"Haced más oración hijos míos"  

       Mensaje  de la Stma. Virgen María, recibido  a través de
                 José-Luis Manzano García, el día 19 de Julio, de 1989


La Madre:
  La Paz esté con vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.

La Madre:  Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.

La Madre: 
  Aunque Yo llore, vengo a visitar a mis hijos con amor, con agrado, porque sé que aunque sean pocos, esos pocos me escuchan; pero hay tantos..., tantos que piensan en destruir. Sabes hijo mío, aquéllos que piensan en destruir, al final se destruyen ellos mismos. 

   ¡Es tan triste lo que ocurre...!, el mundo ya ha cambiado hijo mío, pero no es para bien, aún va a peor, mucho peor; se nota que Dios está enojado con el mundo. El está dando pruebas de ello, pero nadie, nadie sabe reconocerlas, solo aquéllos que saben de verdad que Dios está enojado.

   Hijo mío, no sufras tanto, y no te preocupes. Ya sé que sufres a la vez conmigo por el mundo, pero tú sé fuerte, mira hacia adelante porque aún te queda mucha vida. Ya sé hijo mío, que tu vida va a ser dedicada para Dios, y haces bien, porque tú eres el que eliges. Tú quieres ayudar a Dios porque como bien dices tú: "Dios te ha ayudado mucho a tí".

    Tú eliges hijo mío; si eso quieres..., que salga de tí.  Ya sé que también dices, que tú no buscas nada..., que lo que te ponga Dios es para tí. Y así es, hijo mío:
     "Tú no buscas nada para tí. Lo que te de Dios, es tuyo". 

     «¡Haced más oración hijos míos!  Soy Yo, la que aguanta el Brazo pesado del Padre con la pequeña súplica de vuestra oración
 
    Con el corazón traspasado de dolor, día a día imploro el perdón al Padre Celestial, Dios-Yahvé ELOHIM, por vuestras almas. ¡Y es tan triste..!  

   
Diréis, hijos míos, que vuestra Madre siempre habla de lo mismo..., y es que tengo que hablar de lo mismo. Cuando a un alma se le dice repetidas veces las cosas, al final acaba aprendiendo. Si yo os digo tantas veces las cosas, al final sabréis porqué las digo. Todo tiene significado.

    Pero hay que saber pensar. Pensad mucho mis palabras, porque todas ellas dan el bien.  Hay tanta maldad por el mundo. Nadie, nadie ayuda a nadie; y los que ayudan, pobres almas, lo hacen con buen corazón, intentando llevar un mandamiento, pero esas almas que necesitan ayuda rechazan a aquéllos que van a ayudarles.

   Eres el más grande en el mundo hijo mío. Que nadie piense que con esto ya eres Dios; nadie puede ser más que Dios. Tú eres más pequeño que Dios... 
 
Padre Eterno: Pero más grande que las almas del mundo.
 
La Madre:  Es así como tu Padre Celestial y el vuestro, lo dice hijo mío. Tu alma brilla con más luz, tu  alma está limpia de pecado.  ¿Quién hay en este mundo como tú?  Si alguien puede contestarme que lo haga. 

    Ni las almas consagradas están limpias..., ni siquiera ellas; solo un Guerrero Blanco..., el que llevará a vuestras almas hasta Dios;  ése es el que está limpio de pecado.  Pero sé humano hijo mío, demuestra que eres humano también.

    Es como tú bien dices: "Si hubieses venido como quien eres... nadie, nadie te comprendería".  Pero Dios te ha enviado como humano para entenderte con los humanos, y aún así..., ¿quién te comprende  hijo mío? ¿Quién te entiende hijo mío? 

    Solo Yo. Pero como tú bien dices, Yo porque soy tu Madre Celestial, y los demás porque son tus hermanos y familiares. Tú eres grande y Yo sé bien que serías incapaz de ofender al Señor.  Si todos ellos, los que escuchan y no escuchan, fuesen como tú. ¡Hay hijo mío!, no estaría así como estoy. 

   Pero demuestra que eres humano, que no piensen lo que no han de pensar, que solo piensen: "Que en tí está Santiago, y que en Santiago estás tú".  Más adelante, hijo mío, serás como EL, pero tú sé humano.  ¡Pedidme hijos míos!                        

PUBLICO: ¡Madre!                       
La Madre:  ¡Díme!            
 
PUBLICO: (No se entiende lo que dice. )                       

La Madre:  Nadie es perfecto en este mundo; he intentado guardar vuestros errores, y sed fuertes..., porque  todo  llega.   ¡Seguid pidiendo!                        
 
