theta Antinoo

Fragmento: 'Magnitudes de las Estrellas'

Este es un fragmento del libro Astrología, escrito por el poeta itálico Manilio, de quien la historia no ha conservado más referencia que sus propios escritos, sin poder saber a ciencia cierta los pormenores de su vida, pero es posible intuir que su obra se desarrolló en el siglo I d. C. Este libro también es llamado Astronomica y Astronomicon; este fragmento es extraído de la primera edición en español (1996) Biblioteca Clásica Gredos, 226. Francisco Calero y María José Echarte (Trad.)

"A las hermanas Pléyades tocó como dote el tercer grado de hermosura, extendida en su rostro femenino con rojo cobrizo, encontrando un color igual a ti, Cinosura, así como en los cuatro fuegos lasnzados por el Delfín, en lso tres lados del Triángulo, en el Águila, que brilla con un resplandor parecido, y en las Serpientes con sus escurridizos lomos en espiral. A continuación, de toda la cantidad restante se distinguen el cuarto y el sexto grado, así como el que une a los dos. La mayor parte del total está incluida en la clase menos brillante, la cual, hundida en las profundidades del enorme cielo, no resplandece durante ninguna noche ni ninguna estación, sino que, cuando la brillante Delia aleja su curso, cuando los planetas ocultan sus luminarias a la tierra, cuando el áureo Orión sumerge sus ardientes fuegos, y cuando Febo, después de atravesar los signos, hace cambiar las estaciones, entonces brilla en medio de las tinieblas y se enciende en la negra noche. En ese momento es posible contemplar espacios celestes acotados y repletos de pequeñísimos puntos brillantes, así como el firmamento entero, iluminado por numerosísimas estrellas, cuyo total no es inferior al de las flores o al de las secas arenas de la curvada playa, antes bien el número de fuegos que vuelan en el cielo es superior al de las olas que continuamente se originan en el mar, y al de los miles de hojas que caen desprendidas en los bosques. Así como en las grandes ciudades la población es separada en clases, de forma que los senadores obtienen la primacía y el lugar siguiente la clase ecuestre, al caballero sigue el ciudadano medio y a este la masa inactiva y por fin la multitud sin nombre, de la misma forma en el amplio cielo hay también una especie de estado, creado por la naturaleza, que construyó una ciudad en el cielo. Hay estrellas parecidas a próceres, otras se les aproximan, así como diversas gradaciones, y en todas ellas la cantidad se corresponde con el orden anterior: el más abundante es el pueblo llano, que gira en lo más alto de la elevación; si la naturaleza le hubiese dado un poder parecido a su número, el rpopio éter no podría soportar sus llamas y, al encenderse el cielo, todo el universo ardería."

 

 

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