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La Orden de Suleiman

Por Niall Christie

Traducción de Daniel Núñez Vílchez

El manuscrito original de Blood and Sand incluyó una descripción completa de la Orden de Suleiman. Eventualmente se decidió que sería mejor no establecer una versión "modelo" de esta Orden, para sugerir un número de opciones que los jugadores pudieran utilizar. Sin embargo, para los que puedan estar interesados, presentó la descripción original:

Historia

Eridani Knight
Eridani Knight,
por Stephanie Pui-Mun Law
Quizás el más grande de los califas Omeyas fue Abd al-Malik, que gobernó entre 685-705. Él queda acreditado por la construcción de la Bóveda de la Roca en Jerusalén y por la introducción de un uniforme sistema monetario en el mundo islámico. En el mundo mítico, él también fundó la hermandad mágica llamada Ikhwan Sulayman, conocida por los magos de Hermes como la Orden de Suleiman.

Antes del Islam, la Península Arábica era hogar de un número de magos, la mayoría de los cuales vivían en lugares aislados como ermitaños, u ocupaban posiciones como consejeros tribales. Con la aparición del Islam, muchos de estos magos se convirtieron al Islam. Mientras el Islam se extendía a través de Oriente Medio, los miembros de otras tradiciones mágicas también se convirtieron al Islam. La mayoría de los convertidos continuaron sirviendo a sus jefes (en el caso de los magos tribales) o a los nuevos gobernadores musulmanes de sus territorios natales, pero muchos se unieron a los ejércitos musulmanes como magos guerreros. Inicialmente, el tamaño y la calidad exactos de los contingentes mágicos de los ejércitos musulmanes variaron, dependiendo de los caprichos de los magos que batallaban en ellos. Además, aunque eran musulmanes, y por lo tanto eran requeridos para resolver los conflictos con la ley islámica, las rivalidades entre los magos a veces entraban en erupción llegando a la violencia, lisiando a las fuerzas musulmanas.

Abd al-Malik decidió que estos magos necesitaban ser organizados en una fuerza coherente, para asegurarse de que cada ejército recibiera la adecuada ayuda mágica contra cualquier mago que pudieran encontrarse, y para acabar por fin con las rivalidades y sus efectos. Él consultó a algunos de los magos más ancianos de la comunidad musulmana, y con ellos concibió la idea de una ancha organización de magos, bajo control del más anciano de ellos, quien sería en última instancia responsable ante el califa. La organización fue nombrada Ikhwan Sulayman (la Hermandad de Sulayman), tomando su nombre del coránico Sulayman (el Salomón de los judíos y de los cristianos), del que se creía que fue el mago más grande que jamás existió. Trayendo a los magos de la comunidad musulmana a una sola organización, era más fácil asegurarse de que los ejércitos musulmanes recibieran la ayuda mágica que requerían. Sus ancianos ahora también forzaron a los magos a resolver los conflictos bajo la ley islámica, en vez de con conflictos privados. La Orden de Sulayman estuvo implicada intensamente en las conquistas musulmanas, y más particularmente posible en la de España. Para observar más de sus actividades en esta área, véase Tribunales de Hermes: Iberia (páginas 31-37).

Cuando los Abasíes tomaron el poder de los Omeyas en el 750, la Ikhwan pasó suavemente bajo su control. La Hermandad gozó de un breve período de prosperidad hasta el siglo IX, cuando el califato cayó en declive. Mientras que el poder califal se debilitaba y el mundo musulmán se fragmentaba, la Ikhwan también se hizo fragmentos, al punto de no poder prevenir la toma posesión de Egipto por parte de los fatimíes en el 969. Los pocos magos de Sulayman que lucharon contra los invasores fueron abrumados fácilmente por los magos beréberes de los ejércitos fatimíes.

Esta fragmentación siguió siendo un problema lisiante durante el siglo XI y principios del siglo XII, permitiendo a los magos herméticos de las Cruzadas establecerse fácilmente en Levante. Sin embargo, la unificación de los musulmanes bajo Zangi, Nur al-Din y Salah al- Din también fue acompañada por una reunificación de la Ikhwan Sulayman. La Orden estuvo implicada en la recuperación de Edesa, y también coordinó sus esfuerzos con Nur al-Din y Salah al-Din. En la batalla de Hattin de 1187, los magos de la Ikhwan mataron a muchos magos herméticos y destruyeron varios contingentes del ejército cruzado. Más adelante proporcionaron artillería mágica para la recuperación de varias plazas fuertes latinas y, antes del final de ese año, varias importantes Alianzas herméticas cruzadas también fueron destruidas. Los supervivientes culparon a los magos anti-cruzadas, diciendo que habían asistido a la Ikhwan Sulayman y a las fuerzas musulmanas contra ellos. De la verdad de estas alegaciones, ninguna evidencia clara fue hallada.

Cuando Aurora Borealis de la casa Jerbiton se acercó a Salah al-Din y al califa para lograr un tratado de paz en el 1183, el mago mayor de la Ikhwan aconsejó al califa y al sultán que aceptara, reconociendo que una victoria musulmana a largo plazo no estaba de ninguna manera asegurada. Desde la firma del tratado de Bagdad en 1193, la Ikhwan se ha refrenado en la participación en la mayoría de las hostilidades entre musulmanes y latinos, aunque algunos miembros todavía conducen operaciones secretas contra magos cruzados. Los líderes de la Ikhwan procuran contener tales infracciones del tratado lo mejor posible.

