NÚMERO (IV)

EDITORIAL

   Numerosas personas que han leído "FIDELIDAD A LA SANTA IGLESIA", nos escriben felicitándonos y preguntando de qué modo pueden colaborar con nosotros. Hay muchos modos de colaborar, pero dos son los más sencillos de imaginar: 1?) haciéndonos llegar alguna ayuda económica para sostener esta publicación y aumentar su tirada; 2?) requiriéndonos el envío de una cantidad determinada de ejemplares para encargarse de distribuirlos y difundirlos. Para estas cosas nadie debe pedir permiso.

   Realizamos una tarea que estamos convencidos es la más noble a que uno pueda dedicarse: la proclamación pública de la Fe Católica en medio de este mundo moderno construido sobre principios diametral-mente opuestos a ella. Por medio de esos principios las fuerzas anticristianas que dominan los poderes del mundo moderno tienden a destruir lo que más queremos en la vida: La Fe y la Patria.

   Es preciso comprender que la lucha de fondo en que debemos empeñarnos es una lucha de principios. El mes pasado, por ejemplo, se cumplió el tercer aniversario de un hecho que ya es un acontecimiento histórico: la iniciación del "Operativo Independencia" en la provincia de Tucumán el 9 de febrero de 1975, es decir, cuando las Fuerzas Armadas asumieron el control y la dirección del combate contra la guerrilla marxista que asolaba aquella porción de territorio argentino. Desde entonces, muchas vidas se inmolaron generosamente defendiendo a la Patria en ese combate, y gracias a ello, podemos decir con alegría que la enseña celeste y blanca sigue flameando en todos los mástiles.

   Sin embargo, en otro sentido, no podemos ocultar nuestra gran preocupación, y es que en nuestro país, como en toda Hispanoamérica, la fuente, raíz, origen y causa de la plaga marxista, o sea, las ideas y los principios nefastos del liberalismo, prosiguen vigentes y gozan de la más perfecta salud. Y al hablar de liberalismo, nosotros no nos referimos, como muchos, sólo a un sistema económico. El liberalismo es un sistema de pensamiento total —nacido de la Revolución Francesa— según el cual la vida humana no debe ordenarse conforme a la Ley de Dios, sino a la sola libertad del hombre. De esto surge todo lo que de anticristiano tiene el mundo moderno en las costumbres, en la cultura, en la educación, en el orden económico, en la vida política y social... De esto surge inevitablemente el marxismo. Solamente el que combate las causas combate las consecuencias, pero el que alimenta las causas, alimenta las consecuencias...

Alvaro D. Ramírez Arandigoyen

Buenos Aires, marzo 19 de 1978

 

 

EL GOBIERNO DE LOS EE. UU. INFIERE UNA

GRAVÍSIMA AFRENTA A LA CRISTIANDAD

LA ENTREGA DE LA CORONA DE SAN ESTEBAN

   A fines de la segunda guerra mundial cayó en manos del gobierno norteamericano una excelsa reliquia, uno de los símbolos más preciosos de la Cristiandad: la Corona de San Esteban de Hungría (997-1038), bajo cuyo reinado el pueblo húngaro se convirtió en masa al cristianismo.

   Esta Corona, recubierta de ricas piedras y que culmina con una cruz en su parte superior, constituye un símbolo tradicional de la legitimidad del poder. El secretario de estado norteamericano, Cyrus Vanee, el 6 de enero de 1978, en una sombría y silenciosa ceremonia, ha entregado la Corona de San Esteban al presidente del parlamento comunista que desda hace más de treinta años tiraniza Hungría. Al hacerlo dijo que "debe permanecer en Hungría para ser apreciada por su pueblo", y luego elogió la vigencia de los derechos humanos en Hungría... No hubo público, desfiles ni exhibición alguna.

   Ante hechos como éste vienen a nuestra memoria la conferencia de Yalta donde media Europa fue colocada bajo el poder soviético, la retirada de China, la cruenta entrega de Vietnam, Laos y Camboya, lo que está sucediendo actualmente en África, la decadencia e indefensión de Europa occidental... y no podemos evitar la horrible sensación de que, en definitiva, todos los más altos poderes del mundo están decididamente empeñados para que el comunismo marxista, o algo similar, se establezca, por las buenas o por las malas, en todo el orbe.

   Nos toca vivir un siglo de marcada oscuridad espiritual. Pero como en la vida del alma todo debe aprovecharse para bien, tengamos presente que es precisamente en las eras oscuras cuando con más frutos se puede practicar la virtud de la esperanza, una esperanza firme e inquebrantable, fundada en la Fe, alimentada por la Caridad, una esperanza obstinada, contra todas las apariencias, en que, tarde o temprano, la cabeza de la serpiente será aplastada. No necesitamos agregar cómo esa esperanza está en María... A Ella debemos pedirle la luz.

