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Constancia

Así, en la Parroquia del Espíritu Santo y a la sombra de los RR.PP. Josefinos se abrió nuestra pequeña Escuela de Enfermeras Auxiliares y nuestro Dispensario en el que tantas personas han encontrado alivio a sus males físicos y morales.

Pero esto no bastaba, era necesario atender a la instrucción y formación teórica y práctica de las personas que a él acudían y esto fue encomendado a la Sra. Rafaela Palazuelos de Ramírez, la cual puso todo su entusiasmo en la preparación de clases sencillas, fáciles y adaptadas al medio.

La semilla había fructificado y en varias Parroquias se formó también esta sección de servicio social donde la caridad cristiana ha dejado impresa su huella bienhechora.

La primera clase era de lenguaje o aritmética, después de Instrucción Religiosa y la de corte.

Después los Padres nos facilitaron otro garage más grande, pues ya eran 25 alumnas y aumentamos las clases.

Ahora estamos en un departamento facilitado por los mismos Padres, en donde contamos con 4 grupos:

alfabetización, intermedio y avanzado para terminar la Primaria, con un promedio de 50 alumnas, en su mayoría trabajadoras de servicio doméstico.

Además de las clases ordinarias llevamos a las muchachas de visita a Museos, Hospitales, días de campo, les organizamos ciclos de conferencias, por ejemplo sobre Paternidad Responsable y otros.

La Colonia Aquiles Serdán quedó bajo la dirección de la Sra. Josefina Escalante de Carral y nueve personas más que con todo entusiasmo empezaron a trabajar con un censo parroquial de toda la colonia.

En cuartos de casas humildes prestadas con gran voluntad de sus habitantes, establecimos centros de catecismo. Pasado el tiempo tuvimos acceso a la escuela "Club de Leones" a donde se les impartió a doscientas mujeres clases de doctrina y alfabetización.

Con donativos y cooperación de toda la colonia se construyó una iglesia de ladrillo y concreto, pues la anterior era muy pequeña y humilde.

Gracias a la cooperación de la Sra. Carral y de las personas que formaban el Comité de Señoras, se adquirió un lote construyéndose en él un Dispensario Médico para atender enfermos de esa colonia.

El Dispensario del SAGRADO CORAZON consta de tres consultorios, dos cuartos de baño y una sala de espera muy grande con asientos plegables.

En la Sala de Espera que es a donde se dan las clases, se sigue atendiendo’ al grupo de mujeres los domingos. Se les comenta el Evangelio, aplicándolo a la vida diaria de ellas y de sus familiares, se trata de solucionarles sus problemas personales con consejos, ayuda material y medicinas.

El local funciona y da servicio a la parroquia, ahí se reúnen las distintas asociaciones piadosas, el párroco celebra reuniones en que se tratan distintos temas de actualidad.

Algunos días entre semana las mujeres reciben clases de labores y de alfabetización. Este servicio lo imparten algunas voluntarias de la misma colonia. También se les llevan cuentas de ahorro en el Banco.

Cada año se celebra la fiesta de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, Patrona de la colonia, toda la comunidad asiste a la Misa solemne. En la calle se instalan juegos mecánicos, puestos de antojitos, se prenden castillos y a las personas que participan en la celebración se les facilita el Dispensario para comodidad de los que toman parte en la fiesta.

Hemos platicado con tres miembros de un Comité de UFCM, vale la pena analizar y evaluar lo que ellas nos han comunicado. Creo que su modestia va a sufrir pensando que lo que hacen no tiene mérito, ¡ lo hacen tan natural y sencillamente! dirán que así como ellas hay miles y miles de militantes de la Organización diseminadas por todo el territorio nacional entregadas a su labor callada, abnegada y constante en distintas obras y tareas, y es cierto. Ellas son prototipo de la militante de UFCM.

Son ejemplos que imitar. El testimonio humano y cristiano del que la iglesia juzga necesaria la presencia en el mundo.

Recordando la Homilía de S.S. Juan Pablo II sobre la fidelidad descubrimos que ellas han sabido encontrar en su vida personal y comunitaria las cuatro dimensiones de esa fidelidad:

La búsqueda, por la fe, del sentido profundo del designio de Dios en su vida.

La aceptación de ese designio en su vocación personal en el sacramento del matrimonio y vocación comunitaria en una obra apostólica.

Viven una coherencia entre estos dos compromisos contraídos voluntariamente.

Y han pasado por la prueba más exigente de toda fidelidad, "la de la duración". De la cual el mismo Santo Padre expresa: "La cuarta dimensión de la fidelidad es la constancia. Es fácil ser coherente por un día o algunos días, difícil e importante es serlo toda la vida... El "fíat" de María en la Anunciación encuentra su plenitud en el "fíat" silencioso que se repite al pie en la cruz".

Muchas cosas más nos podrían contar María Amparo, Gloria y Meche, sólo les hemos preguntado algo con lo cual nosotras podemos formar nuestro juicio.

Ejemplos que imitar, testimonios de fidelidad que nos hablan de un empezar y de un continuar sin desalientos.
 
 

Puntos de reflexión: 1.- Tú, militante, ¿ qué tan constante has sido en las actividades apostólicas en las que te has comprometido?

2.- ¿ En qué forma estás respondiendo con tu trabajo activo a tu compromiso?
3.- Muchas de nuestras obras han decaído. Si consideras que aún son necesarias, ¿ sería conveniente que resurgieran?

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