Número de Miembros

Cubriendo un área geográfica amplia, la Ikhwan Sulayman tiene un número de miembros considerablemente más grande que el de la Orden de Hermes, sumando unos 3.000 miembros. La mayoría de estos magos son sahirs o raqis, pero la Ikhwan también incluye a miembros de muchas otras tradiciones. Tanto hombres como mujeres pueden ser miembros, aunque hay más hombres que mujeres en sus filas. El factor de unificación para los miembros de la Ikhwan es que todos ellos son sunníes, debiendo (por lo menos en teoría) lealtad al califa de Bagdad. Afortunadamente para la Orden de Hermes, y debido a la naturaleza dividida del área, la Ikhwan Sulayman nunca ha unido toda su fuerza completa contra ella.

Los miembros de la Ikhwan Sulayman abarcan probablemente entre un tercio y la mitad de los magos completamente dotados del mundo musulmán.

Prácticas

Los miembros de la Ikhwan Sulayman están limitados por todos los requisitos del Islam y de su ley. Además, deben lealtad a un líder, elegido por el califa y conocido como el amir alsuhara' (emir de los hechiceros). El amir al-suhara' designa a los diputados regionales (na'ibs), a quienes el resto de los miembros deben lealtad. Generalmente, hay diputados en las cortes de las más importantes figuras de las más grandes dinastías. En el Levante, hay na'ibs en cierto número de ciudades, incluyendo El Cairo, Damasco, Aleppo, Mosul y Konya.

Los magos se unen a la Ikhwan Sulayman por varias razones, de las cuales dos son particularmente comunes. Algunos se unen porque desean directamente servir al Islam y su califa, para eficazmente alistarse en sus ejércitos mágicos. Otros se unen porque la Hermandad asegura cierto grado de seguridad. Los miembros tienen prohibido dañarse unos a otros, y puede llamarse a otros miembros para obtener ayuda y protección, sea directamente o a través de una súplica al na'ib local de la Hermandad. Es en esta segunda razón donde el poder de las mentiras de los na'ibs es obvia. Si un miembro se comporta de una manera que sea desagradable, el na'ib puede prohibir a otros miembros de la Ikhwan el contestar a cualquier futura llamada de ayuda del miembro, una medida que tiene precedentes en los tiempos pre-islámicos. En casos particularmente extremos un na'ib puede alistar a otros miembros de la Ikhwan para disciplinar o ejecutar al individuo que lo ofendió. Los na'ibs deciden generalmente cuales castigos podrían ser impuestos a estos miembros, en consulta con los qadis locales y otros magos de la Hermandad.

Casi siempre los na'ibs dejan a los miembros de la Ikhwan solos en la consecución de sus estudios. Es solamente en tiempos de guerra cuando convocan a los miembros para participar en las batallas. La última gran asamblea de magos de la Hermandad fue la realizada para ayudar a Salah al-Din contra los ejércitos de la Tercera Cruzada. Como se declaró anteriormente, la Ikhwan mantiene actualmente (desde 1193) una tregua con la Orden de Hermes, aunque como algunos magos herméticos, algunos miembros de la Hermandad todavía participan en actividades militares, siempre y cuando puedan hacerlo sin que lo sepan los na'ibs.

Cada miembro de la Ikhwan lleva una marca como miembro. Ésta es generalmente un anillo o un pendiente con el sello de Salomón. De alguna manera, esto se puede ver como algo análogo al sigil de un mago hermético, excepto que la Ikhwan no decide normalmente las materias por votación. Los conflictos privados son resueltos generalmente con el arbitraje de un na'ib.

Visión de la Orden de Hermes

Las actitudes de la Ikhwan Sulayman hacia la Orden de Hermes se mezclan. Muchos magos de la Hermandad son hostiles hacia la Orden, debido al hecho de que muchos magos herméticos están implicados en las Cruzadas. Además, algunos los etiquetan como idolatras, adoradores del dios pagano Hermes. Otros miembros están más dispuestos a hacer las paces con los magos de la Orden, y creen que hay mucho que cada organización podría enseñar a la otra si solamente se escucharán. Estas dos facciones actualmente están bastante equilibradas. El amir al-suhara', sus na'ibs y consejeros están del lado de los pacificadores por el momento, y continúan manteniendo la tregua hecha en 1193, aunque todavía no ha florecido una clara cooperación. Los actuales cruzados en Egipto están dolorosamente poniendo a prueba la tregua, y puede ser que cuando el momento de la renovación de la tregua llegue en el año 1223, prevalezcan las voces más hostiles, y la guerra explote otra vez. Esto ciertamente terminará si cualquier bando encuentra evidencias de que el otro ha estado implicado en actividades militares. Qué sucederá entonces, sólo el tiempo dirá.

Text copyright © Niall Christie and Daniel Núñez Vílchez 2005. Artwork copyright © Stephanie Pui-Mun Law 2005.
The author would like to acknowledge the contributions of Eve Kimbrough and Eric Kouris, who provided ideas that influenced this article.

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