Drogas en las aulas

   Las drogas, legales e ilegales, van camino de incorporarse a las aulas casi como una asignatura más. Y no es falso catastrofismo, lo dicen los datos. Los escolares consumen mán cannabis y cocaína que hace unos años, mantienen la elevada ingesta de alcohol y sólo el tabaco, el éxtasis y las anfetaminas ofrecen una tendencia a la baja. Los consumidores abusivos siguen siendo minoría, pero el problema no deja por ello de ser preocupante.
   Catorce años es la edad media de inicio en el consumo de drogas de los escolares, que desde 1994 se asoman a estas sustancias a una edad cada vez más precoz. El temor a sus efectos ha descendido y, con ello, el rechazo, lo que ha terminado por integrar las drogas dentro de las actividades lúdicas. Los jóvenes relacionan peligro con consumo habitual, y como su patrón de consumo es mayoritariamente de fin de semana tienen la sensación de tener todo "bajo control", y de que los riesgos son limitados y reversibles. Pero no siempre es así.

ASÍ ES EL ESCOLAR QUE CONSUME Emplea su tiempo libre en los videojuegos, las máquinas recreativas o en estar con los amigos. Los fines de semana llega a casa entre las seis y las ocho de las mañana. Dispone de más de 3.000 pesetas a la semana para ocio y pide bastante a menudo más dinero del asignado. Su rendimiento escolar es bajo o deficiente. No participa en ninguna actividad sociocultural (deporte, cine, libros, música). Su familia tiene problemas económicos. Sus padres no disponen de tiempo para hablar con él y hay una clara falta de comunicación en la familia.

CONSEJOS PARA PADRES Aunque resulte complicado conviene no alarmarse. Hay que evitar montar una cruzada con medidas drásticas para que el chico deje de consumir. Eluda las reprimendas y elija un buen momento para hablar. Evite a toda costa que su hijo adopte el papel de víctima. Conviene afrontar la situación como si se tratase de un problema más de educación. Si la situación le desborda y se siente incapaz de encararlo en el ámbito familiar, lo mejor es recurrir a la ayuda de un especialista en drogodependencias juveniles.

(Fuente:Tiempo)