La vida en la Ciudad de México en 1999...

Este título, cómo ya lo adivinaron y resulta obvio para los que acostumbren leer, hace homenaje a un escritor novohispano, Francisco Cervantes de Salazar. Hoy que termina un siglo, me he propuesto dejar este testimonio de un mexicano que cierra un ciclo más en su vida, a lo largo de la cual, ha sido testigo y testimonio de 50 años en la vida de ésta muy noble, leal y querida  Ciudad. Sin que lo tomes a mal, no te pido tu opinión, solamente te estoy dando mi testimonio de las cosas que he visto y padecido en eterna agonía.

Caminando por las calles de lo que han dado en llamar Centro Histórico, veo los cambios que en cincuenta años han transcurrido por esas calles, otrora hechas para paseantes, ahora invadidas por comerciantes ambulantes que cuentan con permisos y autorizaciones del mal llamado "gobierno" mexicano. No hay una sola alma que se atreva a colocarse en la vía pública que no pague una contribución al representante del gobierno en turno, ya sea en forma reglamentada vía impuestos o en lo que los mexicanos han hecho una institución: la mordida. Es de todos los días ver en las calles del Centro Histórico cómo los ambulantes son vejados por policias emisarios del "gobierno", correteados por esas calles hasta quitarles toda su mercancía a esos ambulantes que, una vez que se retiran los buitres-policias, vuelven con tenacidad a colocarse en la misma calle... para ser de nueva cuenta correteados y así hasta el día en el que el mundo se acabe.

Si tu que me lees eres extranjero, deberás de saber que la "mordida" es una forma de extorsión que es prácticada y fomentada por los tres poderes que se encargan de desgobernar la ciudad de México y al país que nefastamente representan: el ejecutivo, el judicial y el legislativo. En todas las esferas de su incumbencia, los gobernados que se enfrentan a ellos, en un momento dado deben de dar una determinada cantidad de dinero para que sean tratados de forma preferente ante irregularidades que el mismo sistema ocasiona y cuyo mejor colofón son esos campos de concentración llamados cárceles o con la etiqueta que quieras: "CERESOS", "Reclusorios", "Delegaciones", "Centros de Adaptación Social" ... todos ellos y cualesquier eufemismo son exactamente lo mismo: letales campos de concentración donde se experimenta día con día con la dignidad humana hasta el nivel de la muerte.

Me encuentro en la Plaza Mayor, el "Zócalo", amplio testigo mudo de escenas de intolerancia, de vigilancia, de corrupción y de extorsión a una población enajenada y culturalmente lobotomizada para solamente lanzar jaculatorias irracionales en falsos festejos de dictadura cívica que puedes ver reflejados en los meses de septiembre o mayo. Camino por Moneda para seguir por Correo Mayor, rumbo a la calle del Apartado, curiosa calle de una sola cuadra. Calle que a lo largo de su via cambia de nombre seis veces como relicario de épocas pasadas. En todo este trayecto, los mexicanos que son usados como bestia de carga, sin bañar y sudorosos, lanzan gritos, se empujan y pretenden vender lo que consideran que es su legítimo derecho, ni más ni menos: Y su legítimo derecho es SU miseria desparramada y reflejada en artículos de baratijas acumuladas a lo largo de cuadras y cuadras. Estos mexicanos para los cuales los gobernantes han desarrollado una Cultura De A Peso gracias a la cual son infrahumanamente explotados. Todo con el beneplácito del delegado político en turno, rapaz carroñero que se escuda bajo el régimen de la ley, como lo ha impuesto todo el sistema político de México en la segunda mitad del siglo XX. Bajo las experiencias vividas en estos cincuenta años, puedo definir lo que es la ley en la realidad de todos los días:

La ley es el más refinado instrumento de explotación, sometimiento y castración humana hasta la aniquilación tanto física como mental, en detrimento del género humano. 

Me rio de los teóricos oficialistas ... y de cualquier teórico [todos pendejos, por supuesto...].   Este final del Siglo XX, en cualquier país de cualquier parte del mundo que utilice la jodida palabra Ley, es y será un testimonio de esta definición que he propuesto. No creo en la necesidad de padecer abogados, políticos, economistas o cualquier sanguijuela de semejante nauseabundéz. No creo porque he visto y padecido sus daños y sus destrozos, sus vejaciones y sus insultos que incesantemente me remiten a épocas de barbarie y destrucción ... de hecho, el mundo funciona mejor sin ellos.

Cualquier hipócrita y ejecutor de este podrido sistema me objetará lo que quiera. La realidad de la miseria y degradación que yo he constatado durante décadas, anularán cualquiera de sus vacuos argumentos. 

