b     s     z     c     v

uso de la s

Se utiliza:

En los adjetivos terminados en ísimo, ésimo, ísima, oso, osa, por ejemplo: feísimo, pésima, precioso, amorosa.

En las palabras adjetivas terminadas en ense, y sivo, por ejemplo: canadiense, ofensivo.

En las palabras terminadas en ase, ese y ense, por ejemplo: pase, terminase, canadiense.

En las palabras terminadas en sion afines a otras con terminaciones so, sor y sivo, por ejemplo: preso - prisión; confesor - confesión; explosivo - explosión.

La terminación ismo y en las palabras terminadas en esta y esto, por ejemplo: periodismo, floresta, resto.

            

Uso de la Z:

Se utiliza:

En las palabras terminadas con anza (excepto cansa, gansa y mansa), por ejemplo: lanza, andanza, añoranza

En las palabras terminadas en ez y eza de sustantivos abstractos , por ejemplo: tibieza, estupidez. lanza, andanza, añoranza

En las palabras terminadas en aza y azo, por ejemplo: abanicazo, manaza. lanza, andanza, añoranza

                

Uso de la V:

Se utiliza:

En los adjetivos terminados en avo, ave, evo, eve e ivo, por ejemplo: nocivo, vivo, activa, suaves, octavo.

En las palabras que comienzan con el prefijo vice, por ejemplo: viceperesidente, vicealmirante.

Después de las grafías b, d y n, por ejemplo: obvio, envainar, adversidad.

En palabras derivadas de otras que se escriban también con v, por ejemplo: de vida, vital, vitalicio, revivir.

                

Uso de la C :

Se utiliza:

En las palabras terminadas en ancia y encia (excepto ansia y hortensia), por ejemplo: infancia, tolerancia ausencia.

En los verbos terminados en ciar, cer y cir (excepto ser, coser -con hilo y aguja- toser y asir), por ejemplo: conocer, vencer, vaciar, decir.

En las palabras terminadas en ación cuando son afines a un participio terminado en ado, por ejemplo: terminado y terminación, saturado y saturación, extraditado y extradición.

En las palabras terminadas en icia e icie, por ejemplo: planicie, justicia, caricia.

                

Uso de la b :

Se utiliza:

Antes de una consonante, por ejemplo: obrero, abrazo, blusa.

Después de la letra m, en palabras como: cambio, hambre, embrión.

Al final de una sílaba, en palabras como: ab-sur-do, ob-so-le-to.

En palabras derivadas de otras que lleven la b, como: de belleza, bello, embellecido.

En las palabras (incluidos sus plurales y femeninos) terminadas en bilidad y bundo (excepto movilidad y civilidad), por ejemplo: vagabundo, nauseabundo, confiabilidad.

En el copretérito del verbo ir: iba, íbamos, iban.