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La Galería de Donantes, es una parte muy importante de nuestras paginas en la Internet. Nuestra intención es la de honrar a esas personas que DONARON una parte de su cuerpo en VIDA. No al finalizar su vida, sino EN su vida.
Cabe aclarar que estas donaciones, por ley, solo son entre familiares. Estos seres tan especiales son socios de la ATEPAC.
Aunque no se mencionan en esta pagina, los cónyuges, padres, hermanos, médicos, equipo médico y todos aquellos que estuvieron relacionados con el proceso de la donación también tienen un gran lugar en nuestro corazón. Deseando que todos sean un gran ejemplo para promover la Cultura de la Donación. Si no hay donantes, no hay trasplantes.
Si deseas escribirle a los donantes, y no tienen correo electrónico a la vista, Contacta con la ATEPAC® quien les hará llegar tu comentario.
Muchas gracias.
 


 

Trasplante de órganos, la oportunidad de seguir viviendo 
Donación: se calcula que 100 mil personas están en espera de un órgano para seguir viviendo 

Conocer a fondo el tema de la donación de órganos inicia cuando las enfermedades se acrecentan en el cuerpo humano. Todo empieza por un simple malestar o alguna enfermedad que resulta ser hereditaria.

Por ejemplo, Raúl Buenrostro en 1996 sufrió un infarto y posteriormente le tuvo que ser transplantado un corazón. 
Óscar Huerta Herrera, por su parte, dice: “De repente salió que necesitaba un trasplante de córnea, que también jamás lo habíamos visto y uno nunca piensa que podríamos necesitar algo así”. 
"Me hicieron estudios generales y como a los 3 meses me dijeron que tenía insuficiencia renal, que necesitaba de un riñón y para mi fue trágico", comentó María Inés Martínez. 
Sin duda, es un golpe fuerte saber que de la noche a la mañana usted o yo podríamos necesitar un corazón, un hígado o un riñón, para seguir viviendo. 

Para Raúl Buenrostro fue como ganarse la lotería recibir un corazón. 
Algunos pacientes toman medidas cuando saben que necesitan un transplante. 

Como Antonio Robles Reyes, quien antes de recibir un hígado, empezó a buscar la forma de que su familia quedara protegida económicamente “y sabiendo que mi mal era grande, traté de vivir mi vida al cien por ciento". 
Sin embargo esta clase de órganos no se adquieren en la tienda de la esquina, hay que esperar a que se de y sobre todo que la familia esté conciente, cosa que muchas veces es difícil. 
Los familiares son los que luego se rehusan a donar los órganos de sus seres queridos, ‘es que es mi esposo cómo lo vamos a enterrar hueco, que no se lleven sus órganos’, son algunos delos comentarios, pero esto revela la falta de cultura, señaló Rómula Devesga Conteras, quien recibió hígado. 

De acuerdo con el doctor Luis Terán, ex-director del Centro Nacional de Trasplantes, con las campañas de concientización aparentemente las cosas están cambiando. Mucha gente ya está aceptando de buena gana la donación, inclusive se da el caso que los familiares de un fallecido nos hablan por teléfono para que vayamos a tomar las córneas, comentó. 
Gracias a eso hoy mucha gente vive para contarlo. Raúl Buenrostro, recuerda que cuando recibió su nuevo corazón, todavía le preguntaron que si lo aceptaba, “yo ya no lo pensé y le dije que sí”. 

María de los Ángeles Vargas, recordó: "El doctor me dijo al verme muy triste, te prometo que el próximo año te trasplanto no sé cuándo pero te voy a trasplantar, entonces yo pensé que era de lo mismo que el doctor me daba ánimos y cuál va siendo mi sorpresa que al otro día de mi cumpleaños me llegó un hígado". 

Para quien lo necesita, recibir un órgano es como volver a nacer. María Inés Martínez expresó: "Amo la vida, amo a mi donador aunque no lo conozco, no lo conocí no tuve el gusto”. 
"Hoy estoy más contenta, es distinta la vida y la sigues viendo distinta como que te humanizas más con tu prógimo", comentó Rómula Devesga Conteras, depués de recibir su hígado. 

