Me march� de Sevilla este a�o con m�s sensaci�n agria que dulce. Mis momentos de disfrute con las elegantes cuerdas de la ROSS interpretando Robin Hood o el extraordinario trompista solista en el tema de Leia de Star Wars -otra cosa es la deficiente direcci�n de Pedro Halffter en el tema principal de la saga y en el sal�n del trono y cr�ditos finales, con un tempo enormemente precipitado- se vieron ensombrecidos por la escasa respuesta de los amantes de la m�sica de cine hacia la convocatoria de este a�o. Los aficionados espa�oles advirtieron y cumplieron su promesa. Bastaba con leer sus comentarios en foros especializados de internet e incluso de responsables de citas m�sicocinematogr�ficas que ya poseen un peso espec�fico en estas lides -como el caso de los organizadores del congreso anual de m�sica de cine de �beda- para darnos cuenta de que lo ofrecido por Sevilla este a�o s�lo convenc�a a medias y acudir desde C�diz es f�cil, pero no tanto desde Bilbao, Zaragoza o La Coru�a. Unos conciertos sin un compositor invitado no satisfacen a los aficionados, y estos ya advirtieron en masa que no acudir�an a la Maestranza este a�o. Dicho y hecho. El mi�rcoles, 48 horas antes del primero de los conciertos de la ROSS, a�n estaban a la venta por internet m�s de 300 entradas para la sesi�n del viernes. Y no digamos la del s�bado. Alrededor de medio millar pod�an adquirise...
Yo he visto ese teatro rebosante de j�venes ilusionados en perfecta comuni�n con padres de familia y maduros con esposas del brazo envueltas en abrigos de vis�n. He vivido en La Maestranza la discreci�n -y el desconocimiento- de los que acuden a un concierto de Jerry Goldsmith con la misma visi�n que a Madame Butterfly o a una zarzuela, sentados junto a chavales ocultando sus grabadoras a los que se les ha erizado el vello de sus brazos oyendo el preludio de El tormento y el �xtasis dirigido por el maestro fallecido el pasado a�o. He buscado con la vista los bolsillos deformados de los abrigos de chicos y chicas por las cajas de los compactos acabados de adquirir en la extinta Sevilla Rock para que, tras horas de espera una vez acabado el concierto, el maestro Morricone o Elmer Bernstein estamparan sus r�bricas en sus car�tulas, mientras sus propietarios posaban nerviosos para una foto que ahora preside las paredes de cientos de habitaciones de j�venes que trataban de ocultar su nerviosismo al saber que estaban siendo inmortalizados en una imagen junto al compositor de sus sue�os, al lado del que fue capaz de humedecer los ojos de aquel que escucha Rudy o El paciente ingl�s... Nada de eso vivimos el viernes ni el s�bado. La Maestranza mostr� asientos vac�os como nunca en los Encuentros de M�sica de Cine. Para los ne�fitos y no entendidos, un �xito, un teatro de un millar largo de localidades con una buena entrada de p�blico. Para los que ya llevamos una quincena de a�os acudiendo a este evento, un fracaso. Huecos por doquier. Faltaron ellos. Los que gastan todos sus ahorros en compactos de Yared, Ba�os, Doyle, Steiner, Barry... y aguardan pacientemente cada a�o para ver si ya en la web oficial del teatro hispalense han revelado el programa de los Encuentros, esperando ver alg�n d�a a Danny Elfman, George Fenton o James Newton Howard...�Por qu� no? Los muchachos de �beda van a traer el pr�ximo a�o al compositor de El pr�ncipe de las mareas y Viven, y en julio contaron con la presencia de Don Davis para hablar de su Matrix...�Tanto trabajo cuesta que acuda a Sevilla? �Alguien se atreve a decir que La Maestranza no se llenar�a con un concierto de la saga de Matrix? �O todo esto es producto de una lenta agon�a de consecuencias imprevisibles? En el teatro vi mucho abonado a todo, alg�n amigo de aventuras por Espa�a acudiendo a festivales de cine -muy pocos- y alg�n que otro tentador a la suerte. Qu� a�oranza tuve del nerviosismo vivido en los espectadores de otros a�os, en los aplausos de frikis con banderas en 2004 destrozando las palmas de sus manos aplaudiendo a Howard Shore o amigos cercanos con los que en ediciones ya legendarias de los Encuentros plane�bamos todo un dia en Sevilla para tapear en el Casablanca, tomar un caf� en el horno de San Buenaventura y no olvidar las copas por la noche sin dejar de hablar de la experiencia vivida horas antes y c�mo dirigi� W. Kilar su Dr�cula, sin olvidar las discusiones m�s apasionadas en plena madrugada con desconocidos hasta ese momento por defender si el maestro absoluto de la m�sica de cine es Morricone, Williams, Rozsa, Herrmann o Horner...Ay, Horner, del cual me dijo Carlos Col�n el a�o pasado que "no nos interesa su m�sica" como para un concierto en Sevilla. �Se imaginan la ROSS interpretando Titanic, El hombre sin rostro, Casper, Braveheart, Apollo XIII, En busca del valle encantado o Tiempos de gloria? Por favor... S�lo queda esperar. Faltan once meses para otra edici�n. Mientras, no perdamos comba. Bruno Coulais estar� en Barcelona el mes pr�ximo. Tiene mucho que contarnos, no s�lo de su composici�n para Los chicos del coro. Ah� est�n las extraordinarias N�madas del viento y Microcosmos. Vaguemos por Espa�a como almas en pena, pidiendo la limosna de la m�sica de cine. Pa�s este...
