Herman Gorter
La revolución mundial

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IV

Incluso en un país campesino como Rusia, el proletariado se ha vuelto tan importante, y su desarrollo ha progresado tanto, que sus dirigentes, su partido asume el establecimiento del capitalismo y lo pone en marcha contra el proletariado.

Al comienzo de 1918 el partido bolchevique, que era aún más o menos comunista, intentó apoyarse en la ayuda de los sin tierra y los pobres. Ahora apoya a los propietarios campesinos y crea granjeros arrendados y trabajadores sin tierra --en resumen, hace el capitalismo--.

La industria ya no es de la posesión y control absolutos del Estado. La pequeña industria se ha liberado totalmente del control del Estado.

Una parte de la industria pesada y mayorista, incluyendo unas cuantas de sus ramas más importantes, ha sido entregada a consorcios formados por el Estado y el capital privado. Bajo estos consorcios los obreros son meros obreros asalariados. Estos consorcios tienen un gran margen de independencia del control del Estado, aún siendo asistidos por el Estado. Compiten con firmas privadas, y también con industrias estatales.

El comercio interior en Rusia carece ahora de restricción. Uno puede comprar y vender cualquier cosa. Los grandes y pequeños capitalistas están surgiendo por todas partes, tanto en la ciudad como en el campo. El capitalismo está creciendo con el comercio en Rusia, como anteriormente lo hizo en otros países, desde la base de un Estado campesino. El capital creado por el comercio es usado en fundar o agrandar bancos e industrias.

El comercio extranjero está aparentemente en manos del Estado, pero realmente ya no es así. La colosal Sociedad Cooperativa Rusa, Centrosojus, tiene ya el privilegio del comercio extranjero, con unas cuantas restricciones sin importancia. El Centrosojus, que se extiende por todo el país, especialmente onde están los campesinos, fue siempre y es todavía una institución capitalista-burguesa. Aun ahora dirige su comercio según principios puramente capitalistas. Los grandes consorcios todavía requieren el consentimiento de los departamentos para su comercio extranjero, pero ellos son demasiado poderosos para que cualquier demanda sea denegada. En la Haya, Krassin dió a los representantes de los grandes Estados una larga lista de tales empresas comerciales.

El Gobierno ruso está preparado para hacer grandes concesiones a capitalistas extranjeros. Dio a Krupps cuatro millones en empresas agrícolas extranjeras. Ha repartido varias concesiones en el petróleo, los bosques, las minas, y así sucesivamente.

Las finanzas locales han sido separadas de las finanzas del Estado. Uno puede entender qué uso han hecho los propietarios campesinos de este poder. Los salarios son introducidos de nuevo, incluso los impuestos indirectos sobre el tabaco, el café, los fósforos, el jabón, el petróleo, el azúcar, la sal, la cerveza y los textiles. El fin será un banco del Estado, que actue como agente para el comercio interior y exterior y rebaje las letras de cambio.

Sokolnikov declaró en la Haya que estos derechos ya se otorgan a las personas privadas y a los consorcios que son en parte empresas estatales y en parte privadas, y que está haciendose un negocio constantemente creciente de la letra de cambio.

En una sesión del Departamento Financiero en abril de 1923, Aron Scheimann, director del Banco del Estado ruso, dijo que la sección financiera estaba a favor de permitir los bancos privados.

En las grandes ciudades de Rusia, los intercambios están de nuevo abiertos. Un ejército de contratistas, comerciantes, banqueros, agentes, corredores, especuladores, corredores de bolsa y usureros son mantenidos muy desatados por una clase de capitalismo de Estado. Hay una creciente clase media de tenderos e intermediarios, pequeños patronos, empleados asalariados e intelectuales, todos vampiros no productivos, viviendo sobre el proletariado. Junto a ellos está el vasto ejército de propietarios campesinos.

El pequeño proletariado es muy débil, a pesar de todas las apariencias de lo contrario. El ejército consiste principalmente en los hijos de los campesinos.

Todos están esperando por el comercio exterior para ser liberados por completo de todo el mundo, del mismo modo que las sociedades cooperativas, los consorcios y las altas y poderosas personas privadas. No será durante mucho tiempo.

Entonces todas las ataduras del capitalismo serán soltadas y el proletariado estará completamente encadenado.

¿Hay una gran diferencia entre la creación del capitalismo a partir de un campesino en los siglos anteriores, o incluso en el siglo XIX, en Suráfrica, Australia y Norteamérica y esta creación en Rusia?

Ciertamente, las circunstancias son diferentes en las colonias. Allí los campesinos eran libres; en Rusia salieron del despotismo, incluso en parte a partir de condiciones medievales.

¿Ya son libres ahora los campesinos rusos?

No. La diferencia entre la creación del capitalismo en Rusia hoy y en tiempos pasados es muy ligera. En el pasado, el capitalismo fue creado por los capitalistas que habían brotado de los campesinos o de países extranjeros. Ahora el capitalismo es creado por un partido brotado del proletariado.

¡Pobres obreros rusos! Incluso antes de Krondstadt no teníais poder para guiar y controlar el Estado, ni vosotros ni vuestras organizaciones. Ese poder fue apropiado por un partido burocrático y una docena de dirigentes. No obstante, habíais ganado algo mediante la revolución: teníais unos cuantos derechos y el capitalismo había desaparecido de las ciudades.

Ahora vosotros, o más bien vuestra clase, ya no tiene ninguna posesión sobre la industria y el comercio, incluso en las ciudades. Nunca se aseguró la posesión del suelo; ya no tiene tampoco los más importantes artículos alimentarios o las materias primas.

La obligación para todos de trabajar ya no existe. El Estado ya no les abastece de comida y otras necesidades. No da nada sin dinero. Hay capitalistas de nuevo, y organizaciones capitalistas. Las batallas por el salario y el desempleo han retornado, y hay incluso arbitraje obligatorio. Vuestra clase son esclavos asalariados justamente como antes.

Todavía se deja un poco de capitalismo de Estado, y los dirigentes del Estado capitalista son los viejos dirigentes favoritos del Partido Comunista.

¿Cuál es el objeto de vuestro trabajo? ¿Para qué fin creais plusvalía mediante vuestro trabajo?

Sirve al capitalismo. Primeramente, el gobierno del Estado soviético la usa para enriquecer al campesinado, para que esta clase pueda crecer y ayudar al crecimiento de la Rusia de los campesinos y los capitalistas.

El comunismo en Rusia es la apariencia que se desmorona. El capitalismo es la realidad que asciende y se expande.

Es cierto que bajo la dirección de los bolcheviques surgirá un poderoso enemigo de la revolución proletaria; un Estado capitalista ruso, sólo igualado en su vasta riqueza de recursos naturales por los Estados Unidos de América.

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