Durante un tiempo, acepté ser maestro bajo el sistema de Educación Pública. Decidí quedarme con los alumnos de clase media y clase media baja y observé con cuidado sus vidas y los padres que les tocaron, sus relaciones con el sistema y el grado de sometimiento que finalmente reflejaban. Día con día, estos seres jodidos social y económicamente, eran manipulados por un sistema que les ponía obstáculo tras obstáculo, sabiendo que llegaría el momento en que se cansarían y ya no se levantarían. Los padres terminaban rodeados de violencia y terminaban reducidos a viles elementos de sobre vivencia para pagar sus más elementales mantenimientos... o bien para saciar sus instintos más elementales y ruines en los débiles de siempre: los niños cercanos a ellos. Esos niños terminaban odiando la educación y lo que a ella se relaciona: su única aspiración se reducía a vagar en la calle en compañía de falsos amigos pseudo solidarios, con los que a veces llegaban al robo y a la drogadicción amargados por su soledad y su miseria y siempre sometidos a asaltantes y extorsionadores instituciones policíacas y judiciales, como el caso de Héctor Magallanes, un hermoso adolescente de 15 años, golpeado brutalmente por patrulleros que le ponían droga no ya en sus bolsillos, sino en su boca... niño que fue brutalmente abusado hasta volverlo frío, duro y amargado... y quien poco a poco fue perdiendo respeto e interés por la vida. Héctor no estaba sólo, estaba también con su hermano menor Oscar, cuyo destino fue parecido; ambos terminaron desertando de la secundaria ... jamás supe que les sucedió. Hasta el momento en que seguía su historia, ya habían aprendido a vender y traficar con las pistolas de los patrulleros y con la misma droga que a veces consumían. Y esto sucedía en el Centro Histórico de la Ciudad de México marcadamente y a los cuatro vientos ... Más ejemplos de ello podrían  ser recreados en las escuelas secundarias públicas encontradas en el resto del país, todas con una historia negra en mayor o menor grado, todas sujetas a directores corruptos que descarada y cínicamente cobran hacia el 2001, la cantidad de 16,000 a 18,000 pesos mensuales en promedio y que con una bola de secuaces a su cargo, manipulaban y extorsionaban a esos adolescentes sin más protección que su coraje y valor personal ... las llamadas autoridades que, complacientes, se encargaban solo de justificar estadísticas que mantienen presupuestos fabulosos... preexpuestos que eran usados para todo, menos para desarrollar una educación de calidad... si acaso, una educación de cantidad. Ejemplo: a los maestros se les perseguía para que NO reprobaran alumnos y los acreditaran a como diera lugar, caso contrario, eran hostigados hasta provocar su renuncia o, en el mejor de los casos, su cambio. El caso del magisterio en la Ciudad de México es un registro más de la intolerancia y de la corrupción con la que el gobierno aparenta siempre que en México hay educación, si señor. En determinado momento, un simio gobernador con su co-simio de educación pública se atrevieron a gastar en carteles que decían "Se distribuyen libros de texto gratuito en secundarias.... la educación avanza" , pero nunca aclararon que los libros solo se  prestaban a los adolescentes que debían devolverlos al final del ciclo escolar para que fueran nuevamente prestados a otros en el siguiente ... que esos libros se impusieron arbitrariamente, de autore$ que fueron amparado$ por la$  autoridade$ de educación y mal gobierno, anulando la libertad de los maestros para elegir textos bajo pena de castigo por elegir libros que no estuvieran autorizados oficialmente.... y mi hígado que me duele, ¡ay!     Pero eso sí, todo con la ley en la mano... 

He sido testigo de como estas gentes simples han ido perdiendo su categoría de seres humanos para acercarse más a sus antepasados bestiales. He sido testigo de cómo el enemigo público de la sociedad mexicana ya no lo son los delincuentes, sino la misma policía y el sistema judicial que los fabrica, porque en México los delincuentes SON fabricados bajo ese instrumento de aniquilación humana del que hablado: La ley. Día con día se han establecido leyes contra y para todo lo que atente contra el orden de un sistema anquilosado e inoperante, sistema dictatorial que funciona para beneficio de pocos. Leyes que atentan contra los procesos naturales más elementales y que han generado un sistema de terror psicológico que solamente era usado por la terrorífica institución de la inquisición española. Hoy, como ya Víctor Hugo nos lo recordara, los inocentes terminan  siendo convertidos en delincuentes y lo que es peor, la plebe siempre cruel y delirante, sirve de apoyo a lo que seguramente la destruirá. Pero esto es la Ciudad de México en 1999: Viva la aniquilación de la honestidad humana y la nobleza, de la libertad de las personas y los individuos...... GLORIA A TE!!!!!!!!!