PUBLICO: ¡Madre!                       
La Madre:  ¡Díme!

PUBLICO: Yo le pido a Dios Padre..., al  Dios-Yahvé, que nos ilumine con la Luz del Espíritu Santo, para entender cada palabra que Tú nos dices y que nos llegue dentro del corazón y que no se nos salga nunca, para caminar hacia adelante.           
 
La Madre:  Cuando no entendáis mis palabras, quiero que me digáis: "¡Madre, no te entendimos..., explica!"  Y si no es así..., ya  tenéis un maestro que os enseña... que es el Guerrero. ¡Seguid pidiendo!
 
PUBLICO: Que Dios tenga misericordia de tantos y tantos que no creen, Madre mía.
 
La Madre: 
   Durante mucho tiempo ya la ha tenido hijo mío. Pero quién... ¿Quién ha sabido escuchar a su Dios?  ¡Nadie!   Y El siempre ha estado en el mismo lugar mirando a sus hijos..., que tristemente le ofendían. Todos  los  Apóstoles  de mi  Hijo están en la Tierra..., entre ellos sus familiares.

¡Seguid pidiendo!
                        
PUBLICO: ¡Madre!                             
La Madre:  ¡Díme!

PUBLICO:
   Entonces, Madre mía, el hermano Segundino y la hermana Pilar... ¿son los padres que tuvo Santiago Apóstol?
 
La Madre:  Es distinto hijo mío. Cuando el Guerrero nació, Dios metió a Santiago dentro de su corazón. Con esto ya me entiendes. ¡Seguid pidiendo!              
 
PUBLICO: ¡Madre!                   
La Madre:   ¡Díme!

PUBLICO: Por las víctimas del terrorismo de hoy, para que Dios Padre se apiade de ellas, ya que son almas inocentes.
 
La Madre: 
   Las almas que mueren inocentemente llegan hasta Dios. ¡Seguid pidiendo!  
                      
PUBLICO: ¡Madre!                            
La Madre:  ¡Díme!

PUBLICO: La oración que yo hago Madre mía..., ¿es del agrado tuyo o tengo muchos errores, Madre mía?
 
La Madre:  Aquella oración que se haga de corazón llegará siempre hasta Mí y hasta mi Hijo. No te preocupes, hijo mío, que llega la hora de marcharme.  Siempre estaré a tu lado, y no te preocupes porque ya hay quien te comprende en el mundo y en el Cielo. ¡Adiós hijos!                        

PUBLICO: Adiós Madre.

Padre Eterno:  Adiós hijos.          
PUBLICO: Adiós Padre.

El Maestro: Adiós hijos.              
PUBLICO: Adiós Maestro.

El Hermano: Adiós hermanos.      
PUBLICO: Adiós Hermano.

El Hermano: Que la Paz del Señor Yahvé Elohim, la fuerza del GUERRERO BLANCO quede con vosotros.

PUBLICO: Y con tu Espíritu Hermano.

El Hermano: Ave María Purísima.    
PUBLICO: Sin pecado concebida.

El Hermano: Adiós hermanos.         
PUBLICO: Adiós Hermano.__
.

      
           Ver también: 

    -     Otros mensajes de Talavera
 
 
   -    Mensajes 1997-2005                

    -     Mensajes 1991-1996      
    -     Mensajes 1990          
    -     Mensajes 1988-1989       
    -     Mensajes 1985-1987

 

.

   «Tú eres el "Guerrero de DIOS", el que hablarás de tu Maestro, el que levantarás la maldad fundiéndola. Tú eres el que demostrarás que el bien es el que triunfa.» 
     Mensaje 21.7.1989
  

                                                                                                                                 .

                                      http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002                                              

        | Home | Las Apariciones | Mensajes | Talavera | Otros de Talavera | Extracto de mensajes | Artículos | Fotografías |  
   | N. Sra. de Guadalupe  | La Medalla Milagrosa | La Salette | Fátima | Akita | Kibeho  |  La Asuncion  | El Cielo nos avisa | 
    | La Divina Misericordia | El Carmen  | Unbe | Garabandal |  Peñablanca Sagrado Corazón | Lourdes | Amsterdam | 
 
|  San Juan Bautista   | Santiago Apostol   | San Francisco  |  San Martin de Porres  |  San Charbel  | San Juan Bosco |



  –  Recibir el  "Boletin Materdolorosa"  (uno, dos, correos semanales.)

Hosted by www.Geocities.ws

1