Auténtica Poesía; J Ballester Palazón

OPTIMISMO

Me desnudo, me tiendo sin la ropa
sobre un mar de palabras, sobre un lecho
de imágenes que rondan al acecho;
me desnudo y elevo a Dios mi copa.

Los versos me persiguen, forman tropa
y yo me parapeto y me pertrecho
con espíritu libre y satisfecho
y una dulce presencia que me arropa.

Dejo que el sol penetre en mis entrañas,
que el alma se me llene de poesía,
que la sangre se tiña de lirismo.

Hoy la lluvia y la sed me son extrañas,
me es extraña la ausencia que solía
y en mi vida amanece el optimismo.

Juan Ballester

foto de Juan Ballester

Juan Francisco Ballester Palazón nació en Madrid (España) el 18 de septiembre de 1960.
Realizó sus estudios de Enseñanza Media en el Instituto "Santamarca", y la carrera de Derecho, en la Universidad Autónoma de Madrid, obteniendo la licenciatura en el año 1985; durante los años 1989 al 1997 ejerció el oficio de abogado.

En relación con sus aficiones literarias, es autor de diversos poemarios, así como de medio centenar de cuentos —sin publicar en su mayoría—. Colabora en algunas revistas de ámbito local y ha realizado algunos recitales poéticos.

En 1994 obtuvo un accésit en la 2ª edición del concurso de cuentos "Decano Pedrol", que convoca el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, por su relato titulado "Juegos de Butaca".

En el año 2000 resultó finalista de la 9ª edición del concurso de poesía "Rodrigo Caro", que convoca el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, por su colección de sonetos titulada "Largo y tendido".

Juan Ballester es un poeta con vocación y oficio de poeta. Sus versos se le escapan saltarines y alegres por entre los dedos, tal como agua fresca de una fuente natural y cristalina.
Su poesía abarca temas muy diversos y a través de ella se adivina una persona sensible, romántica y muy observadora del universo que le rodea.
Juega con las letras con dominio literario, como quien se complace repartiendo coloridos matices en un lienzo paisajístico.

Los argumentos de sus poesías son un lírico cántico a lo cotidiano y sencillo, y a la vez, a lo intangible y eterno. Otras veces, derivan por senderos de añoranzas amorosas.
La gran proeza de enfrentarse al papel en blanco, la supera con brillantez mediante el uso de metáforas cargadas de bellas imágenes de auténtica poesía.

Juan sabe descargar en el seno de sus versos toda la nostalgia y el dramatismo que impulsan la necesidad de contarnos sus hondos sentires.
Esos sentimientos que van desde el cántico alegre de esperanza, hasta el más oscuro y recóndito pesimismo. Que nadie se pierda el saborear la lectura de esta cuidada antología.