EL SETÍ EN EL
RIO GRANDE DE MANATÍ

Artículo publicado en la Revista Ecos de Plazuela
Instituto de Cultura de Barceloneta
Año 11- Número 43
Autora
Profesora Neris B. Reyes Campos

El setí Sicydium plumieri es la etapa post-larval del pez olivo que vive corriente arriba cerca del nacimiento de los ríos de la costa norte de Puerto Rico, donde las aguas son frías y claras. Entra al estuario de aquellos ríos que tienen flujo continuo todo el año. Las corridas comienzan la primera noche del cuarto de menguante en la madrugada, y cuando la luna se asoma por el oriente entra con la marea alta. Los pescadores se aprovechan de la abundancia del setí que sigue entrando por espacio de tres días y lo pescan comercialmente. Utilizan unas nasas similares a un mosquitero que sujetan dos hombres. Mantiene un lado en alto mientras que arrastran el otro extremo por el fondo para percolas las larvas que se entierran en la arena cuando se sienten amenazadas.

Una vez estos pequeños pecesillos, que miden 2.8 cms. en promedio y pesan .36 gms., entran al estuario comienzan una migración desesperada río arriba siguiendo una ruta paralela a la orilla por la cual la corriente sea más favorable. Tres días luego de haber entrado al río han sufrido cambios visibles. La larva transparente que entró al estuario comprimida lateralmente, ahora muestra un cuerpo redondo y aparentemente encogido de 2.8 cms. a 2.4 cms.

Ya aparecen siete bandas oscuras transversales y muestran en su aleta dorsal y caudal una mancha anaranjada en forma de arcoiris con un punto central oscuro. Esta mancha desaparece momentáneamente cuando se molesta para reaparecer nuevamente una vez se le deje tranquilo.

El estudio que se presenta aquí se llevó a cabo en el Río Grande de Manatí durante los meses de agosto y mayo 1982-83. El Dr. Donal S. Erdman menciona en un artículo (1960) al setí entrando al estuario durante los meses de agosto a diciembre y unos pocos en enero. Sin embargo, durante el presente estudio se encontró que entran de julio a enero en abundancia y continuaron entrando desde febrero a mayo en menor escala. Otro detalle interesante es que en los meses del segundo semestre a veces entran dos días antes del cuarto de menguante. Este cambio en el patrón de conducta "engaña" a los pescadores y les permite a las larvas migrar río arriba sin ser amenazadas. Podría ser un mecanismo ecológico para preservar la especie.

En el año 1945 (Erdman 1960) se comenzó a notar una disminución en la cantidad del setí que entraba al estuario y como consecuencia una merma en la pesca del mismo. Al pasar los años el número de larvas fué siendo cada vez menor hasta que para la década del 1960-70 había aparentemente desaparecido de los ríos. El setí preparado en varias formas se considera un plato exquisito el cual desapareció de la mesa del pescador y los residentes de la costa norte por varios años. Para el año 1975 reapareció en pequeña escala, la cual fué aumentando hasta alcanzar nuevamente un nivel comercial en el 1978. Los precios comenzaron a subir y para el 1982 una libra de setí se vendía en $5.00. Si se adquiere en el lugar de pesca podrá conseguirse en $3.00 la libra si se compra el envase de 35 libras.

El presente estudio trata de establecer una relación entre la densidad poblacional del setí y la calidad del agua del río. Para establecer esta relación se estudió el efecto de la calidad del agua sobre el setí observando su comportamiento en cada migración y midiendo aquellos parámetros que pudieran ofrecer alguna información al respecto. Los resultados obtenidos se compararon con estudios anteriores para determinar diferencias en la calidad de las aguas e inferir posibles efectos sobre las larvas durante su migración.

Las muestras colocadas en acuario mostraron un crecimiento muy lento. De agosto a mayo han alcanzado un tamaño de 3.5 cms. en dos años. Los cambios físicos observados en el río se observan también en cautiverio como lo son el aparente encogimiento, aumento en el diámetro, aparición de bandas y manchas anaranjadas en la aleta dorsal y caudal.

Se observó luminiscencia alrededor de los ojos parte lateral de la cabeza, área pectoral, parte inferior anal del cuerpo cerca de la cola. Se observó, además el desarrollo de la ventosa pectoral en forma de copa que surge de la aparente fusión de aletas pectorales modificadas en forma de ventosa para reptar por superficies planas como son las paredes del acuario.

Hay que vivir la experiencia de una noche en el estuario mientras se espera la entrada del setí para conocer la filosofía y la conducta de los pescadores. La noche del 9-11-82 se reunieron cerca de 100 personas en el lugar. A las 11:00 P.M. comenzaron a llegar con sus artes de pesca. Encendían fogatas, preparaban café, gritaban buenas y malas palabras. Unos se acostaron a dormir en la arena mientras hacían turno para sustituir a otros. Familias enteras llegaron. Los niños pequeños protegiéndose del frío con toallas. Todos vigilaban y atentos al que lograra gritar a la más breve indicación de que el setí había llegado. Algunos se aprovechaban para pescar con atarrayas los peces grandes como el macho de lisa, el viejo, el jurel y otros que también llegan al estuario, ya que son depredadores del setí. Al comenzar a subir la marea los pescadores meten los pies en el agua. Se siente el cosquilleo en la piel cuando entran los millares de larvas tratando desesperadamente de hallar la entrada que los llevará río arriba y ahí comienza la pesca frenética para lograr obtener la mayor cantidad en el menor tiempo posible antes que se escapen río arriba.

