El Zazen del cual hablo no es el aprendizaje de la meditación, no es
otra cosa que el Dharma de paz y felicidad, la práctica-realización
del Despertar perfecto. Zazen es la manifestación
de
la última realidad.
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La meditación Caminando y
las postraciones
Kinhin es caminar meditando. Es un
estilo Zen, de andar. En él, sabemos que estamos andando, somos concientes de
cada paso. Mente y cuerpo siempre juntos. Generalmente, las personas andan
apenas, con la cabeza; llenas de preocupaciones, ansiedades, dudas, pensando,
pensando todo el tiempo, sin parar. Allí están, caminando por una calle
cualquiera, pero sus mentes están lejos, fantaseando sobre lo que será
dentro de unos minutos, días, o aún dentro de unos años. Van del pasado al
futuro en un segundo, viendo imágenes de las cuales ya deberían haberse
separado, o que forman parte de un mero juego especulativo (muchas veces
formado por miedos y esperanzas), sobre "el mañana". Si bien, hasta
saben adónde van con su cuerpo, infelizmente no tienen la menor idea de dónde,
este tumulto interior, las va a llevar. Andando así, no consiguen darse
cuenta ni del camino ni de sus maravillas. Hay muchos pequeños
"milagros" visibles a cada paso que damos en esta vida, pero ellas
no los pueden ver... Están allí pero no ven casi nada. Pierden el contacto
con el momento presente, con el "ahora" de sus vidas, el único
momento real, cuando todo está disponible y vivo, el momento en que una
felicidad no condicionada puede emerger dentro de nosotros. Entonces, nuestro
andar Zen es, con los pies. Es sólo andar. Caminamos cien por ciento. Nuestra
mente no piensa, sólo camina, también. Ella ya no huye más hacia el pasado,
o viaja hacia el futuro. Cuando caminamos así, no tenemos prisa, ya que ya
llegamos! Recuerden, el primer paso ya es el último! Esto es muy interesante. |
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¿Cuál es el
significado de nuestra práctica de las postraciones? Desde eras primitivas,
muchos cultos prerreligiosos vieron la luz. Rituales mágicos, fetichismo, chamanismo, como
cualquier religión, todos tiene su manera propia de culto. Es natural.
El Maestro Dogen dice:
"Buda es su propio yo verdadero". Esto quiere decir que, cuando nos
postramos ante una estatua de Buda, reverenciamos nuestra propia condición
iluminada, aquella que ya poseemos. Por el momento, se está
"gestando", pero estará pronta para nacer a través de nuestra práctica.
La reacción de uno de mis amigos
cristianos, ante esta imagen, fue muy interesante, él dijo: "Esto me huele
a narcisismo. Yo no soy perfecto, tengo muchos defectos, ¿cómo me voy a
respetar tanto y rendirme culto de ese modo?" Pero no se trata de rendir
culto a nuestro "ego". |
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Este es un malentendido muy
común. Encuentro que, a través de la práctica de zazen, podemos desarrollar
una comprensión adecuada de esas palabras de Dogen y nuestra postración se
volverá más natural y espontánea.
En el budismo, los
estudiantes se daban cuenta que, antes de encontrar el verdadero Dharma, sus
proyectos personales y las experiencias previas sobre cómo vivir una vida
real y feliz, habían sido, en realidad, un vagar sin destino, una gran
confusión entre deseos ardientes y gran sufrimiento. Ellos descubrían, al
encontrar las enseñanzas y un maestro verdadero, que habían estado perdidos,
buscando la felicidad donde no podría ser hallada, exactamente como un
viajero sin brújula a la deriva, a veces, en la dirección opuesta al rumbo
fijado. Era como si, hasta ese momento, hubieran desperdiciado sus vidas.
Percibiendo que la enseñanza les proporcionaba ahora, una dirección segura,
alcanzados por un sentimiento de gratitud, respeto y reconocimiento, ellos se
postraban.
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El principal concepto de
las postraciones budistas, es ofrecer completamente cuerpo y mente al camino,
a la enseñanza y al maestro, sobre todo, por ser estos, los elementos
necesarios para que alcancemos, finalmente, nuestra naturaleza original, o
condición de Buda.
¿Cómo hacemos una
postración (rai hai)? La hacemos junto con nuestra respiración, primero
hacemos gasshô, inclinando, y se va espirando mientras se doblan las
rodillas, hasta tocar el piso. Levantarse es más fácil, con un pequeño paso
al frente. Los monjes están muy acostumbrados a hacer esto y, en general, no
se balancean, pero cuando los novatos comienzan a hacerlo, se desequilibran -
lo que no es muy bueno. Nos levantamos con calma, suavemente, y durante la
inspiración. Como dije, es mejor usar las manos o dar un pequeño paso al
frente para estar más estable. Encuentro muy bueno, hacer prosternaciones en
casa. Es como hacer zazen.
Las pueden hacer al
levantarse, o al irse a acostar. Recomiendo a mis alumnos que tengan un pequeño
espacio en casa, para un altar. Así, a cualquier hora, pueden practicar zazen,
ofrecer incienso, hacer postraciones o cantar sutras. También vemos eso en
algunas casas tradicionales japonesas. La familia tiene un altar ( o "butsu
dan") con tabletas con los nombres de los ancestros, personas que ya han
muerto. Todas las mañana encienden un incienso, hacen gasshô y reverencias.
Personas más devotas, ponen ofrendas de arroz y agua, y cantan un sutra. Si
algún alimento fresco, o regalo, es traído al hogar, esto se pone, primero,
en el altar por algún tiempo, antes de ser usado.
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