Pero aún falta mucho por hacer, se calcula que 100 mil personas están en la lista de espera. 
Antonio Monrroy, es uno de los que espera un riñón: "No pierdo las esperanzas, no se me hace un camino inútil, no pienso en que no voy a lograr nada, no lo tengo en mi mente para nada". 
Córneas, pulmones, corazón, hígado, riñones, piel y hasta huesos, pueden ser trasplantados a personas que los necesitan para seguir viviendo. 
Estadísticas revelan que anualmente en México se practican al año solo 4 mil trasplantes de todo tipo. 
Éste podría ser un buen momento para ofrecer una oportunidad más de vida.



Juana María.
Puebla, enero 2002.
En México, aun se recurre a los donadores vivos familiares para recibir el beneficio de un trasplante

Por la falta de una Cultura de la Donación en México, es que los pacientes renales deben de acudir a un donante familiar vivo.

Para Alejandro, un joven de 13 años, su nueva vida comenzó el 28 de diciembre del 2001.
Le declararon Insuficiencia Renal Crónica (IRC) un par de años antes y después comenzó a ser tratado con hemodiálisis por siete meses.
Los tramites para recibir un riñón de cadáver en el IMSS –hospital gubernamental mexicano- resultaron muy lentos y decidieron buscar los consejos de los miembros de la ATEPAC, Asociación de Trasplantados del Estado de Puebla, A.C..
Le comentaron que según las estadísticas, Alejandro probablemente tardaría en recibir su riñón de cadáver en mucho tiempo, debido a que en México no existe una Cultura de la Donación y eso implicaba que había mucho mas demanda que oferta de órganos, que seria mejor que buscara entre sus familiares consanguíneos a alguien compatible, y resulto que su tía era la candidata ideal. Mujer sana y fuerte llamada Juanita de sesenta años de edad que desde que supo que ella era candidata a ser donante comenzó a presionar para que ya se realizara dicha cirugía, pero los padres primero quisieron agotar las posibilidades de recibir un riñón de cadáver.
Los estudios clínicos continuaron y se decidió que la cirugía seria realizada el 28 de diciembre ya que Alejandro estaba decrementando su salud y fuerza. Su calidad de vida ya era deplorable, sin embargo eso no le impidió dejar de presionar para recibir cuanto antes su Regalo de Vida, un riñón de su tía Juanita.
Su trasplante fue en la mañana, duro varias horas y una vez terminada la misma y ya despierto, en el cuarto de recuperación, a los pocos minutos comenzó a orinar y ya en la noche el color de su rostro había cambiado de blanco enfermizo al rojo saludable.
Juanita, con esa fuerza que le caracteriza, ya quería estar en su casa a los dos días.

En México se entrevisto en la Ciudad de Puebla, a los papas Rafael y Lucila, así como a su tía Juanita en el Hospital “Beneficencia Española” donde se realizo el trasplante renal.

