De Sade — El Divino Marqués
El Marqués de Sade ha sido comparado con nietzsche por aquello de la
transvaloración de todos los valores. En esta breve reseña analizamos
su relación con la ética Satánica
Los Clubes del Fuego del Infierno
NUEVO!
Este grupo de libertinos ha pasado a la posteridad por ser una de las primeras
manifestaciones satánicas, tanto por la calidad como el comportamiento
de sus miebros. Todo un ejemplo a seguir hoy en día.
Esos Diabólicos Soviets!
A la usanza de la época, y al igual que Carducci, Mazzini, Victor Hugo
y Michelet, los "instigadores" de la Revolución Rusa eran fervientes
partidarios del Eterno Rebelde, y siguiendo su ejemplo, alzaron su puño
contra el Altar y el Trono. Bakunin, Beria, Dzerzhinsky, en fin... al fin y
al cabo, la Unión Soviética fue el primer Estado Ateo, ¿no?
Eliphas Levi, el Bafomet y el Pentagrama
NUEVO!
Si bien es uno de los ocultistas mas reconocidos del siglo XIX, sus posturas
no pueden estar más alejadas de las nuestras. Sin embargo, hay que reconocer
que —a nivel iconográfico— la suya es una de las influencias
más latentes en el Satanismo contmporáneo.
Rasputin — El Monje Maldito
Admirado por unos y odiado por otros, temido por los hombres y adorado por las
mujeres, el enigmático monje de Siberia pasará a la Historia como
un taumaturgo e intrigante que escaló las mas altas posiciones del Imperio
de los Zares. Y aunque muchos no lo consideren más que un aventurero,
vale la pena dar una mirada a la ensweñanzas del mujik que profetizó
la caída de los Romanobv
Sigmund Freud — El Buen Doctor
Aleister Crowley — La Naturaleza
de la Bestia
El ocultista británico estaría orgulloso de tantas personas que
redescubren sus libros, y se fascinan con su Vida y Obras. Aunque no haya destacado
mucho como celebridad —que era uno de sus más caros deseos—
Crowley es mucho más que una figura de culto, o un simple sacerdote de
Ra-Hoor-Kuit
Carl Jung — Señor del Mundo Subterráneo
Anton LaVey — El Papa Negro
Aunque muchos satanistas "tradicionales" abominen de Anton
LaVey y lo consideren muy light para su gusto, o demasiado teatral y
circense, no pueden negar que, antes de él, no existía organización
alguna que públicamente adoptara el nombre de "Satanismo",
abriendo las puertas para toda una serie de imitadores que no han cesado de
fluir desde 1966. Quiéranlo o no, el de LaVey fue el primer Satanismo
que se atrevió a salir a flote, y se ha mantenido desde entonces.
