La Madre: La
Paz está con vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La Madre: Ave
María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
La Madre:
Aquí estoy hijo mío, con nuevas
palabras para tí, para seguir hablando de lo grande que tú eres y
de lo poco que te saben entender. Como ves, hoy me acompaña la
lluvia hijo mío, porque Dios la manda.
Y es
tan triste que el mundo no se dé cuenta... ¡Ay hijo mío! Ni siquiera saben tantas cosas
como hay, eres muy grande hijo mío. Cuando
fuiste creciendo, ibas sintiendo mucho amor hacia tu Maestro
JESÚS; crecías y crecías, y en tu pensamiento no había nadie más
que Jesús: Tu Maestro.
En tu corazón ya se preparaba algo que
antes de nacer ya estaba planeado. Poco a poco fuiste creciendo y
en tí se fué abriendo el bien, aunque nunca estuvo el mal. Fuiste creciendo poco a poco y
demostrando que en tí había algo superior a lo humano, algo que te
tenía en pié.
Ese algo ya no es un secreto hijo mío, ese algo ya
no son palabras ocultas, ya todos lo saben: En tí mora Santiago
Apóstol, y en tí está hijo mío. Hay tan pocos en el mundo que
saben comprender estas pequeñas y grandes palabras. Me conformo
con que me escuchéis hijos míos:
«Dios oyó las súplicas de tantas
almas, y aquí tenéis la prueba de que os ha escuchado, un Guerrero
ha enviado al mundo capaz de destruir la maldad. Valiente, fuerte.
Ese es vuestro pequeño maestro: "El Guerrero Blanco".»
Él es la Justicia de Dios, él es tan
grande en el mundo que nadie sabe comprenderle. ¡Ay hijo mío!,
¡es
tan triste!, son tan pocos los que te escuchan.
Pero tú hijo
mío, ámame y sé fuerte. Eres el más grande del mundo; tu alma es
bella y limpia. Ya hay quien te entiende en el mundo, pero Yo,
mira Yo, cómo sufro. ¡Ay hijo mío...! Y es así que los humanos no
creen en Dios, que solo creen en ellos
mismos, que se creen superiores al Poder de Dios.
Padre Eterno:
Esta es mi prueba.
La Madre:
No
solo ha sido ésta hijo mío, ha habido muchas más, pero no tengáis
miedo, Yo estoy con vosotros y os protejo del mal. Como así os
protege el Guerrero, el príncipe de las almas. El es vuestro
pequeño maestro, él comprende a todos, pero nadie le entiende a
él.
Su poder en el mundo es tan grande, tan grande... ¡Ay, hijo
mío! Sólo tú lloras conmigo ante el
Padre, sólo tú rezas para Mí con amor, sólo tú eres fuerte en el
mundo, sólo tú eres el Guerrero de Dios.
Hablarás
mucho, mucho, y lo que hables será para bien del mundo.
Hablarás de tu Maestro, el cual te enseñó tanto en el mundo. Muchos de ellos quedarán
estupefactos y dirán: "Es sólo un niño y sabe más que un
adulto".
Y ¿sabes porqué? Porque tú ya venías preparado hijo
mío. Nadie sabe entenderlo, nadie. Solo poquitas almas que
saben escucharme. Pero que ellos no teman: Yo nunca me olvidé de
mis hijos, porque eran y son míos. «Siempre
os he querido hijos míos y nunca me he olvidado de vuestras almas.»
Cuando estábais sólos, cuando el mundo os golpeó...,
Yo he sido vuestro corazón, estaba Yo a vuestro lado siempre, y
siempre he estado. Ahora que a mí me traspasan mi Corazón...
¿Quién está a mi lado? Solo tú hijo mío
«Tú eres el "Guerrero de
Dios", el que hablarás de tu Maestro, el que levantarás la maldad
fundiéndola. Tú eres el que demostrarás que el bien es el que
triunfa.»
Tú pasarás a la Historia hijo mío.
Y que sepan ellos que aunque Yo diga tantas cosas de tí, tú no
quieres ser más que nadie, solo lo que Dios te ha dicho que eresPor eso eres tan grande, y por eso ellos te quieren tanto y
pocos se olvidan de tí. Y muy pocos, porque tú derramas amor y lo
vas dejando por cada sitio que tú pasas hijo mío.
Ese amor, ese
bien queda con ellos y siempre se acuerdan de tí, y recuerdan con
amor momentos de tristeza tuyos y momentos de alegría tuyos. Y tú;
¿qué recuerdas de Mí hijo mío? Solamente mis lágrimas. Ya sé que te pones muy triste cuando Yo lloro, pero ha de ser
así hijo mío, ha de ser así.
Por donde tú pases hijo mío, vencerás al enemigo. El
enemigo caerá derrotado y se sentirá vencido, y tú triunfarás en
el mundo, y cada vez que tú triunfes dirás con viva voz: "Yo no he hecho nada, lo ha hecho Dios y los demás
Celestiales".
¡Pedidme hijos míos!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO: Que se cumpla la Voluntad del PADRE, que tenemos la
completa seguridad que Tú nos estás protegiendo Madre mía.