AT.- Rafael, en tu entorno familiar y laboral, que actitud se tiene acerca de los trasplantes?.
R.- Desde el punto de vista religioso, tuvimos mucho apoyo al respecto. Igual que con nuestras amistades, salvo una que estaba muy mal informada y nos dijo que estábamos locos que Alejandro se iba a morir. Pero un alto porcentaje, digamos un 90% acepta la idea del trasplante y nos alentaron a continuar.
AT.- Porque se decidieron por un trasplante de riñón de donador vivo?.
L.- Alejandro estaba en los primeros lugares de la lista para recibir un riñón de cadáver. Pero ese numero no variaba, no se movía, la situación se estaba volviendo desesperante para todos ya que mi hijo cada vez sufría mas con la diálisis. Vomitaba, tenia calambres, estaba desnutrido, su hemoglobina estaba muy baja, tanto que requirió de varias transfusiones de sangre, su color de piel era terriblemente enfermizo. Así que viendo eso y tomando en cuenta los consejos de la Atepac, fue que decidimos ya no seguir esperando por un riñón de cadáver y aceptar la amorosa donación de una parte de su cuerpo de mi hermana Juanita.
AT.- La situación de Alejandro afecto el entorno familiar?.
L.- Definitivamente que sí. Desvelos, incertidumbre, idas al hospital, llamadas nocturnas a los médicos, ver que la lista de espera no se movía, buscar sus medicamentos, la escuela, sus compañeros, un día amanecía estable y a las horas ya surgía un problema, cambios en su presión sanguínea, dolores de cabeza terribles, y sobre todo que Alejandro siempre estaba triste y deprimido, sin ganas de ver a sus amigos o de realizar cualquier actividad propia de los jóvenes de su edad. Todo eso nos afecto enormemente. Pero también nos fortaleció y sobre todo a Alejandro que lo hizo madurar y a la vez ya desear y presionar para recibir su riñón que le iba a regalar su tía Juanita.
AT.- Creen que Alejandro tenia miedo?.
L.- No creo que tuviera miedo a morir, pero algo había ya que solo dormía un par de horas en la noche. Y no es que se sintiera físicamente mal en esos momentos, sino que no podía conciliar el sueño. Para nosotros eso era un síntoma de que estaba nervioso. Alejandro es un niño muy valiente...
R.- También la enfermedad de Alejandro era lo de lo único de lo que ya se hablaba en casa, cuando recibíamos visitas o entre nosotros, esta terrible enfermedad nos ocupaba las veinticuatro horas.
L.- Lo que sí recomendamos es que los pacientes y sus familiares se informen de todo lo relacionado al trasplante y la hemodiálisis. Por ejemplo, es importante que el equipo medico tenga un buen nutriólogo que indique claramente como será la dieta del IRC y del trasplantado (hacen falta recetas de cocina para pacientes con IRC), si ese equipo medico no tiene personal de servicio social, que canalice a la familia y al paciente con una Asociación como la Atepac para que aprendamos todos a manejar la nueva vida del trasplantado y por ende la de los familiares que le rodean.
R.- Este penoso asunto de la necesidad de recibir un órgano, siempre pensamos que “eso nunca nos va a suceder”, pero a algunos si nos llega y de repente no sabemos por donde comenzar, y es gracias a la Atepac que nos dio orientación de cómo ingresar a la lista y si eso tardaba, como platicar con nuestros familiares para ver si encontrábamos un donador vivo para Alejandro. Nos presento a  algunos trasplantados de riñón y eso nos animo mas para trasplantar a Alejandro.
Si no hubiéramos conocido a esta Asociación, probablemente nuestro caso habría sido más difícil llevarlo o comprender la magnitud y sus posibles salidas porque eso no lo había vivido ni teníamos experiencia alguna, era algo totalmente nuevo a lo que nos estábamos y estamos enfrentando. Esta experiencia nos va a servir para compartir con otras personas para que no sufran tanto como aquellas a las que nunca recibieron algún tipo de información. Y también para concientisar a la gente a que puede donar en vida un riñón o todos sus órganos al morir.
Sobre todo en cuanto a no esperar tantos meses dializándose para después anotar al paciente en la lista de espera por un órgano. Que el mismo busque un familiar consanguíneo para que le done un riñón, ya que muchas personas creen que el paciente con IRC se cura con la diálisis y por eso no buscan la posibilidad del trasplante. A la larga un trasplante es más económico que mantener a un paciente en diálisis.
L.- Por ejemplo, un “medico” nos dijo que esperáramos hasta que realmente los riñones ya no funcionaran y ya así se podía pensar en el trasplante. Eso es un error muy pero muy grave ya que el paciente va disminuyendo su calidad de vida con la diálisis y va perdiendo ese valioso tiempo para recibir un riñón de cadáver que en México tarda entre dos y tres años.
Una medico del Hospital del Niño Poblano, por otro lado, nos dijo que para qué esperar mas, que Alejandro ya se tenia que trasplantar, ya que sus riñones ya no se iban a curar así lo hicimos.
AT.- Como le va en la escuela a Alejandro?.
L.- Faltaba mucho, por las diálisis, su debilidad, etc., Afortunadamente el director de su escuela entendió muy bien el caso y nos dijo que Alejandro viniera a clases cuando quisiera y pudiera para ver si aun así el podía salvar el año escolar. Aun así, ya perdió el año asunto que lo deprimió muchísimo, además de que por faltar tanto, se desintegro de su grupo y siempre  estaba solo. Pero lo importante es su salud y ya se recuperara en la escuela.
Sus compañeros no lo molestaban, es mas lo ayudaban tratando de integrarlo a su grupo.
AT.- Cual fue su primer deseo después de la cirugía?.
L.- Pidió un jugo grande de naranja.