A lo largo de estas calles, he visto siempre como los delincuentes oficiales, los llamados policías, como animales de rapiña, han estado al acecho de los más débiles: el carroñero se acerca a su presa y a dentelladas empieza a destrozarla. Si la víctima se resiste, aparece el sistema judicial para condenarlo ya de entrada por "desacato policiaco", por "oponerse al arresto" y por tratar de hacer valer lo que le queda de persona.    Por si esto fuera poco, a los animales de rapiña, seguirán instituciones de rapiña. ¿Cuáles? Nuevamente las recuerdo: La procudaruría general de injusticia y todo su simiesco cuerpo policiaco. Aparte de las ya citadas, las Instituciones de Salud Pública, que asesinan a su arbitrio y antojo a cualquiera de estos animales indefensos vistos como "no recuperables".... a los que les recetan solamente placebos para pacientes tipo campo de concentración: "NO RECUPERABLES" y como tales, solamente se les deja morir hasta que su cuerpo aguanta.... ellos se justifican diciendo que no hay recursos ni espacios para atender a semejante cantidad de enfermos, enfermos a los que el gobierno OBLIGA a todos y cada uno de ellos a registrarse forzosamente y acudir a tales, a someterse a estos nuevos campos de concentración donde una vez que se entra, seguramente se sale inválido en más de una forma... Tú que me lees no has experimentado lo que es esperar por espacio de más de dos horas con un dolor agudo y lacerante, clavado hasta la intolerancia, para ser recibido por unos sujetos que sin la menor competencia, te han visto de lejos, han platicado entre si de lo que harán en la noche y después de verte como algo molesto, te han lanzado con un par de analgésicos de quinta clase en la mano sin haber hecho lo más elemental de lo que fue una profesión noble... estos saqueadores de la salud, se amparan en el sistema que los protege para cometer toda clase de atropellos y fechorías. y no solamente en el sector público: lo mismo se da en el sector privado. ¿Ejemplo? En noviembre de 1999 en la Ciudad de México, en el Hospital de México ubicado en Viaducto Miguel Alemán y Sindicalismo, en la Colonia Escandón, se revisó a una joven madre que había estado tratándose para llevar a buen término su embarazo... el médico que la atendía, médico residente de ese hospital, le recetó un médicamente para aliviarle las molestias que presentaba y la paciente lo ingirió un martes 16 de noviembre por la mañana. Al mediodía ya estaba hinchada y tenía dolores más severos... el doctor la revisó y la devolvió a su casa sin mayor cuidado ni indicaciones. Según él, todo estaba en orden y era cuestión de tiempo. La joven madre confiando en la ciencia médica y el simio que la atendía, regresó a su casa... se quedó dormida y fue despertada por una terrible sensación de incontinencia que la obligó a ir al baño... al levantarse del baño vio con horror que en lugar de orina, había dejado un líquido sanguinolento: la hemorragia había comenzado, hemorragia que le llevaría a perder a su bebé de siete meses por negligencia médica ante un medicamento mal suministrado y falta de atención adecuada... el hospital claro que guardó todo el misterio y silencio posible, aprovechando el dolor de la familia deshecha ... ellos mismos realizaron una autopsia para "facilitar" a los padres los trámites... autopsia que después nadie supo donde quedó... ese niño asesinado era mi sobrino. En los hospitales públicos del IMSS o del ISSSTE, estos casos se multiplican con horror y no hay poder o dios que salve a los miserables que caen en estas garras que cuentan con todo el respaldo del gobierno y de la ley... me consuela que lo que se hace, se paga.... más tarde que temprano, pero se paga inevitablemente siempre ...

Ah, pero para aquellos que reclaman, el gobierno les  ha creado instancias para que les  escuchen. Y claro que te escuchan, pero NO te resuelven el problema, solamente esperan a que se te olvide y desistas por cansancio, además de justificar sueldos verdaderamente insultantes para parásitos sociales, como los de una pendejada llamada procuraduría del consumidor ¿Me pides mayúsculas? Ja ja... como dijera un anuncio: no se las merecen.... Esa es la principal estrategia del sistema mexicano: cansar a los quejosos sin solucionar los problemas, cansarlos hasta que se enajenen dando vueltas como un trompo. A los ojos del mundo, esto se llama democracia. Incluso, hasta se fabricaron ahora derechos humanos... lo que es de siempre una inapelable instancia de la más elemental y humana naturaleza, que no necesita de instituciones pendejas que la respalden, acaba siendo justificación de presupuestos y de innecesarios cargos y gastos públicos que solamente entorpecen y crean más dificultades ante los reclamos presentadas por los gobernados... el caso es servir de pantalla a los ojos del mundo, porque al gobierno mexicano le gustan las apariencias, no las soluciones. Las verdades las acallan con asesinatos a diestra y siniestra. Si se tiene suerte, se exilia al acusado o en el mejor de los casos, se le brindan riquezas que compren su silencio. México está lleno de intelectuales amordazados por el terror. Y la secretaría de gobernación es la mano ejecutoria de muchos de estos amordazamientos... e incluso asesinatos (¿el Doctor Estrada Valle?). Es quien hace los trabajos sucios del falsamente respetable gobierno mexicano. Y esto sucede a fines de este siglo XX sin esperanza de que sea eliminado. Al contrario: ahora se le ha agregado el CISEN.