 

 

POR QUE NO ADMITIMOS LA NUEVA MISA

   Dada la gran confusión existente en los medios católicos acerca de la ardua disputa doctrinaria sobre el "Novus Ordo Missae", queremos puntualizar del modo más claro y breve posible las razones por las cuales debemos considerar inaceptable para la Fe Católica este "Novus Ordo".

   El 3 de abril de 1969 Paulo VI publicó la Constitución Apostólica "Missale Romanum" que promulga dos documentos: 1°) la "Institutio Generalis Missalis Romani", y 2?) el "Novus Ordo Missae".

   La "Institutio" fue elaborada por una "comisión pontificia", de la que formaron parte seis protestantes, como aplicación de la Constitución "Sacrosantum Concilium" del Vaticano II. Por tanto, de antemano debemos reconocer dos cosas: 1?) que la "Institutio" aparece como una derivación clarísima del Vaticano II, y 2?) que fue elaborada bajo la responsabilidad de Paulo VI. Nadie que razone con lógica y buena fe puede eludir estas consecuencias, terribles pero ciertas.

   En su texto original de 1969 la "Institutio" no utiliza una sola vez siquiera las expresiones dogmáticas acuñadas por la Iglesia: "transubstanciación" y "presencia real". En cambio, utiliza el término equívoco "raepresentatur". Así dice: "con las palabras y acciones de Cristo se hace presente aquella Ultima Cena en que el mismo Cristo Señor instituyó el sacramento de la Pasión y Resurrección dando a comer y a beber a sus apóstoles su cuerpo y su sangre..." (n? 60).

   Cualquiera que sepa un mínimo de dotrina católica advierte que esa manifestación es heterodoxa. Nada hay en ella parecido a la Fe que dogmáticamente definió la Iglesia en el Concilio de Trento.

   Por muchísimo menos, o sea, por no utilizar el término preciso "transubstanciación", el Papa Pío VI en 1794 condenó el Sínodo jansenista de Pistoya. Pero Paulo VI publica una "Institutio" donde prácticamente se expone la doctrina protestante sobre la Cena. Dice el N? 7: "La Cena del Señor o Misa es la sagrada sinaxis o asamblea del Pueblo de Dios que se congrega, presidida por el sacerdote, para celebrar el memorial del Señor".

   De semejante definición de la Misa, es natural que surjan todos los inaceptables errores que contiene la "Institutio", y que se manifiestan claramente en el "Novus Ordo", a saber:

1º) Una noción completamente ambigua sobre la "presencia" de Nuestro Señor Jesucristo en la Misa. Nunca se deja suficientemente claro que esa presencia sea físicamente real y substancial, y no meramente espiritual. En este aspecto resulta imposible justificar la supresión de poderosos símbolos que contiene el rito tridentino, por ejemplo, genuflexiones, el tratamiento que el sacerdote debe tener con las sagradas formas, señales de la Cruz. Si un símbolo es abolido, está claro que queda abolida la manifestación de lo que ese símbolo representa... ¡Esto es gravísimo!

2º) Las expresiones "Cena del Señor", "Asamblea", "Pueblo de Dios", "Memorial del Señor", y otras que constantemente se utilizan a lo largo de la "Institutio" y del "Novus Ordo", son de neto sabor protestante.

3º) La idea de que el sacerdote "preside la asamblea", como delegado del pueblo, se insinúa continuamente en el "Novus Ordo", que ha procurado suprimir al máximo toda verdadera diferencia jerárquica ministerial entre el sacerdote y los fieles. Por ejemplo, se suprimen las oraciones al pie del altar donde el pueblo responde a las invocaciones del sacerdote, el "confíteor" ya no es rezado separadamente por el sacerdote y, luego, por el pueblo; el sacerdote ya no comulga según un ritual particular, sino que lo hace como si fuera simplemente el primero de los que comulgan, etc.

4º) La ausencia de toda referencia clara a que la Misa es un sacrificio "propiciatorio". Esto es enormemente grave porque el Concilio de Trento ha fulminado un anatema expreso para quien negare el carácter propiciatorio del sacrificio de la Misa.

5°) La denominación de la Consagración como "narración de la institución", cuando según la Fe Católica la consagración opera una renovación verdadera y físicamente real del mismo Sacrificio de la Cruz a través de la transubstanciación. Esta herejía aparece patente incluso en la tipografía del "Novus Ordo", donde se destacan palabras que pertenecen a la parte narrativa del canon, confundiéndolas inadmisiblemente con las palabras específicamente consagratorias.