A casi un mes de que Alejandro cumpla un mes de haber recibido su Regalo de Vida, no ha tenido complicación alguna, tanto el como sus padres y hermano comienzan a adaptarse a un nuevo estilo de vida. Su tía Juanita ya lleva una vida completamente normal y ya se reintegro a sus actividades cotidianas.
La ATepac tiene un nuevo caso: Tratar de ayudar a un IRC que puede recibir un riñón de su primo-hermano, pero la tía no quiere...



Mexico, D.F. 25 DE ABRIL DEL2000.
TESTIMONIO DE UNA DONADORA RENAL

La vida transcurría normal, mi hermano "A" iba a la Universidad y después al gimnasio, un día nos dice que va a ir visitar a un amigo que está en el  hospital, le había donado un riñón a su hermano, recuerdo que en ese momento pensé ¡qué valiente chico!, Debe querer mucho a su hermano, no sé si yo lo haría, después nos enteramos que el chico trasplantado falleció de neumonía, qué triste esa historia, pensábamos lo difícil que habría sido para esa familia, pero seguramente no podríamos comprender hasta donde porque nuestra vida transcurría sin mayores complicaciones.

Uno nunca sabe lo que el destino le tiene deparado, pero sí sé que  Dios no te da más pruebas de las puedes soportar, superar y con ello convertirte en una persona más fuerte en todos los aspectos

No pasó mucho tiempo, de que sucediera lo del amigo de mi hermano, cuando "A" mi hermano 3 años menor que yo, empezó con dolores de cabeza muy fuertes, vómito, parecía una infección muy fuerte, fue al médico y este  le recetó un antibiótico, pero no mostraba mejoría así que le mandó  a hacer estudios de laboratorio,  ¿qué podría ser? el no se enferma casi nunca

 Poco después al ver los resultados el médico, nos dice, que "A" sufría de una enfermedad llamada Insuficiencia Renal, que requeriría de ciertos cuidados y que tendría que consultar a otro médico especialista en este problema, la noticia nos cayó terrible, no  comprendíamos  el porqué de las cosas, y solo pensábamos pero porque si solo tiene  21 años, un chico sano, y sin vicios.

Después localizamos a un médico nefrólogo, y ese fue el principio de un camino que parecería  un mal sueño, del que querríamos despertar.

El nefrólogo después de unos nuevos análisis de laboratorio, y ultrasonido nos confirmó la Insuficiencia Renal crónica de mi hermano, la causa de esta era que nació con riñones pequeños  que durante 21 años le habían funcionado, pero que ya habían dejado e hacerlo totalmente. Los caminos a seguir era primero a través de la diálisis peritoneal  y posteriormente un  trasplante renal.
 Jamás pasó por nuestra mente vivir una situación como esta, donde repentinamente todo para la familia cambiaría, la palabra trasplante la integraríamos a nuestro vocabulario, además de un sin fin de términos médicos que se anexaron a la lista.

 El Primer paso que nos recomendó el médico para llevar a cabo el trasplante era hacernos las pruebas de compatibilidad, así es como fuimos toda la familia a que nos tomaran muestras de sangre, los resultados dieron que mi madre y yo compartíamos mas afinidad con mi hermano y eso tendría beneficios para él,  pues el medicamento que él tomaría después de trasplantado sería menor.  Al hablar de ello entre nosotros, descartamos inmediatamente a mi madre, pensábamos que por su edad no era conveniente, aunque ella estaba muy decidida en hacerlo. Así que la candidata era yo,  me sentía muy contenta de poder ayudar, y sin mayores dudas ingresé a lo que sería el Protocolo de Trasplante, el cual requirió de muchos estudios clínicos para garantizar mi estado de salud, el que resultó bueno., Sin embargo los estudios clínicos realizados a mi hermano no fueron así. estos revelaron que tenía un huella en un pulmón como si se hubiera tratado de tuberculosis que no se desarrollo pero que si lo trasplantaban en esas condiciones  llegaría a desarrollarse poniendo en riesgo su vida.

