La sucesión.

Exactamente lo mismo que pasó con el ejército ocurrió en la corte: no había a su muerte en 1025 una persona capaz de sucederlo aunque sea con un mínimo de aptitudes, no al menos los que estaban en la corte, entre sus familiares o allegados.

Constantino VIII, ya con mas de sesenta años, aunque había acompañado a su hermano en alguna de sus campañas, aunque siempre estuvo presente en la corte, aunque asociado desde siempre al trono, no tenía demasiado interés en conducir personalmente los destinos del Imperio.

La figura del emperador recientemente fallecido era en 1025 absolutamente imposible de reemplazar, pero lo que era aún peor, no había un solo miembro de la dinastía macedónica que pudiera emularlo aunque sea parcialmente.

¿Porqué era importante que algún miembro de la dinastía reinante lograra una sucesión mas o menos interesante? Pues porque en el pueblo de Bizancio se había arraigado tanto el concepto de sucesión por legitimidad hereditaria que se veía imposible lograrlo de otra manera.

Si tan solo el emperador hubiera tenido hijos el problema hubiera sido menor, pero además de esto tampoco su hermano y co-emperador Constantino VIII tuvo hijos varones, sino que tuvo dos hijas mujeres que eran ya grandes en 1025, lo que no impidió que en un futuro una de ellas, Zoe, se casara dos veces para "producir" otros tantos emperadores y adoptara a uno también, lo que demuestra hasta que punto la legitimidad era importante en el Imperio.

Y fue el influjo de la figura de Basilio II lo que ayudó a hacer aún mas fuerte en la población el concepto de legitimidad mediante un origen dinástico, aunque ya desde la época de Romano Lecapeno y luego los usurpadores Nicéforo Focas y Juan Tzimiscés la regencia o el matrimonio con algún miembro de la dinastía reinante era lo único que podía legitimar a un emperador.

Esta fue la gran deuda de Basilio II con el Imperio: no haber armado una sucesión que conformara al pueblo y a la nobleza, y que hiciera una especie de continuidad de su gobierno, lo que tuvo como consecuencia el desmembramiento lento pero inexorable del Imperio debido a la imparable feudalización que se produjo en los años siguientes como consecuencia de que no se aplicaban las leyes dictadas por él, y de que nadie se preocupó demasiado desde el poder de mantener y aumentar sus conquistas, y de ordenar la vida de los ciudadanos de acuerdo a los intereses del Estado.

Una deuda que no es pequeña, y que se fundamenta en el nulo interés del emperador en la vida de una corte que el veía como superflua y a la que desdeñaba ostentosamente.

Una deuda evidentemente muy grande, pero que no le quita el mérito de ser considerado uno de los más grandes emperadores de todos los tiempos.

 Volver

Hosted by www.Geocities.ws

1