El Rincón de los Buitres

El solo hecho de establecerte debe ponerte en alerta. Es tu primer paso en la guerra. Si bien no piensas atakar a nadie, debes defender tu principal, seguro alguien lo codicia ya.

Luego de unos días verás que hay vecinos, algunos simpáticos otros no, y por sobre todo, algunos que estorban. Tarde o temprano deberás atacarlos o ellos lo harán contigo. Y tal vez te pillen mal parado y solo ese día entenderás que fuiste un mal guerrero. Cuida tus espaldas que si no lo haces tu, dificilmente lo hará otro....

Una vez que entiendes eso y tomas el toro por las astas, debes pensar en un objetivo, insisto UNO. Tienes varias alternativas a elegir uno débil, uno que te caiga mal, uno que sea de otra cultura y uno que no veas moverse....Tu eliges, y debes elegir bien, debes estudiarlo, ver si conquista feudos, si gana vasallos, si sus feudos aumentan población, si su pj se mueve, si tienes la suerte de poder verlo en el ranking debes evaluar cuanto gana de impuestos y si los gasta o no. Y si tienes alguien que lo espíe y sepa cuando se conecta, si pertenece a alguna alianza, perfecto. Ahora tienes mas datos para elegir tu objetivo.

Siempre debes pensar, que cuando atacas a alguien, alguien verá ese ataque, y esperara el desenlace, pues ambos habran gastado oro, tiempo y tropas. Por lo tanto son buenos candidatos al triunfo fácil.

Cuando tengas un objetivo, debes tener en cuenta que la sorpresa es tu mejor aliada. No es de caballeros. Pero recuerda, quien defiende tiene muchos bonus, debes usar todo para minimizarlos. Mientras menos gaste tu objetivo en defenderse y tu en atacarlo, tu triunfo habrá valido la pena. Someter al enemigo sin luchar es la suprema excelencia.

Cuando vayas a atacar debes tener en cuenta que siempre será dificil, demoroso, costoso y muchas veces frustrante. Y lo más imporante, siempre ganarás algo.......un enemigo. Eso seguro.