6º) La tendencia a equiparar la llamada "liturgia de la palabra" con la llamada "liturgia de la eucaristía". Esto contribuye a resaltar más y más el carácter de "asamblea" que se le quiere dar al acto, en detrimento de la renovación del Sacrificio.

   Un análisis pormenorizado del "Novus Ordo" en comparación con la Misa de siempre codificada por San Pío V, permitiría percibir estos errores multiplicados por mil, a cada paso, en cada oración, en cada gesto. No obstante, creemos que con estas pautas generales quedamos dejamos bien claro nuestro pensamiento. No podemos admitir el "Novus Ordo" de la Misa, no podemos porque nos lo impide nuestra Fe católica. Y este no es un problema de que el sacerdote que oficia sepa guardar el decoro, que tenga buena intención o que no cometa excesos. El asunto de los excesos es harina de otro costal. Nosotros decimos que el "Novus Ordo", incluso en su forma más "conservadora", es inaceptable.

   Y nadie diga que las modificaciones que se introdujeron en la "Ins-titutio" en 1970, a raíz de la gran reacción que hubo, en especial el célebre "Breve Examen Crítico" de los cardenales Ottaviani y Bacci, han solucionado la cuestión. Por el contrario, esas modificaciones han agravado al máximo el problema, porque sobre el error han traído la confusión, pues mantienen los mismos errores de la redacción de 1969, pero agregando una serie de manifestaciones de tono ortodoxo, en especial en el proemio, de cuya mezcla se sigue una confusión descomunal y disparatada sobre qué cosa sea la Misa.

   Que no se diga tampoco, y consignamos esto por caridad a tantas almas de buena fe, que a la Misa en lengua vernácula "la entienden todos". Las cosas de la Fe no se entienden racionalísticamente, se creen y punto. Además, ¿puede depender el valor de la Misa de que "se entienda" o "no se entienda"? ¡Absurdo! ¡Qué egoísmo y pereza reviste tal actitud, digna de la ramplonería de los reclames televisivos! Ocurre que la lengua vulgar, haciéndoles creer que entienden todo, les pasa gato por liebre. ¡No comprende esta buena gente que se les ha cambiado la auténtica Misa, católica cien por cien, por una "nueva misa", protestantizada, con maquillaje católico!

   Nosotros no estamos dispuestos a renunciar a la Misa verdadera, a la Misa católica, queremos seguir siendo católicos, apostólicos y romanos, no otra cosa.

Defensa de la Fe de Siempre

COMISIÓN DE LITURGIA

.

 

"Así como sería lícito resistir a un Pontífice que agrediese el cuerpo, así también es lícito resistir al que agrede las almas o al que perturba el orden civil, o sobre todo, al que intentase destruir la Iglesia. Digo que es lícito resistirle no haciendo lo que ordena o impidiendo la ejecución de su voluntad."

                                                                                                                 San Roberto Belarmino

(De Rom. Pont. Lib. II, c. 2ª)

 

SEMANA SANTA

En Semana Santa la Iglesia Católica recuerda el sacrificio redentor que nuestro Señor Jesucristo hizo de su divina humanidad a través de su Pasión y Muerte, y la compasión doloroso de María Santísima Corredentora al pié de la cruz.

   Por aquella divina sangre derramada y por aquellas benditas lágrimas vertidas, alcanzamos los mortales la gracia y la salvación.

 

SANTÍSIMA CRUZ

.

.

¡Oh Cruz venerada,

Signo de victoria,

Insignia de gloria,

Divisa de Dios!

 

¡Oh Cruz Redentora,

Emblema adorado

del Crucificado:

locura de Dios!

 

¡Oh Cruz Salvadora,

Bendito Dolor

de Nuestra Señora

por Nuestro Señor!

 

¡Oh Cruz tan amada,

Señal de Pasión;

Piedra de escándalo

y contradicción!

 

¡Oh Cruz anunciada

por Santos Profetas,

y tan despreciada

del pueblo de Dios!  

 

¡Oh Cruz admirable

Blasón de los Cielos,  

.

temible y amable

Espada de Dios!

 

¡Oh foco radiante

de Sagrada Luz,

magnífica y simple

Santísima Cruz!

 

¡Oh fuente abundante

de Fe y de Salud;

horror del demonio,

Santísima Cruz!

 

¡Oh grande y sencilla

Señal del cristiano;

terror de los malos,

Santísima Cruz!

 

¡Mi amparo y mi guía,

mi consolación,

Augusto madero

de la Redención!

 

Ante tu leño bendito

heme aquí postrado,

humilde y contrito,

 Santísima Cruz.

.

.   

