[1] T. 4557. Publicado en el Socialist Appeal del 29 de marzo de 1939. El 5 de marzo se había producido en Madrid el pronunciamiento del coronel Casado contra el gobierno Negrín para una «negociación» y para aplastar a los «comunistas». La Junta de Defensa reunió no sólo a la casi totalidad de los jefes militares que no eran miembros del P.C. -coronel Casado, generales Matallana yy Menéndez- sino también a los representantes del resto de los partidos del Frente Popular, así como de los sindicatos: mencionemos al socialista de derechas Julián Besteiro; el socialista de izquierda Wenceslao Carrillo, colaborador de Largo Caballero, los cenetistas Juan Garcia Pradas, Eduardo Val y sobre todo Cipriano Mera cuya división fue la punta de lanza del pronunciamiento. Además el general Miaja que se había adherido al P.C. durante el sitio de Madrid y a quien la propaganda oficial le había dado un enorme prestigio, se unió en el último momento a este movimiento y se pensó en ofrecerle la presidencia de la Junta. Las tropas del frente de Madrid, dirigidas por los oficiales fieles al P.C. y al gobierno Negrín se rebelaron contra la Junta cuyo levantamiento provocó una guerra civil de siete días en el interior del bando «republicano». Sus jefes, fundamentalmente los coroneles Bueno y Barceló iban a ser fusilados por las tropas de Casado. Para Trotsky éste era el último episodio lógico del desarrollo de la política de Frente Popular.

[2] El hecho de que todos los sindicatos y partidos del Frente Popular se hiciesen representar en la Junta de Defensa iba a servir al P.C. para desarrollar la idea de que se habla planeado una gran «coalición anticomunista» para traicionar. Era una buena ocasión para, una vez más, intentar confundir con éstos a los trotskistas, poumistas y a los otros adversarios a la izquierda del P.C. y del estalinismo. En una carta dirigida a su propio padre, Wenceslao Carrillo, uno de los dirigentes de la Junta,  Santiago Carrillo, dirigente de las J.S.U. y del P.C.E., escribe en mayo de 1939, en el exilio: “Os habéis unido todos vosotros, los enemigos de1 pueblo, en el seno de una conspiración dirigida contra mi partido y sus hombres. Oficiales de familia fascista, como Casado, agentes de la reacción internacional, como el prefascista Besteiro, militares ambiciosos como Miaja, aventureros de la FA.I., caballeristas, trotskistas (...). Los obreros socialistas que antes habían creído sinceramente en el llamado izquierdismo del grupo de Largo Caballero -tu principal jefe e inspirador- han comprendido que el izquierdismo trotskista de Largo Caballero, Araquistáin, Baráibar, Zancajo y cía., agentes del fascismo, tenían el mismo objetivo prefascista de Besteiro. Unos y otros desempeñan el mismo papel de traidores al servicio de Hitler y Mussolini. Tanto unos como otros, sentís el mismo odio hacia el gran país del socialismo, la Unión Soviética y hacia el jefe de la clase obrera mundial, el gran Stalin, porque constituye la salvaguardia y la fiel amistad de todos los pueblos que luchan por 1a libertad, porque constantemente han ayudado al pueblo español y también porque han parado con sus manos de hierro a vuestros primos hermanos, a los traidores trotskistas, zinovietistas y bujarinistas.. (Texto reproducido en el Boletín nº 6 de la Agrupación Socialista española en Méjico, en marzo de 1972, pp. 23-26). La inclusión de los .trotskistas. en esta excomunión ritual sólo tenía una base: los trotskistas y poumistas españoles estaban desde hacia tiempo bajo llave. La dirección del P.O.U.M. en el exilio iba a tomar respecto a este asunto, en abril de 1939, la siguiente posición: .El estalinismo ha desempeñado en España el papel de vanguardia de choque de la contrarrevolución. Separando la guerra de 1a revolución ha conseguido con la ayuda activa del reformismo y del republicanismo burgués estrangular la revolución, preparando así su desastre militar. El levantamiento que ha provocado en Madrid, en nombre de la resistencia a ultranza, y que respondía simplemente al juego de la diplomacia soviética, cuando lo necesario era salvar los valores revolucionarios -los militantes y luchadores más comprometidos y más expuestos a la feroz represión fascista- ha puesto en peligro, en cambio, las posibilidades de una resistencia cuya meta sería la salvación. Sin solidarizarse ni directa ni indirectamente con 1a Junta de Defensa, que de acuerdo con Francia e Inglaterra ha preparado 1a capitulación ante Franco, el comité central del P.O.U.M. condena enérgicamente el criminal levantamiento de Madrid provocado por el estalinismo.. Los trotskistas condenaban sin ninguna ambigüedad la Junta de Casado, aprobaban a los .obreros. que la habían combatido con las armas en la mano y denunciaban la «comedia» de la «defensa a ultranza» de los dirigentes del PC y, de los últimos partidarios de Negrín (a este respecto podemos remitir a la polémica contra el P.O.U.M. mantenida en La Lutte Ouvriére y sobre todo a los artículos de Felix Morrow en ,Socialist Appeal en el que acusa a los dirigentes del P.C. español de traicionar a los obreros sublevados contra la Junta).

[3] Ver los artículos sobre este tema del Socialist Appeal a partir del 14 de marzo de 1939. El 21 de marzo de 1939, el periódico trotskista americano publicaba un artículo titulado «Who is Miaja?» citando fundamentalmente al Inprekorr, el boletín de prensa de la Internacional Comunista que en su nº 6 del 6 de febrero de 1937, p. 121, había manifestado la pública adhesión al P.C. español del general Miaja. Por supuesto se trataba de una adhesión simbólica, es decir «honorífica»; las malas lenguas pretendían que el general, antiguo miembro de la Unión Militar Española, que habíaa preparado el levantamiento militar, se había adherido desde entonces a todos los-partidos republicanos con el fin de procurarse la protección que juzgaba necesaria en su situación.