Así que el protocolo no continuo, se pospuso el trasplante hasta que concluyera el tratamiento adecuado a su problema,  fue muy difícil para mi hermano, los medicamentos le caían muy mal, a veces no los tomaba adecuadamente, estábamos desesperados, incluso mi padre recurrió a otros medios con tal de ayudarlo, ¿podía existir la posibilidad que sus riñones funcionaran de nuevo?  Pensando que tal vez si, fue a visitar al naturista, al acupunturista, lo que resulto peor, un día por comer fruta le subió el potasio cuando iba manejando y ya casi no la cuenta, recuerdo que el médico nos dijo que su enfermedad no se curaba con remedios, los riñones cuando dejaban de funcionar ya no lo volvían hacer de nuevo.

 En ese tiempo lleva a cabo la  diálisis peritoneal en casa, lo que para el no era la solución a sus males, tuvo que dejar la universidad, porque el tiempo libre entre cada diálisis era corto, las fuerzas no eran ya las mismas, su estado de animo era de enojo, de reclamos ¿porque yo?, de decirle a mi mamá con llanto que ya no quería seguir, que solo continuaba por ella. Los momentos más difíciles eran cuando se infectaba y le daba peritonitis, que se manifestaba con mucho vómito y dolores muy fuertes en él estomago, así conducía hasta el hospital que se encuentra al otro lado de la ciudad, en verdad fueron muchas las experiencias tan difíciles por las que pasamos, y digo “pasamos” porque verlo sufriendo nos hacia sufrir a nosotros también.

Después de esos 4 años de la diálisis peritoneal, los médicos  dijeron que su  peritoneo ya estaba muy dañado a causa de tantas infecciones y que tendría que hacerse hemodiálisis en el hospital, filtrando su sangre con una máquina, que dentro de todo le permitía disponer de más tiempo, se sentía un poco mejor de ánimo, pero que aún así no era  la mejor opción como lo representaba un trasplante.
Con la hemodiálisis continua por 1 año más, en total 5 años, que me hacen pensar en la fuerza, determinación y disciplina que tuvo para continuar viviendo, donde todo lo que había de el era un muchachito muy flaco, de color entre amarillo y verde, con las ganas por los suelos, que solo necesitaba una oportunidad para vivir como un chico de su edad.
 

Yo durante todo este tiempo, valoré lo que estos maravillosos órganos en forma de frijolito pueden hacer, y que muchas de las veces somos inconscientes y no los cuidamos, me sentía muy rica al yo tener los míos, y a la vez me sentía triste, como cuando tu estás comiendo y otros te ven comer,  tu quieres que también disfruten como tú, y más si es un hermano  de 3 años menor que tú  y que lo ves a todas horas, que va y viene al hospital, que su mamá sufre y  que a la vez es mi mamá también.

 Lo más maravilloso de todo es que Dios nunca nos ha olvidado, dirigió nuestros pasos  en todo este tiempo, primero encontrando un nefrólogo que nos orientó muy bien, y nos contactó con el Hospital  donde todo este tiempo el se ha tratado.

Llegó el día en que él medico le dijo  a mi hermano que ya era hora de que pensar en el trasplante, que si tenía alguien que le donara un riñón, el dijo que posiblemente su hermana le donaría. Con esto llego el momento de la verdad para mí,  me preguntó mi hermano ¿me donarás el riñón? mi doctor quiere platicar contigo, mi respuesta fue, no sé hermano,  tengo que buscar información sobre el tema para tomar una decisión.
Me sentía tan confundida, y egoísta a la vez, pensaba ¿porque hace cinco años no dudé y de inmediato acepté ser donadora?.
Es que durante  estos 5 años vi padecer a mi hermano, por que sus riñones no funcionaban y en algún momento me daba miedo enfermarme por quedarme con uno solo de ellos.

