Benjamín Subercaseaux , 1956.

CARTA DE BENJAMÍN SUBERCASEAUX.

Enviada a Topaze en Agosto de 1956, al cumplir la revista 25 años de vida.

Benjamín Subercaseaux

La mesa de trabajo del vicepresidente Wallace relucía bajo el pálido sol invernal de Washington, en aquel Spring-43, que relato en mi "Retorno de USA". Lo primero en que se fijó mi mirada no fue en el mechón canoso y travieso de Mr. Wallace, sino en un número de nuestro "Topaze", que estaba sobre su escritorio. No observé que figuraran ahí "El Mercurio", ni "El Diario Ilustrado", ni "La Nación". Se lo hice ver.

-Mr. Subercaseaux -me dijo-, yo tengo que estar por lo menos al corriente de lo que ocurre en S. A.; sobre todo en Chile. Para saberlo con exactitud, no hay más que un medio: leer "Topaze".

Sin duda, esta revista fue y es una publicación extraordinaria, tanto por sus dibujos y caricaturas ingeniosas y de un pasmoso parecido (lamento no ver figurar las de Pancho Hunneus, ex colaborador de "Punch"), como por su videncia extraordinaria y su humour de excelente calidad. Es uno de los pilares de nuestra civilización chilena, de un pueblo que es menos civilizado de lo que pensamos, ya que no sabe sonreir, y que en esta revista comienza a intentarlo sin amargura.

Diré mejor que lo intentó. Porque, triste es confesarlo, el "Topaze" actual no es ni la sombra de aquel que figuraba orgullosamente y ostentosamente sobre el escritorio del vicepresidente de los Estados Unidos. Los dibujos siguen siendo de la mejor calidad; no así el espíritu, que parece animarlo. La sonrisa es amarga, los chistes duelen, como un jugo que hay que exprimir con esfuerzo. Hay mucha gracia de programa cómico-radial; de aquella que hace sonreir solamente a quienes tienen la sonrisa fácil..., muy fácil. "Topaze", en una palabra, ha dejado de ser serio, única manera de ser gracioso en un sentido de humanidad total. Como guía político, tiende al espíritu y al clima de alta tragedia, sin sombra de aquella videncia antigua, sin proyecciones hacia el futuro, con un exceso de pesimismo. No lo diría de una revista sin importancia. Me permito hacerles esta confidencia, porque "Topaze" ha sido y debe seguir siendo, en Chile, algo grande; algo que tiene una misión importantísima que cumplir; algo que encierra una parte de resignación, de experiencia, de gracia, de sabiduría de los siglos; de confianza, sobre todo, ya que sonreir es confiar..., a más de todo lo que veníamos diciendo.