LOS NUEVE DOMINGOS AL NIÑO JESUS 

SEXTO DOMINGO

 
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.  Amén. 

ORACION PARA TODOS LOS DOMINGOS 
(S. Biblia Est. 13, Is.) 

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas.  Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad.  Tú hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene.  Tú eres el dueño de todas las cosas.  Quien podrá pues resistir a tu Majestad?  Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes.  Tú has dicho "Pedid y se os dará.  El que pide recibe.  Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá.  Pero Pedid con fe".  Escucha pues nuestras oraciones.  Perdona nuestras culpas.  Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo.  Amén.  
Padrenuestro, Avemaría, Gloria. 

CONSIDERACION: JESUS SE TRANSFIGURA GLORIOSO 

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo.
En aquel tiempo, tomo Jesus consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, su hermano, y los llevo aparte, a un monte alto, y se transfiguró ante ellos; y brilló su rostro como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la nieve. Se les aparecieron Moises y Elias habando con el y tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: Señor, que bien estamos aqui! Si quieres, haremos aqui tres habitaciones una para Ti, una para Moises y otra para Elias. Aun estaba el hablando, cuando les cubrió una nube luminosa, y salió de la nube una voz que decia: "Este es mi hijo muy amado, en quien tengo mi complacencia;escuchadle". Al oirla, los discipulos cayeron sobre su rostro, sobrecogidos de gran temor. Jesus se acercó y tocandolos dijo; Levantaos, no temais. Y alzando ellos los ojos no vieron ya a nadie, sino solo a Jesus. Al bajar del monte les mandó Jesus diciendo: No deis a conocer a nadie de esta visión, hasta que el hijo del hombre resucite de entre los muertos.
Palabra de Dios.
  

EJEMPLO 

HISTORIA DE LA DEVOCION AL NIÑO JESUS EN CHILE

Entre los incontables milagros y prodigios que el Divino Niño ha obrado en favor de sus devotos, hay uno que tiene el mérito de haber contribuido a que en todo Chile se propagara de manera portentosa la devoción a la Santa Infancia del Señor. Oigamos como lo narra la misma persona que lo obtuvo, la cual lo declaró balo juramento, con testigos. Dice así: “ Me atacó una terrible enfermedad de flebitis a una pierna, que me postró por 19 meses en una cama sin poderme mover, y con fiebre continua. Toda la pierna estaba horriblemente hinchada. Un dolor agudísimo en un tobillo me impedía andar y no me permitía ni siquiera colocar el pie en el suelo. El único modo de calmar los intensos dolores era tener el pie en alto, colgado de un cable. Desde el tobillo hasta la rodilla la pierna estaba totalmente hinchada y permanecía fría como un témpano de hielo.
Un día me visitó una persona muy devota del Niño Jesús y me recomendó que empezara una novena al Divino Niño. Y fué al templo del Niño Jesús y pidió a los sacerdotes que me encomendaran en la Santa Misa. Los médicos ya hablaban de que era necesario cortarme la pierna. Yo prometía en mi corazón al Milagroso Niño Jesús que si me curaba me dedicaría a propagar su devoción.
Por más de un año todos los tratamientos médicos habían resultado inútiles. Llegó el día de la fiesta del Divino Niño. Los padres de la parroquia me mandaron una invitación para que asistiera a la procesión. Me costaba mucho asistir porque los dolores que sentía al moverme eran muy grandes. Sin embargo me hice Ilevar en una silla de ruedas.
Cuando llegamos a la iglesia ya la procesión había partido. Entonces me quedé allí junto al sitio de las veladoras y me puse a rezar el Santo Rosario con toda fé. Al final del santo rosario y cuando ya la imagen del Niño venía llegando al templo, sentí algo raro en la pierna. Emocionada exclamé: "Qué es esto? qué me pasa en la pierna que me hormiguea? Está caliente. Ya no me duele. Se está deshinchando. Miren cómo me queda el zapato! (que era enorme y cuyos cordones eran larguisimos para que alcanzaran, y ahora habían quedado totalmente sueltos). Y entusiasmada grité: "Estoy sana. Completamente sana. Quiero ir ante la imagen del Niño Jesús para darle las gracias!”.
Mis acompañantes me miratan atónitos. Yo me levanté de la silla de ruedas y corriendo me dirigí hacia la imagen del Divino Niño caminando ágilmente después de que hacía 19 meses que no podía caminar Al Padre que dirigía la procesión le dije:"Padre, el Niño Jesús me ha curado milagrosamente de una gravísima enfermedad. Esto es un milagro maravilloso” El Sacerdote me miró asombrado y respondió: "Quiera el Divino Niño que así sea. Esperemos a mañana y que los médicos determinen qué le ha sucedido!
Después de rezar un buen rato ante la imagen del Milagroso amiguito Celestial salí caminando de la iglesia y en el atrio estuve largo rato saludando a mis amistades y recibiendo las felicitaciones de todos los que me habían visto postrada e inmóvil en una cama y con peligro inminente de que me amputaran el pié. Al llegar a mi casa me estaban esperando las personas de servicio, en la puerta para ayudarme a bajar de la silla de ruedas y subirme en brazos al segundo piso y en medio de la admiración de todos subí corriendo las escaleras para abrazar a mi marido que estaba alli con varios amigos que habían ido a consolarme en esta grave enfermedad, pues creían que de la procesión yo volvería terriblemente adolorida y casi moribunda.
Los muchos amigos presentes no se cansaban de exam¡narme el pie. Me invitaban a hacer movimientos con el pie y yo no sentía dolor alguno. Corrí por toda la casa para, que todos me viesen y se convencieran de que mi curación había sido instantánea y completa. Todos pudieron comprobar que no quedaba rastro alguno de la enfermedad. Mi pié estaba exactamente igual al otro, y pude ponerme los zapatos que ya no usaba desde hacía 19 meses y no sentí la mínima molestia. Al día siguiente fui examinada por los eminentes médicos que antes habían tratado inútilmente de curarme. Todos quedaron admirados y no pudieron dar otra explicación a esta curación total e instantánea sino a una intervención milagrosa del amadísimo Niño Jesús a quien con tanta fé le habíamos hecho la novena y le habíamos suplicado la curación.
Han pasado varios años. He vuelto a mis actividades y no he vuelto a sentir ni el más leve dolor o molestia en el pié, como si jamás hubiera estado enferma. Con los testigos que presenciaron tan admirabIe favor del Divino Niño, afirmo con juramento todo lo que en esta narración he declarado Y quiero propagar durante toda mi vida la devoción al Milagroso Niño Jesús.
Firmado: Rosa Fernández de Rué.
Nota: Con la publicación en periódicos y revistas de este milagro obrado ante tantos testigos, la devoción al Divino Niño se extendió por todas las clases sociales como un incendio por un reguero de pólvora por todo Chile.

