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T E C N E Historia
La Cuestión Homosexual en la Historia de la Edad Media:
El Siglo XIV.

... o de cómo los religiosos siempre se han aprovechado de sus feligreses...
... para luego traicionarlos ...

Subdiácono Arnaldo de Vernhola
C o n f e s i ó n
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(el tipo en cuestión confiesa estando en prisión, ante esbirros religiosos, bajo tortura)
Cuando se le preguntó si alguna vez había dicho a alguien que creía que la sodomía fuera un pecado menor que la simple fornicación con una prostituta, y particularmente si a alguno demostrara que esto estaba escrito en el derecho canónico, respondió que no a ambas preguntas.
Cuando se le preguntó si había afirmado, o si creía que, puesto que su naturaleza lo impulsaba a satisfacer sus deseos con un hombre o una mujer, no era pecado tener relaciones con hombres o mujeres, y [si creía que esas relaciones] eran ligeras o veniales, respondió que aunque él pensaba que su naturaleza lo inclinaba al pecado de sodomía, siempre lo había considerado un pecado mortal, pero que pensaba que era lo mismo que la simple fornicación, y que la inicua desfloración de una virgen, el adulterio y el incesto eran pecados mucho más graves que el pecado de sodomía (conocimiento carnal de hombres por hombres). Y se lo había dicho a Guillem Ros, el hijo de Peter Ros de Ribouisse, y a Guillem Bernardi, el hijo de John Joch de Gaudiès, con quien había cometido el pecado de sodomía. Pero no se lo había dicho a nadie con la finalidad de inducir el consentimiento de un acto que de otra manera no hubieran [cometido]. Dijo a Guillem Ros que el pecado de masturbación era igual al pecado de simple fornicación: era igual en gravedad, decía [...] si el pecado de masturbación se cometía deliberada e intencionalmente.
Cuando se le preguntó si le había dicho a alguien o creía que, como subdiácono, podía absolver sacramentalmente a alguien que le confesara pecados mortales, y que esa persona quedaba efectivamente limpia de todos sus pecados y no tenía por qué confesar otra vez los mismos pecados a un sacerdote, respondió que era cierto que había dicho a ciertas personas que él podía absolverlas de sus pecados, y que había absuelto así a algunas al oírles sus confesiones, incluso de pecados mortales, sin indicarles que confesaran los mismos pecados a un sacerdote [...] Sin embargo, nunca había creído que pudiera absolver a nadie de pecados mortales que a él le fueran confesados sacramentalmente [...] pero había dicho esas cosas y oído las confesiones a fin de oír qué pecados habían cometido aquellos que se confesaban con él ...

Cuando se le preguntó si había dicho a alguien que celebraría misa, o si realmente dijo misa o había vestido las ropas sacerdotales para decir misa, y si creía que al celebrar la misa podía convertir [el pan y el vino] en cuerpo y sangre de Cristo, respondió que en verdad había dicho a algunas personas que había celebrado misa y que era sacerdote, pero que no lo había hecho en realidad, ni creía que, sin ser sacerdote, pudiera hacerlo.
Cuando se le preguntó si había cometido el pecado de sodomía con alguien más, ya sea con las personas mencionadas o con otras o en otros lugares, además de los que había confesado, dijo que no.
No dijo nada más de interés, aunque fue diligentemente interrogado [¿¿¿¿¿torturado?????].

Cuando se le preguntó si lamentaba haber creído y afirmamdo y enseñado estos errores en cuanto le fue posible, llevando a los demás al error, y si deseaba abjurar de esos errores, dijo que sí ...



... ya lo dice el refrán:
... no hay peor puta, que una puta retirada ...
... y no hay peor loca, ...
... que una loca acobardada y frenéticamente atemorizada ...
 
La fuente documental del texto es:
John Boswell. Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad.
Muchnik Editores. Barcelona, España. 1992. Págs. 432 a 433.
Edición en español con la que no estoy de acuerdo. Para todos los casos de este texto, habremos de referirnos siempre a la edición original en inglés.


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