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Mi hijo puede tener ansiedad.
SENTIMOS ANSIEDAD PORQUE HAY UNA SITUACIÓN O PROBLEMA QUE
LA PRODUCE EN CUALQUIER CASO, LA ANSIEDAD TIENE SOLUCIÓN
SI SE REALIZA UN BUEN DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO A TIEMPO.
Quién alguna vez no ha sentido miedo en la noche o cuando
escuchamos un fuerte ruido o vamos en un coche a gran velocidad,
o frente a un peligro que vemos venir. En esos momentos hemos
sentido en nuestro cuerpo una serie de sensaciones o cambios:
palpitaciones de nuestro corazón, intranquilidad, sensación
de quedarnos paralizados, sudoración etc. Estas sensaciones
que frecuentemente sentimos es lo que se llama una ansiedad. Por
lo tanto no siempre la ansiedad se puede considerar una enfermedad,
sólo cuando la sentimos continuamente y sin motivo aparente.
Vivimos en una sociedad en la que tenemos que vivir muy agitadamente,
estudiar, trabajar intensamente, preocupaciones diarias es decir,
nos vemos sometidos a una gran presión que muchas veces
nos obliga a sentir estrés, ansiedad, inquietud, nerviosismo
etc. La ansiedad es un fenómeno psíquico o físico,
que nace en el momento que nuestro organismo se enfrenta de forma
imprevista a un peligro. Se podría decir que la ansiedad
sería una especie de mecanismo de defensa que nuestro cerebro
pone en marcha y alerta a nuestro organismo para que estemos preparados
para enfrentarnos y adaptarnos a todas estas presiones que diariamente
recibimos de nuestro entorno. Para decirlo de una forma más
sencilla, podemos decir que todos alguna vez hemos tenido la experiencia
de sentir intranquilidad, agobio, desasosiego, ante cualquier
situación, es una gran incertidumbre el no saber a que
nos enfrentamos. Esto es la ansiedad.
Ansiedad normal y patológica (enfermedad):
Una ansiedad normal es aquella que en alguna ocasión sentimos,
y que de alguna forma nos prepara para enfrentar situaciones que
nos provocan peligro o grandes dificultades, o algún reto
en nuestra vida. Pero si el peligro ha pasado o las dificultades
se han resuelto, y la ansiedad continua, entonces ya no es normal
y se convierte para el que la padece en un problema o enfermedad
(trastorno patológico).
- Mi hijo puede tener ansiedad?
Todos los seres humanos incluidos los niños, en algún
momento sentimos ansiedad (normal). Antes de los cinco años
es frecuente que los niños sientan miedo a la oscuridad,
a encontrarse solos, a las personas extrañas etc. Casi
siempre son simples sensaciones pasajeras que no tienen ninguna
consecuencia importante para el niño. Pero en cualquier
caso deberíamos evitar que nuestro hijo se enfrente a
continuas situaciones que le provoquen miedo. A medida que avanza
la edad del niño manifiesta la ansiedad, no la manifiesta
con palabras, sino mediante acciones, podemos ver al niño
irritado, golpear las puertas, etc. Aunque con la edad los miedos
son menos frecuentes, por ejemplo ya no le tiene tanto miedo
a la oscuridad o a las personas extrañas, hacia los diez
años, el niño siente el miedo parecido a como lo
siente un adulto. Por lo tanto, todos estos miedos o temores
no se deben considerar como enfermedad. Es normal que en la edad
escolar el niño sienta miedo o temor antes de un examen,
o a una situación de peligro. En estos casos el niño
puede sentir los síntomas de la ansiedad por ejemplo,
antes del examen sentir intranquilidad, incluso palpitaciones,
sudor etc., pero poco a poco, estas sensaciones desaparecen.
Si por el contrario, el niño siente esta ansiedad de forma
frecuente, es importante que los padres se preocupen de buscar
ayuda con un especialista, porque en la mayoría de los
casos, encontrando los motivos que producen estos continuos temores,
evitaremos que la ansiedad se convierta en enfermedad.¿Que
puede influir, para que un niño tenga o no ansiedad?
Hay varios factores que influyen para que un niño sienta
ansiedad, como por ejemplo algunos de los siguientes:
- Factores genéticos, es decir que el niño que
frecuentemente siente una ansiedad, es muy posible que algún
familiar también haya padecido estos problemas.
- Factores ambientales, se refiere a los problemas cotidianos
que pueden provocar un estado de ansiedad en el niño,
como pueden ser:
- Si no le gusta el colegio, un cambio de clase, o tiene
dificultades en sus aprendizajes.
- Cuando el niño tiene o ha tenido una enfermedad.
- Si sus padres están separados.
- Por el fallecimiento de algún familiar o amigo, etc.
- Otros factores son los que se refieren a la personalidad de
cada niño. Es posible que frente a una determinada situación,
no todas los niños actúen de igual manera, y no
todos sientan lo mismo.
¿Cuándo se puede producir una ansiedad? Y ¿cómo
debemos evitarla?
- Si se producen continuos y excesivos temores, que logran cambiar
el comportamiento del niño, pueden desencadenar una ansiedad.
- Debemos evitar que nuestro hijo sienta miedo excesivo por algo.
Si sabemos que una situación concreta es la que le produce
miedo, temores y continua ansiedad, es importante evitar o eliminar
esa situación. Por ejemplo en el caso del niño
que tiene miedo continuo para asistir a la escuela, debemos en
ese caso buscar la causa, que es lo que le produce ese miedo
a la escuela. Puede ser la burla de un compañero, o la
disciplina excesiva de algún profesor, o la protección
excesiva de los padres etc. No debemos olvidar que ese continuo
miedo o temor se puede convertir en una continua ansiedad y esta
a su vez con el tiempo en una enfermedad. Por lo tanto es importante
intervenir a tiempo.
- Es frecuente ver que algunos padres obligan a su hijo a enfrentarse
a una situación por la que manifiesta miedo. Por ejemplo
el padre que obliga al niño a permanecer en la oscuridad,
con el convencimiento que de esta forma, el niño vencerá
el miedo y se hará más hombre. Otras situaciones
frecuentes son las excesivas exigencias escolares. En estos casos
es muy posible que el niño consiga sentir una continua
ansiedad.
Si observamos que nuestro hijo tiene un miedo continuo, o lo
vemos muy inquieto, o que por nada se irrita, debemos estos casos
consultar con el médico, quién no debe orientar
si es preciso recurrir a un psicólogo o especialista,
que nos ayude a buscar la causa de estos cambios en el comportamiento
de nuestro hijo. En cualquier caso debemos preocuparnos y ayudar
al niño si queremos evitar una continua e innecesaria
ansiedad en nuestro hijo
Autor:
Alexander Knuckey S
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