Sabía que lo  que me  podía dar la certeza de que mi decisión fuera la correcta para todos era estar informada sobre el tema así como acercarme a Dios para pedir tranquilidad en mi corazón.   Así, durante unos días  llevé a cabo una búsqueda de información sobre el tema de donación renal y trasplantes, empecé buscando por Internet y encontré algunas páginas que mencionaban información muy general, pero coincidían en decir, que se podía vivir bien con un riñón, solo tendría que cuidar mi peso y hacer ejercicio. Encontré una página de la Asociación de Trasplantes del D.F , llamé por teléfono y me contestó una chica trasplantada, la cual me comentó que conocía a muchos donadores que llevaban su vida normal, que ella se encontraba muy bien después de recibir un riñón.
Pero yo aún continuaba con la inquietud de seguir buscando, fui a la Biblioteca del Hospital y buscando entre tantos libros encontré uno que tenía un capítulo llamado “The Living Kidney Donor" ( Donador Vivo de Riñón) y ahí se mencionaba la justificación a favor para este proceso, que generalmente los resultados que se obtienen cuando los donadores y trasplantados están relacionados son muy favorables porque pueden estudiar bien al riñón que van a trasplantar,  la cirugía es planeada, y las personas que necesitan el riñón no tienen que esperar mucho tiempo para recibirlo.
El artículo del libro también mencionaba los riesgos que corría un donador renal los cuales eran del 0-1% de mortalidad el mismo que una persona cuando maneja a su trabajo cada día y recorre 16 millas cada día. También se mencionaba  que las compañías de seguros de vida aceptaban a donadores renales después de la nefrectomía, asumiendo  la función renal como normal.
 Pero sin duda lo que llamó más mi atención de lo que leí fue la parte que mencionaba los estudios  realizados en  un Hospital de Estados Unidos, sobre el impacto que trae la donación renal a un paciente y su familia, el estudio se llevó a cabo con 70 adultos que habían donado un riñón a parientes cercanos reportando que como resultado de la donación la relación entre el donador y receptor se había hecho más estrecha, uno de tres donadores reportaban un cambio positivo en la forma de mirar la vida, otros mostraron más aprecio por su propia salud.

Con toda esta información ya tenía más opiniones a favor que en contra, solo faltaba las respuestas que el médico nefrólogo daría a mis preguntas cuando me tocara reunirme con él. Llegó el día de la citada reunión con él medico para conocer si yo fuese la futura donadora renal, yo inmediatamente le pregunté ¿se puede vivir bien con un solo riñón? la respuesta fue claro que sí,  tu vida será normal, puedes hacer ejercicio, si quieres embarazarte también,  hemos visto casos de personas nacen con un solo riñón y no tienen ningún problema durante su vida.  También se han hecho estudios que se  demuestran que la autoestima de los donadores se vuelve alta, ¿y los riesgos de la cirugía? Pregunte, me dijo que, un embarazo tiene un porcentaje de mayor riesgo que una cirugía como la que me tendría que someter si aceptara donar un riñón, me preguntó el doctor, entonces, ¿cual es tu decisión le donarás a tu hermano?  Decidí aceptar,  valía la pena el esfuerzo con tal de ver a mi hermano vivir una vida normal, por mi parte esa oportunidad la iba a tener.   El medico me dijo que la fecha del trasplante sería para el jueves el 25 de abril, faltaban como tres semanas para esa fecha,  me encontraba nerviosa, en ese tiempo me acerqué mucho a Dios, y con la inquietud de escribir lo que sentía en ese momento, y así fue escribí unas cuantas hojas con el sentimiento que me embargaba.

Después de someterme a estudios para comprobar mi estado de salud llegó el gran día, los dos nos encontrábamos en una la sala fuera de los quirófanos, deseándonos suerte y con mucha fe de que todo iba a salir bien, nos dijimos hasta el rato y me llevaron al quirófano primero a mí, donde  me inyectaron y me quedé dormida. Cuando  desperté vi a todos de blanco y pensé o estoy en el cielo o ya desperté de la cirugía, pues sí ya había despertado, solo me dolía un hombro por la posición en que estuve en la plancha del quirófano, le pregunté a la enfermera  por mi hermano y me dijeron que se encontraba bien, qué el se iba a quedar en recuperación más tiempo.

