La Madre:
Hijos míos, la Paz de Dios Todopoderoso esté con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu.
La Madre: Ave
María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
La Madre:
Mi Corazón sufre hijo mío, mi Corazón
angustiado. Date cuenta hijo mío, cómo los humanos me clavan
espinas. ¡Pobres de ellos!
«Ya está al llegar la Segunda Venida
de Cristo a la Tierra, por eso tened cuidado: Antes de que Él
llegue se levantarán falsos profetas y muchos dirán: “Yo soy
Cristo”, pero vosotros esperad la señal del Cielo.»
PUBLICO: ( El público pregunta, no se entiende.)
La Madre:
¡Pobres de ellos! Rezad por ellos hijos míos,
porque muchas almas se han perdido en el abismo porque no tenían
quien rezara por ellas. Vosotros hijos míos, tenéis que tener la
paz. Siempre estáis de guerras, pero Dios-Padre os perdona porque
os ama, porque os quiere, porque Él es quien os creó.
¡Ay hijos míos!, muchos, aún viendo mis
Milagros, seguirán sin creer. Pero no seáis como Santo
Tomás. Tenéis muchas pruebas de que aquí resplandece la verdad,
por eso no dudéis..., no dudéis.
Pedid por la salvación de vuestras almas, por el pecado, para
que Dios os perdone. Pedid a Dios-Padre por todos vosotros. Él es
todo bondad y misericordia. ¡Hacedlo así hijos míos, y tendréis la
paz en el mundo y entre vosotros! Hijos míos, hace tiempo os dije,
y de nuevo os digo:
«De Toledo saldrá un Gran
Guerrero que con su espada aniquilará por completo al
enemigo que ya se cree, o piensa, dueño de España. Este
Gran Guerrero ya ha sentido la llamada y ha dicho: Aquí
estoy Señor, para lo que tú mandes.»
Os lo repito muchas veces, diréis vostros, pero hace falta en
el mundo que llegue el Plan Divino, lo que Dios quiere mandar.
Tened Fé en Dios-Yahvé, pedid por mi Coraón Inmaculado. ¡Mira
cuantas espinas...! Pero tú al menos trata de consolarme.
Besad el suelo hijos míos. Este acto de humildad sirve para
todas las almas del mundo, para que Dios-Padre les perdone. Rezad
un Padre Nuestro para invocar a Dios-Padre.
PUBLICO: (Rezan el Padre Nuestro.)
La Madre:
«Y en una plaza de España habrá muchas almas, y en
medio estará el Gran Guerrero con sus soldados y
acompañantes. Él clavará la espada en el suelo y todos
se arrodillarán y besarán sus piés.»
Bien hijos míos. Yo me marcho. Os bendigo como el Padre os
bendice: En el Nombre del Padre, del Hijo, y con la Luz de mi
amado esposo, el Espíritu Santo. Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Madre.
El Maestro:
Yo estoy con vosotros, y conmigo viene mi Padre, Dios-Yahvé.
Acordaos de mi Pasión, mis dolores fueron por todos vosotros
La Madre:
Cuál fué el amor que os tuve, que os mandé mi propio Hijo a la
Tierra..., y lo mataron. Pero Él aún vive, y vive en las Moradas
Celestiales. Pues los calabozos del infierno están llenos, y en
cambio, las Moradas Celestiales están vacías.
Rezad por la Iglesia de Cristo, por el Vicario de Cristo que está
en grave peligro. Nada más...
La Madre:
Levantad los objetos. Yo os los bendigo especialmente para el día
de las tinieblas.
Padre Eterno: En
mi Nombre.
El Maestro:
En el mío, y con la luz del Espíritu Santo.
La Madre:
Adiós hijos míos.
Padre Eterno: Sigue
con tus rezos hijo.
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