Hoy se gastan cantidades fabulosas del presupuesto del gobierno en vigilancia; ya sea con elementos humanos o electrónicos. Fuerzas misteriosas se materializan para controlar y vigilar en niveles verdaderamente paranoicos, temiendo que el orden anquilosado sea cambiado.... ellos quieren que todo siga igual para siempre, que solamente cambien las apariencias. Se instalan cámaras de vigilancia en calles, edificios públicos y privados, en sistemas públicos de transporte, como el metro que en lugar de darle mantenimiento y calida al servicio, suprime escaleras eléctricas y refacciones de trenes, por equipos de vigilancia.  Se cercan edificios, calles y espacios públicos bajo pretexto de detener la delincuencia, cuando lo que se hace es extenderla más... y fomentarla con individuos ignorantes y fanatizados... como sucede en las calles de la colonia Lindavista o en la de Acueducto de Guadalupe, donde las calles se cierran al libre tránsito y los viandantes son vistos con esquizoide desconfianza paranoica que ha suscitado ya algún pleito entre particulares... pleito del cual siempre salen beneficiados los carroñeros, claro.... por eso en las cárceles  mexicanas, ejemplos excelsos de los mejores campos de concentración, como cualquier cárcel lo es,  puedes encontrar que están saturadas... cosa que en 1998 y 1999 repitieron varios funcionarios públicos en entrevistas para los medios de televisión y hasta dieron cifras: en un calabozo para 10 personas, se guardaban 50!!!... ah, y señalando que sin tener servicios sanitarios o alimentación adecuada.... ¡Vivan los campos de concentración a la mexicana!!! Si, para eso el gobierno mexicano se pinta solo y los pendejos que los aguantamos pagando impuestos, claro está. Es degradante meter personas a las cárceles pues ello jamás ha resuelto y jamás resolverá, el problema de la delincuencia. En estos cincuenta años de vida, he visto miles de veces como carroñeros (léase patrulleros) se han abalanzado sobre individuos débiles para golpearlos, despojarlos de sus pertenencias, meterles drogas en los bolsillos (drogas que ellos mismos consumen y venden) y luego someterlos a un ministerio público que fabrica escrupulosas actas con delitos también fabricados... ¿la víctima? golpeada salvajemente y con tortura la mayoría de las veces en separos o patrullas, no tiene valor para hacer su defensa, está atemorizada porque sabe que ya está en las fauces de La Bestia y no hay poder que lo libre de ella, salvo que ese poder sea comprado con "mordidas". Y todavía le falta enfrentarse a una telaraña de empleados que son solamente gatos, pero gatos feroces que no perderán oportunidad de darle la más mínima mordida, para quedarse con algo de la víctima.

Sobre todo lo anterior, se puede documentar un gigantesco libro con todo tipo de elementos,  pero al terminar de leerlo, seguramente te preguntarías: ¿Y para qué sirvió semejante lectura?

Nada más que para enterarte de que en la Ciudad de México y el país que representa, nada es verdad, todo es mentira para justificar ante los ojos del mundo que aquí no pasa nada.... que todo está en calma y que aparentemente vivimos en un mundo pendejamente feliz donde todos, lobotomizados, cantamos himnos eternos al gobierno, a la familia y a la religión: Las pesadillas eternas del género humano.

Lo que me consuela ante todas estas aberraciones, es que de todos estos simios, el Sol se encargará al final, como justo restaurador del equilibrio humano y natural. Tengo cincuenta años y espero con gusto la respuesta de la Naturaleza, única restauradora del equilibrio perdido ... si después, por una "mano piadosa",  pierdo la vida en un "accidente", no me importa pues he vivido lo que tenía que haber vivido y sé que el mundo seguirá girando, a pesar de todo y contra todos.

Amo a los hombres y he vivido para ellos, preservando la cultura mexicana y la homosexual,  transmitiendo ambas cada día de mi existencia.

Si has llegado hasta este punto, gracias por el tiempo que me has prestado... lo que sigue es pensamiento... solamente pensamiento.... ¿quedará algo de conciencia?... ¿sirvió de algo tener conciencia?   Recuerda:  Nunca tendrás que estar de acuerdo conmigo, salvo que hubieras caminado por las mismas calles, contemplado y padecido las mismas atrocidades... tanto físicas, como mentales.

 

En la, a pesar de todo bella, Ciudad de México, un 31 de diciembre de 1999....

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