Las muestras colocadas en las diferentes masas no progresaron. El primer set de masas fué arrastrado por una enorme creciente. El segundo set soportó la próxima creciente, pero el cieno las cubrió y las muestras murieron. Las crecientes son tan frecuentes que se desistió de este método.

Una vez entraron las larvas al río se seguían en un bote observando el patrón de olas que forman en el agua al migrar. Una larva va siempre al frente y las demás le siguien en forma de punta de lanza formando varias capas o camadas de larva desde la superficie hacia el fondo. El más leve movimiento del agua hace que se hundan para reaparecer más adelante en un viaje apresurado e incansable. Junto al setí viaja también enorme cantidad de camarones jóvenes en varias etapas de desarrollo saltando sobre el agua los más grandes y nadando los más jóvenes. En una ocasión se observó que la ribera este llevaba una corriente muy fuerte lo que obligó al setí y a los camarones a cruzar perpendicularmente el río hacia la otra orilla para continuar río arriba. A los tres días de haber llegado al río ya han viajado cerca de 4 kilómetros.

El setí juega un papel muy importante en la cadena alimenticia de los otros peces, las aves, crustáceos y el hombre, quien es el depredador mayor. Se ubica al comienzo de la cadena porque esta larva se alimenta de algas, pero sus depredadores son varios, entre los que se encuentran los siguientes: la jarea, la sardina, los jureles, machos de lisa, guira, vacas, sierras, las aves del litoral, los crustáceos como los camarones y el hombre, que es el más voraz y el que más daño hace a la población.

Los resultados de las pruebas químicas y físicas para determinar la calidad del agua y las observaciones hechas demuestran una mejoría en la calidad de las aguas del Río Grande de Manatí en los primeros 5 kilómetros a partir de la desembocadura hacia tierra adentro. La tabla comparativa que se incluye para los años 1966-76-82 demuestran cómo han variado las condiciones en este cuerpo de agua. Es notable la variación en el oxígeno disuelto ya que este elemento es un factor limitante para el setí. Durante el estudio se observó una condición que los pescadores llaman "la turbia". Este fenómeno ocurre ocasionalmente cuando el agua del río se torna oscura, mal oliente, densa y muestra una deoxigenación total. Al investigar el origen de la condición descrita se encontró que en ocasiones el Caño Los Nachos vacía grandes cantidades de efluentes que provienen de tres fuentes principales;
1- Vaquerías
2- Fábrica que quema desperdicios farmaceúticos
3- Planta de tratamiento de aguas negras en Manatí

Esta condición no permanece mucho en el río, especialmente si llueve y el río se limpia. Sin embargo, si "la turbia" coincide con la migración del setí río arriba, le impide subir y se desorienta. La tendencia de las larvas es a quedarse o regresar al estuario escondiéndose amontonado debajo de la vegetación o como dicen los pescadores, "se acolchona" o se "apalastra". Esto ocurre porque el setí es muy sensitivo a bajas en O2 y estos efluentes contienen un DO = O. Estas aguas, además, por ser oscuras, suben la temperatura del agua a los cual el setí es igualmente sensible. Se observó que a las muestras que se colectaban debía cambiarse el agua a menudo por agua más fría para evitar que murieran antes de llegar al acuario.

En los últimos ocho años se han eliminado varias fuentes de contaminación que vaciaban contaminantes al río:
1- El vertedero municipal que estaba ubicado a 2 km de la desembocadura del río fué cerrado en el año 1975 y convertido en un sistema de relleno sanitario en otro lugar.
2- La planta de tratamiento regional recoge todas las aguas servidas; industriales, de albañal y comerciales, las cuales una vez tratadas se disponen en el mar; antes todas iban al río
El río había estado cubierto de lirios de agua. Un programa del Departamento de Recursos Naturales removió los lirios y el río pudo "respirar" de nuevo
4- El macelo municipal que vaciaba sus desperdicios crudos al río fué eliminado

Estas fuentes, entre otras, mantenían al Río Grande de Manatí en condiciones sépticas indeseables, tanto para la vida acuática como para la utilización por el ser humano. La migración del setí era imposible, por lo que la población de este pez bajó peligrosamente hasta prácticamente desaparecer. A medida que mejora la calidad de la aguas desde 1978 hasta ahora, se notó un aumento paulatino en la población del setí.

La pesca en estos meses de agosto a diciembre del 1982 produjo entre 1,000 y 1,500 libras por mes, lo que representa un ingreso entre $5,000 y $7,000 si fueran a vender todo el producto de la pesca. Lo más importante es que muchas familias se benefician mejorando su dieta a bajo costo si ellos mismos lo pescan.

Si el agua del río sigue mejorando o, al menos, se mantiene en las condiciones satisfactorias en que está, tal como lo demuestra la curva diurna de oxígeno, pudiera comprenderse la dinámica poblacional del setí y se pudiera manejar este recurso apropiadamente, podría convertirse en una fuente de alimento y de ingreso todo el año para los residentes de la costa norte y el resto de la isla donde hoy no se conoce.

Cabe mencionar un fenómeno observado durante el mes de octubre para el cual no se ha encontrado explicación. Coincidieron tres circunstancias:
1- No entró el setí al estuario
2- El mismo día en la mañana pescaron en el chinchorro 1,600 libras de pescado: guiras, sierras y vacas, la mayor pesca de la época.
3- Ese mismo día, a las 2:00 P.M. se desató una enorme marejada que duró 5 días

¿Existe relación entre estos tres fenómenos? No se sabe por el momento.

La información es parte del informe final del proyecto
"Efectos del agua sobre la densidad poblacional del setí".

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