   El Vaticano II ha traído horribles consecuencias desde su primer momento. Entre ellas, debemos recordar el siniestro desmantelamiento de los templos que sin el menor escrúpulo se llevó a cabo en la década pasada. "En el mes de marzo de 1965 Adré Giovanni, director del "Monde et la Vie", me enseñó en su despacho tres fotografías: una mostraba un gran Tabernáculo transformado en caseta de perro, la cabeza del perro asomaba por la puertecilla, por la que las manos del sacerdote van a tomar lo que nosotros los católicos romanos llamamos las Sagradas Formas." 

(M. de Saint Pierre, "Ira Santa", J. Pérez, 10-10-65),

 

CORRESPONDENCIA

 

EL MARXISMO EN LOS

COLEGIOS RELIGIOSOS

Buenos Aires, 15 de febrero de 1978.

   Señor Director de "FIDELIDAD A LA SANTA IGLESIA":

   Ante la situación de desamparo en mis derechos en que me hallo, he decidido dirigirme a Ud. a fin de rogarle quiera informar a la opinión pública a través del medio de difusión que Ud. dirige sobre los hechos que paso a exponer.

      Soy católico, argentino, padre de nueve hijos, y tengo plena convicción de la obligación que me cabe de luchar en defensa de la Fe y de la Patria en estos tiempos tan duros y confusos que vivimos.

   Cuatro de mis hijas: Cecilia, Andrea, Elena y Sabina Roca, concurrían al Colegio Espíritu Santo —Avellaneda 4455,  Cap. Fed.—, regido por monjas de la congregación del mismo nombre.

   Tanto mis hijas como mi esposa y yo hemos procurado resistir con toda nuestra fuerza la orientación religiosa completamente distorsionada y la difusión de ideología marxista que las autoridades del Colegio realizan de modo poco menos que ostensible. La circulación de la denominada "Biblia Latinoamericana" y de la revista corruptora y marxista "El Mensajero" (editada en Italia para la Argentina) fueron algunos de los tantos hechos contra los que hemos combatido.

   La reacción del Colegio fue ésta: se les niega a mis hijas la reinscripción en el curso inmediato superior para el presente año lectivo, alegando "falta de comunión con las autoridades del instituto".

   Con fecha 14-XI-1977 inicié ante la Superintendencia Nacional de Enseñanza Privada el expediente n? 42.486. Pero luego de tres meses todavía esa repartición no se ha expedido en sentido alguno.

   Con fecha 10-1-78 inicié ante el Juzgado de Primera Instancia Civil y Comercial Federal n° 7 —Secretaría 21— un recurso de amparo, pero el juez, Dr. Carlos Manuel Grecco, se declaró incompetente. Pasó el expediente al Juzgado Ordinario Civil de turno n? 28 —Secretaría de la Dra. Gesualdi—, pero el juez Dr. Alberto J. Bueres no hizo lugar a la habilitación de la feria judicial.

   Concluida la feria judicial, el proceso sumarísimo quedó radicado ante el Juzgado Nacional Civil n? 13 del Dr. Carlos Raúl Sanz —Secretaría n? 25 del Dr. Fernando Posse Saguier—. Yo desconozco las razones, pero las semanas transcurren y me encuentro desamparado; en pocos días comenzarán las clases y mis hijas estarán fuera del Colegio sujetas a la pérdida del año por el delito de haberse opuesto a la difusión de ideas marxistas y anticristianas. Esto es una injusticia incalificable. ¿En qué país estamos? Todas las puertas que he tocado se solidarizan conmigo, pero el tiempo transcurre y no se toma ninguna medida.

   Recurro a la prensa como última instancia con la esperanza que alguien escuche mis reclamos de justicia.

Salvador Roca.

.

COLACIONADO Nº 646      9-II-78

SUCURSAL Nº 1

 

     EXCMO. PRESIDENTE JORGE R. VIDELA

     CASA DE GOBIERNO — BUENOS AIRES.

 

     MIENTRAS FESTEJA TRIUNFO ARMAS FRENTE SUBVERSIÓN 

     INEXPLICABLE  INOPERANCIA FUNCIONARIOS MINISTERIO EDUCACIÓN 

     NO SANCIONAN PROPAGANDA SUBVERSIVA COLEGIO RELIGIOSO

     PREGUNTO POR QUE. COLACIÓNESE. 

 

                                                                                                            Buenos Aires, 14-2-1978

 

.

.

Buenos Aires, 14-2-78  

     Al Señor

     Salvador Roca

     Capital

 

      Cumplo en dirigirme a usted a fin de acusar recibo del telegrama que hiciera llegar

      al Excmo. Sr. Presidente de la Nación y que fue girado a consideración del

      Ministerio  de Cultura y Educación.

     Saludo a Ud. atentamente.

                                                                                                     Mario Jaime Sánchez

                                                                                                      Coronel Secretario Privado

 

.

 

PORTADA

1
Hosted by www.Geocities.ws