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MONET , LA LUZ Y EL IMPRESIONISMO
El impresionismo como las posteriores escuelas pictóricas, son consecuencia directa de la revolución francesa y la particular atmósfera que a partir de ella imperó en Francia, que pasaba de la anarquía al imperio, del triunfo a la más humillante derrota, para otra vez monarquía, imperio, nueva derrota y nueva república.
Monet no es Manet, no es un juego de palabras. Ambos impresionistas nacidos bajo el cielo de luz plateada de París, en una misma escuela, con parecido estilo y diferente modo.
Monet se concentra en el color, el estudio de los efectos de la luz mediante series de cuadros sobre el mismo tema en diferentes horas del día, y aparentemente, generador de la denominación impresionismo, porque así, irónicamente lo rotula la prensa de la época, en alusión al nombre de uno de sus cuadros, y por lo inacabado y poco academicista de su pintura.
Manet, impresionista que rehusaba serlo, componía mediante la oposición de grandes masas de colores claros y oscuros. Aspirante a la pintura formal, devino en transgresor. Sus desnudos causaron conmoción en la sociedad parisina, y aclamación de los pintores jóvenes, que lo entronizaron como figura central de la pintura rebelde.
La Falda, 24 de Setiembre del año 2003