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S�guenos todos los martes y jueves de 23:30 a 1:30 en el 107.4 FM. Dirige y presenta Jos� Carlos Fern�ndez |
CARA Y CRUZ DE LAS GALAXIAS |
Si quieres conocer el resultado de las mejores y peores pel�culas del a�o 2001 seg�n nuestros oyentes, pulsa aqu� |
George Lucas siempre me ha parecido un director sobrevalorado. De ingratos ser�a afirmar que el cineasta norteamericano no ha aportado nada al cine en su �mbito t�cnico. Un amplio abanico de pel�culas rodadas en los �ltimos 25 a�os ha existido gracias a t�cnicas desarrolladas por Lucas, creador de dos pilares fundamentales en la imagen y el sonido actuales del S�ptimo Arte: La Industrial Light & Magic (ILM) y el sistema de sonido THX. El realizador de El ataque de los clones es un consumado t�cnico sibarita, amante de la innovaci�n y de fundir cualquiera de los lenguajes visuales narrativos existentes hoy d�a. Pero de eso a ser un buen director de cine va un abismo. Es m�s, suelen ser apartados incompatibles. Lucas no s�lo no es un notable cineasta tras la c�mara, sino un vulgar director con el suficiente miedo esc�nico como para permanecer muchos a�os sin impregnar un fotograma seg�n su visi�n, y un endeble guionista que vive de una cosecha que cree inacabable y en la que tambi�n tuvieron mucho que ver Irvin Keshner con El Imperio contraataca -el mejor filme de la saga gal�ctica- y Richard Marquand con El retorno del Jedi. Han tenido que transcurrir unas dos d�cadas para corroborar estos t�rminos gracias a La amenaza fantasma y El ataque de los clones. Ambas son un desprop�sito argumental, un injusto pre�mbulo de la trilog�a m�s famosa del cine -con permiso de El Padrino- en el que s�lo existe un consuelo: adivinar que el filme de 1999 es a�n peor que el estrenado el 17 de mayo de 2002. A George Lucas se le nota que ha aportado m�s tacto a la hora de dirigir El ataque de los clones, pero si nos atenemos a lo expuesto anteriormente, resulta obvio que el creador de la saga no da para m�s tras la c�mara. Apabulla con ciudades futuristas anacr�nicas con la continuidad que se supone debe existir con Star Wars. Resulta imposible hacer creer al espectador que a�n restan a�os para que suceda lo que narraba el filme rodado en 1977 ante tanta tecnolog�a burdamente copiada en su est�tica de Blade Runner y persecuciones con saltimbanqui incluido. A�n m�s esperp�ntico resulta llegar a la conclusi�n de que, a falta de un malvado tan necesario en la saga gal�ctica -Anakin a�n no se ha decidido por el lado oscuro que lo transformar� en Lord Vader-, Lucas utiliza la figura art�stica de Christopher Lee para introducir con calzador a un conde sin origen, sin rese�as en su trayectoria y de abrupta aparici�n, tan s�lo en la parte final del filme de manera innecesaria. S�lo el escaso aprovechamiento que se hizo de Darth Maul en La amenaza fantasma tiene parang�n con la torpe introducci�n de este personaje en el filme. Mamotr�tica, fatalmente fotografiada sin matices y blancos inmaculados que dotan a la textura del filme de un triste aspecto de experimento digital para TV, con una m�sica notable como partitura aunque desproporcionada con la imagen ante su continua presencia, El ataque de los clones es una decepci�n m�s de la saga, de la que s�lo se salvan detalles que recuerdan lo mejor, como el humor que provoca C3PO cuando pierde su cabeza en beneficio de otro cuerpo. El resto s�lo demuestra las limitaciones de George Lucas como cineasta. |
Dos opiniones distintas que enriquecen al lector. Una, la de un cr�tico. Otra, la de un t�cnico que conoce el oficio. Jos� Carlos Fern�ndez y Paco L�pez analizan 'Star Wars Episodio II. El ataque de los clones'. |
Que la nueva entrega de la saga de La guerra de las Galaxias, El ataque de los clones, es un espect�culo visual de primera �ndole, est� m�s claro que las aguas de Naboo, pero �qu� esperaban? �Acaso un remake de Casablanca? Nadie en su sano juicio acude al cine a ver una pel�cula de la saga de George Lucas con la intenci�n de descubrir una obra maestra de la cinematograf�a oculta en sus fotogramas. El ataque de los clones es pura dinamita visual de �ltima generaci�n, que no persigue otra cosa que entretener a millones de personas de todo el mundo, capaces de esperar tres a�os para ver una nueva entrega de esta saga gal�ctica. Espectadores que fueron capaces tambi�n de pagar el precio de una entrada de cine simplemente para ver el primer trailer del Episodio II. Son legi�n y est�n esparcidos por los m�s rec�nditos lugares de la tierra. �C�mo es posible que una pel�cula provoque tal estado an�mico en la gente, que haga que cientos de personas aguarden cola durante tres meses a la puerta de un cine de Seattle para ser los primeros en entrar en la sala? El d�a del estreno de El ataque de los clones, millones de estadounidenses no fueron a trabajar para poder asistir al estreno de la pel�cula. No quisiera pararme demasiado en glosar las virtudes de esta nueva entrega, que las tiene, otros ya se encargaran de listar las que no tiene, pero d�jenme decirles s�lo una cosa. El ataque de los clones responde a las expectactivas que sobre ella ten�an todos sus seguidores y eso es mucho m�s de lo que pueden decir la mayor�a de las pel�culas que se estrenan en la actualidad. Lucas no es John Ford, ni Akira Korosawa y �l lo sabe,pero sus pel�culas est�n planteadas con el oficio que le dan m�s de treinta a�os en el mundo del cine y eso se nota. En la planificaci�n de las escenas se descubre el cuidado que pone en no dejar que los efectos digitales de de ILM sobresalgan por encima de los actores, y tanto Ewand McGregor como Natalie Portman o Samuel L. Jackson desarrollan sus personajes con la resoluci�n que la trama narrativa les marca. Star Wars se ha convertido en un fen�meno social que trasciende lo puramente cinematogr�fico, es el resultado de un experimento que hoy d�a no tiene con qu� compararse, como no ten�an con qu� compararse los experimentos que realizan George Meli�s o los hermanos Lumiere cuando desarrollaban los fundamentos pr�cticos de la imagen en movimiento y se han convertido, al cabo de los a�os, en los padres del cine. �He de remontarme a los albores de la cinematograf�a y recordar que una vez el cine fue mudo y en blanco y negro? �Y que la llegada del sonido y el color a las pel�culas supuso una revoluci�n tan grande como la que hoy est� sucediendo delante de nuestras narices y no nos damos cuenta de la trascendencia que este acontecimiento tiene? Dentro de unos a�os podremos decirle a nuestros hijos "Yo viv� el paso del celuloide al soporte digital", y veremos entonces que tods las pel�culas se rodar�n de esa manera y nos parecer� algo normal. Si no les ha gustado El ataque de los clones, v�ala al menos, como un hito hist�rico, otro m�s, que alcanza el cine, que no por eso deja de ser menos arte ni de tener menos calidad. |
Jos� Carlos Fern�ndez. |
Paco L�pez. |