Yo estaba adolorida pero muy contenta de seguir en este mundo junto con mi hermano y familia. Mi riñón estaba funcionando bien, y el que le di a  mi hermano como en su casa, chambeando también, ¿cómo se siente orinar después de 5 años que no lo hacía? le pregunté a mi hermano, días después que tuve la oportunidad de visitarlo en su cuarto, me dijo que se sentía muy rico, lo curioso fue cuando me dijo, permíteme voy a orinar , me dio risa porque yo precisamente iba a hacer lo mismo.

A  casi dos años de esta experiencia me he dado cuenta que mi manera de ver la vida a cambiado, valoro el tiempo, pienso que hay que aprovechar al máximo cada día, disfrutar de todos los momentos que esta nos da, querernos mucho porque somos la máquina más compleja y hermosa de la creación,  comprendí que la felicidad llega cuando hacemos felices a otros, no se puede ser feliz atesorando cosas para uno mismo, yo soy feliz al ver que mi hermano feliz, ahora come de todo, estudia, practica la natación.
El éxito del trasplante depende creo yo de varios factores, primero que tengamos fe en Dios, que exista un riñón disponible, y las manos maravillosas de los médicos estén ahí para lograr lo que es un trasplante “un milagro de Dios”.

N.I.U.M.
Marzo-2002



Miriam Ortíz Delgado
Mexico, D.F. Primavera del 2000.
Un testimonio de vida.
"...y en el hospital cada día era una nueva historia, ¿dónde había estado yo antes? ¿En qué mundo vivía? ¿Por qué tanta gente en espera? ¿En dónde están los órganos de las personas, que teniendo conciencia, donaron y prepararon a la familia para que en el momento de la muerte se hagan los trámites necesarios? Descubrí que lo que no tenemos en nuestras narices no nos importa en realidad. Pues aunque no la vemos existe muchísima gente con la vida en un hilo, pero pensamos, ya habrá otras personas que les donarán. Pareciera que todo esto no existe hasta que nos sucede a nosotros..."
Marta María
Este es mi mensaje.
Mi nombre es Marta María y resido en Burgos, España.

Mi marido, era una persona deportista, alegre, comunicativo...., hasta que un sábado de Marzo de 1.998, se despidió de mi para salir a correr como era
su costumbre tres o cuatro veces a la semana. Pero aquél sábado, la siguiente vez que lo ví, estaba en la UCI del hospital. Un coche le había atropellado.
Me solicitaron sus órganos y yo pensé; "Si con un órgano pudieramos salvarle la vida, daría todo cuanto tenemos", pero desgraciadamente, era él el que
podía salvar la vida a otras personas.

No lo dudé, consentí en donar sus órganos y aunque eran unos momentos que nunca olvidaré, es uno de los actos de los que más orgullosa me siento.
Desde entonces, me siento muy identificada con todos los temas relacionados con los trasplante y sobre todo con la donación de órganos. ¿Cómo es posible
no ser donante?. La vida de personas que dependen de conseguir un órgano para poder seguir viviendo es un compromiso de la sociedad. La sociedad,
debe de pensar y ponerse en el lugar de esas familias, esposas, hijos etc... que suspiran para poder salvar la vida de su ser querido.

Si a una persona a la que le solicitan los órganos de un familiar se le planteara la posibildad de poder salvarlo con un órgano trasplantados, no lo dudaría. De esa misma forma, no se debe de dudar a la hora de donar. Es sólo pura solidaridad.

Mucho ánimo a todos los trasplantados por esa alegría que demuestran en sus mensajes, y, muy especialmente para las personas que se encuentran en lista
de espera para trasplantar.
A todos, adelante.
Un fuerte abrazo para todos.

From: Maria Marta Mata Moro
To: [email protected]
Sent: Tuesday, March 26, 2002 4:21 PM



 
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