HISTORIA DEL HALLAZGO DE LA VIRGEN DE COTOCA DE SU SANTUARIO
Fue en los últimos años del siglo XVIII.
Tres humildes mozos de campo sindicados de un asesinato que no habían cometido,
huyeron con rumbo al Río Grande y a las tierras lejanas de Chiquitos. Anduvieron
unas cuantas leguas cuando les sorprendió la noche - una fría y ventosa noche -
Los fugitivos decidieron descansar algunas horas en un pequeño claro del monte
de Asusaquí. Se dispusieron a prender un fuego contra el frío y con un hacha uno
de ellos dió recios golpes al más macizo de los troncos. El hachero se dió
cuenta de que el golpe del hacha sobre el tronco sonaba a vacío. ? Qué habría en
el interior de aquel extraño tronco ? Acaso un tesoro escondido ? Comenzaron a
hachear vigorosamente y, con gran sorpresa vieron en el fondo del hueco una
pequeña imagen de la virgen.
Trémulos de emoción, los fugitivos decidieron llevar la imagen a su patrón.
desistiendo de su fuga. Pronto Ia fama del milagroso hallazgo cundió por Ia
comarca y cada día fue creciendo el número de los, que iban a rendir culto a la
Virgencita y pedirle sus gracias.
Una de sus devotas construyó en Cotoca la primera capillita con techo de palmas
que se bendijo el 15 de Diciembre de 1799, celebrando la Primera Misa el
entonces Deán del Cabildo de Santa Cruz , Dr. D. Pedro Toledo y Pimentel.
Como creciese el número de sus devotos y la primera y muy humilde capillita
resultase insuficiente en las festividades, se construyó una nueva con los
recursos de vecinos y promesantes, que fue bendecida el 22 de Febrero de 1837
por el Obispo Dr. D. Manuel José Fernández de Córdoba. En 1864 y bajo Ia
competente dirección del ingeniero cruceño Coronel Antonio Vicente Peña se
construyó en el mismo lugar de la capilla una iglesia en buena forma, con su
respectiva torre.
Finalmente, bajo la dirección del meritorio Padre Camilo Agrazar ofm. y por
orden del Excmo. Obispo Monseñor Daniel Rivero se amplió notablemente el templo,
que fue bendecido solemnemente el 8 de Diciembre de 1932.
Las innumerables gracias y favores que la "Mamita de Cotoca" ha dispensado a sus
devotos ha extendido su fama a todo el Oriente Boliviano y aún sigue
conquistándose simpatías en el interior del país desde la guerra del chaco y en
las regiones fronterizas del Brasil y la Argentina.
En la Catedral de la Paz fue
entronizada años atrás y en la de Cochabamba, bajo la inspiración de la
iniciativa de los cruceños residentes, se le prepara una capilla con un altar de
mármol.
En el Año Mariano 1954, en el Centenario de la definición del Dogma de la
inmaculada Concepción, el Santo Papa Pío Xll concedió el privilegio de coronar
solemnemente la venerable imagen de Cotoca para la mayor gloria de la Virgen
Madre de Dios en su Año Jubilar.
Que sea venerada para siempre nuestra querida Madre, María Santísima.