La Madre: Y
ha de ser así..., ¿ o es que desconfiábais de Mí?
PUBLICO: ¡No Madre mía!
La Madre:
Pues bien: Yo lo que siempre he dicho..., siempre he cumplido; no
he hecho lo que vosotros: Cuántas veces habéis dicho a vuestro Padre,
al Dios-Yahvé:
"¡Padre, si Tú me ayudas yo te
prometo esto...!" Vuestro Padre, el
Dios YAHVÉ, os ha ayudado y no habéis cumplido.
Pero Yo os prometo que estáis protegidos por
Mí.
Padre Eterno:
Y así es.
PUBLICO: ¡Gracias Padre!
La Madre:
¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO: Yo te pido que nos ayudes hasta el final.
La Madre:
El
Gran Guerrero es fuerte. ¡Seguidle!, él está muy triste porque me
ve triste a Mí. El es el que llora junto a Mí, y él es uno de los
más importantes en el mundo; él os llevará hasta Dios.
Confiad en él, porque él no es
humano,aunque intente parecerlo.
¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO: Yo, Madre mía te doy las gracias por decirnos ayer que
somos tuyos Madre mía, esa palabra llenó de amor mi alma. Me gusta
escucharla mucho. ¡Gracias Madre!
La Madre: Y
es así hijo mío: Siempre habéis sido míos y siempre lo seréis.
Aunque cambiéis de opinión..., aunque intentéis herirme,
siempre seréis míos. ¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO: Yo te pido que me ayudes para que cada día seamos más
humildes, para poder seguir con ese mandato que Tú nos mandas, y
ayudar a todos nuestros hermanos.
La Madre: Sed
fuertes, ya tenéis a alguien que derrama amor. El será el que se
ocupe del bien, y él será el que se ocupe del mal. Se ocupará del
bien para demostrar que es lo que triunfa, y se ocupará del mal,
para hundirlo.
El es muy grande..., muy grande, no os lo podéis
imaginar. El es el príncipe de las
almas..., de vuestras almas. Este Guerrero tiene tanta
importancia que mirad: DIOS-Padre se siente orgulloso de él. ¿Qué
más importante puede ser?
Pero él no
quiere ser más que nadie, solo lo que Dios le ha dicho que sea.
¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO: No consientas Madre mía que nos quiten el agua.
La Madre: No
os preocupéis. Habéis podido comprobar la Ira de Dios;
ellos que hagan lo que quieran. Aquéllos que intentan hundir el
bien...
Padre Eterno:
Al final se hunden ellos mismo.
La Madre:
No
tengáis miedo, confiad en vuestra Madre, en vuestro Guerrero,
el príncipe.
¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: Madre, dame fuerzas para ser fuerte.
La Madre: Confía
en Mí, hija mía, y piensa que Yo estoy siempre con vosotros; así
serás fuerte, y sabrás que nunca te abandono, ni a tí, ni a
nadie.
¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO: Madre, dame fuerzas para poder seguir llevando la carga
que llevo, que ya no puedo más.
La Madre:
Cada uno ha de llevar su cruz. JESÚS llevó su Cruz pesada y EL no
se quejó. Sed fuertes y vuestro sufrimiento ofrecédselo al Padre.
¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO: (No se entiende lo que dice.)
La Madre: Tú
no te preocupes. ¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: Madre, que no nos quite nadie de venir a aquí, Dios mío.
La Madre:
¿Quién os va a quitar hijos míos? Es Dios el que maneja el mundo.
Yo sé que vosotros apoyaréis este lugar, pero también tened en
cuenta que el poder de Dios es más grande que el poder humano; por
eso no tengáis miedo, y no cambiéis nunca de opinión, porque Yo sé
que muchos de vosotros os sentís felices al oirme. Yo también me
siento feliz al ver que mis hijos vienen a verme.
¡Seguid
pidiendo!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO: (Piden por su cuerpo, no contesta.)
La Madre:
Ya
no he de decir nada más hijo mío, solo que tu fuerza derribará el
mal. Y que no te sientas solo. ¡Mira cuántos te quieren..., mira
cuántos quieren que sigas! ¡Sigue hijo mío!
El día 25 será un día especial.
No
solo el 25, también lo será el día 26 de Septiembre, y tú y muchos
de ellos ya saben porqué es especial. «Guerrero de Dios, el que camina entre
el bien y el mal, el que ama a Dios de todo corazón...,
Guerrero fuerte, Guerrero Blanco, pide al
Dios-Yahvé por todos aqéllos que no piden, y por ellos
mismos. Destruye el mal y no temas, ni tengas miedo.»
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Madre.
El Maestro:
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Maestro.
Padre Eterno:
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El Hermano:
Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano:
Que la Paz del Señor Yahvé y la fuerza del
GUERRERO BLANCO, quien tanta importancia tiene en el mundo, y que
tan grande es, quede con vosotros.
PUBLICO: Que así sea Hermano.
El Hermano:
Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El Hermano:
Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.__