plasmar la realidad que les circundaba, utilizando material
visual sacado de los medios de comunicación. |