Habla Jesús:  

SI TIENES ALGUN FAMILIAR QUE NECESITA UN FAVOR
Dirigeme por él o ella tus oraciones, que yo haré de tu familia un templo de amor y consuelo, y derramaré a manos llenas sobre tus familiares las gracias y auxilios que necesitan para ser felices en el tiempo y en la eternidad. ¿Y POR Ml? No te sientes con deseos de mi gracia y amistad?
No quisieras hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos, a quienes amas tal vez mucho, pero que viven alejados de la religión o no la practican como debieran? Soy dueño de los corazones y los llevo dulcemente, sin perjuicio de su libertad, hacia la santidad y el amor de Dios. Pero necesito personas que oren por ellos.
En el evangelio dejé esta promesa: "El Padre Celestial dará el buen espíritu a los que se lo pidan". Pídeme para tus familiares ese buen espíritu, ese acordarse de la eternidad que les espera, ese prepararse un buen tesoro en el cielo haciendo en esta vida muchísimas obras buenas y orando sin cesar.
Al trabajar por la salvación de los de tu familia y de otros, no olvides nunca la estupenda promesa del Profeta "Los que enseñen a otros a ser buenos, brillarán como estrellas por toda la eternidad".

PRACTICA: Entraré a un Templo y haré una breve oración.
 
GOZOS 

Oh Divino Niño Mi Dios y Señor Tú serás el Dueño De mi corazón.
Niño amable de mi vida Consuelo de los cristianos. 
La gracia que necesito Pongo en tus benditas manos.
Oh Divino Niño Mi Dios y Señor Tú serás el Dueño De mi corazón.
Tú que sabes mis pesares Pues todos te los confió  
Da la paz a los turbados y alivio al corazón mío. 
Oh Divino Niño Mi Dios y Señor Tú serás el Dueño De mi corazón.
Y aunque tu amor no merezco No recurriré a Ti en vano  
Pues eres Hijo Dios y consuelo del cristiano. 
Oh Divino Niño Mi Dios y Señor Tú serás el Dueño De mi corazón.
Acuérdate oh Niño Santo que jamás se oyó decir
que alguno te haya implorado sin tu auxilio recibir. 
Oh Divino Niño Mi Dios y Señor Tú serás el Dueño De mi corazón.
Por eso con fe y confianza Humilde y arrepentido 
Lleno de amor y confianza Este favor yo te pido.
Oh Divino Niño Mi Dios y Señor Tú serás el Dueño De mi corazón.

ORACION FINAL: 

Oh Jesús: "Tú has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado".  Por eso vengo a pedirte con toda fe: 

Jesús  mío, mi amor, mi hermoso Niño: 
Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte mas, amarte hasta morir. 

Ven a mi, Niño Jesús, van a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados. 

Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre.  Aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tu vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu Misericordia me acompañaran todos los días de mi vida. 

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la Cruz con el precio de tu Sangre. 
Te proclamo Como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor., Te adoro Como a mi Dios y Soberano Señor. Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.  Amén. 

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares. 

Jesús José y María, libradnos de todo mal. Jesús, José y María, salvad nuestras almas. Amén.  Aleluya. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

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