PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN A
SANTA MARGARITA MARÍA

     Dijo a Santa Margarita de Alacoque:

     1ª Hallarán por medio de esta amable devoción todos los socorros necesarios a su estado. Es la primera promesa de las doce famosas de Jesucristo a Sta. Margarita.

   2ª Les daré la paz en sus familias, - Os doy mi paz, os dejo mi paz; no como la da el mundo. - Esta paz, dice San Pablo, supera a todo sentido. - Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis paz para vuestras almas.

   3ª Los consolare en todas sus aflicciones. Asistiré a las familias que se hallen en necesidad y acudan a Mí con confianza. Venid a mi todos los que sufrís y estáis cargados, y Yo os aliviaré, nos dice el Evangelio.

   Mi corazón será asilo y puerto seguro en la hora de la muerte de todos los que me honren durante la vida, y los defenderé y protegeré. - Yo soy resurrección y vida. - Hoy estarás conmigo en el paraíso.

   Hallarán por esta devoción a mi Divino Corazón las bendiciones del cielo en todas sus empresas.

   Los pecadores hallarán en mi Corazón el manantial y el océano infinito de la misericordia. - Se le perdona mucho, porque amó mucho.

   Las almas tibias se harán fervorosas. - Esta devoción la puso Nuestro Señor para reavivar la caridad tan resfriada y extinguida en estos tiempos, decía Sta. Margarita.

   8ª Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a muy alta perfección. - Nos decía Sta. Margarita, que haya en la vida espiritual ejercicio de devoción más propio para elevar en poco tiempo un alma a la más alta perfección.

   9ª Bendeciré los sitios en que la imagen de mi Corazón sea venerada. - Derramará la suave unción de su caridad en todas las comunidades en que sea honrada esta imagen.

   10ª Yo daré a los sacerdotes el don de mover los Corazones más empedernidos. Y lo que dice de los sacerdotes se podrá decir de los demás que tienen que trabajar en la salvación de los prójimos, a los cuales les prometo éxito en sus trabajos.
   Me ha hecho ver que muchos hombres están en su Corazón, por lo mucho que desean sea honrado, y que 11ª no permitirá que jamás sean borrados de Él.

   12ª Yo te prometo en la excesiva misericordia de mi Corazón, que mi amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final, que no morirán en mi desgracia, ni sin recibir los Sacramentos, sirviéndoles mi Corazón de asilo seguro en aquella última hora.

   Jesucristo por su vicario nos dice que << desea ardientemente que el piadoso ejercicio del mes del Sagrado Corazón se extienda más y más, y firmemente arraigado crezca lozano y fecundo >>.

   Te pido que el primer viernes de cada mes, después de la octava del Santísimo Sacramento, sea dedicado a una fiesta particular para honrar mi sagrado Corazón. En este día se honrará a mi Corazón comulgando y reparando su honor por medio de un acto de desagravio, por las ofensas que he recibido durante el tiempo que he estado expuesto en los altares.

   He aquí este Corazón que tanto ha amado a los hombres y nada ha perdonado hasta agotarse y consumirse por demostrarles su amor.

   A cambio de mi amor no recibo de la mayor parte de los hombres sino ingratitudes, por sus irreverencias, sacrilegios, frialdades y desprecios.

   Lo que es mucho más sensible para mí, es que los que así me tratan son corazones que me están consagrados.
   Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti único Dios verdadero, y al que enviaste, Jesucristo.

   Aprended mi doctrina, porque soy manso y humilde de corazón, y mi yugo es suave y mi carga ligera. Yo soy la luz del mundo. Yo soy el camino, la verdad y la vida.

   Yo estoy con vosotros hasta la consumación de los tiempos. - No recibo de la mayor parte de los hombres, sino ingratitudes, irreverencias y desprecios con que me tratan en este Sacramento del amor.

   El que come mi carne y bebe mi sangre está en Mí y Yo en él. Primeramente me recibirás sacramentado siempre que te lo permita la obediencia, sean cuales fueren las mortificaciones y humillaciones que vengan sobre ti.
   Cada vez que hagáis esto, lo haréis en memoria de Mí.

   Venid a Mí todos los que estáis atribulados y cansados, y Yo os aliviaré. - Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba. - Yo he venido para que tengan vida abundante.

   Para acompañarte en la humilde oración que Yo ofrecí a mi Padre, en medio de angustias en el huerto, te levantarás entre once y doce de la noche para postrarte con el rostro en tierra, durante una hora, en mi compañía, tanto para aplacar la divina cólera y pedir misericordia por la amargura que sentí en el abandono de mis Apóstoles.

   Comulgaras los primeros viernes de mes, para reparar en cuanto sea posible, los ultrajes que he recibido, durante el mes, en el Santísimo Sacramento.

   Por su Apóstol Santiago nos dice: Si alguno de vosotros enferma, traiga a su casa a los presbíteros y oren por él, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor; y la oración de la fe salvara al enfermo, y si está en pecado se le perdonara.

   Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada. - Les daré la paz en sus familias. Reuniré las familias divididas. - La paz sea con vosotros; no os doy la paz como la da el mundo; Yo os doy una paz mía.

   Mi divino Maestro me dijo: 1° Que deseaba que se hiciese una imagen de su Sagrado Corazón, para que los que quisiesen tener una imagen en sus casas, donde quería que fuese expuesta y venerada. 2° Que la imagen de su Sagrado Corazón fuese expuesta en público.

   Cuando dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos.

   Si alguno me ama, guardará mis mandamientos; y vendremos a Él y pondremos en Él nuestra morada. - Me voy, pero volveré y os tomaré, para que seáis una cosa conmigo como Yo soy uno con el Padre.




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