SOBRE LA LECTURA POPULAR DE LA BIBLIA
Carlos Mesters
Francisco Orofino
En este artículo abordamos la lectura popular de la
Biblia que se hace en las Comunidades Eclesiales de Base en América Latina. Es
bueno recordar que ellas son apenas una minoría. La gran mayoría de los
cristianos y la mayor parte de las iglesias tienen otra manera de leer la
Biblia. Muchos de ellos hacen una lectura más tradicional y más
fundamentalista. Sin embargo, el impacto y la irradiación de la lectura hecha
en las Comunidades Eclesiales de Base son grandes y significativas para la vida
de las iglesias y para el camino del movimiento popular.
Este artículo es como una fotografía que fija la
posición de una persona en un determinado momento de su vida. Una vez hecha, la
fotografía no cambia más. Pero la persona fotografiada continúa cambiando y
creciendo. Ella no para. Tal vez nunca más recuerde la fotografía. Puede
suceder que, después de algunos años, ella ni se reconozca en la fotografía que
aquí presentamos con mucho respeto y cariño.
1ª. PARTE
DIEZ CARACTERISTICAS DE LA
LECTURA POPULAR DE LA BIBLIA EN AMERICA LATINA
A manera de introducción presentamos aquí diez puntos
que, de cierto modo, ofrecen una visión global de la lectura popular y son el
resumen de todo lo que vamos a decir.
2ª PARTE
UN POCO DE HISTORIA
Todo esto que hoy está sucediendo en las Comunidades
Eclesiales de Base tiene una larga historia. Muchos factores intervinieron para
que se llegara a este tipo de lectura bíblica. Destacamos tres factores que no
pueden ser ignorados para entender la actual coyuntura. Hay un cuarto factor
que no puede ser evaluado ni verificado. A continuación, veremos tres etapas
que marcaron y continúan marcando este proceso histórico de lectura popular de
la Biblia.
2.1 TRES FACTORES
2.1.1 Una nueva manera de ver
la revelación de Dios en la Biblia
Los grandes cambios producidos en la humanidad a
partir de los siglos XIX y XX llevaron a los cristianos de varias iglesias a
mirar la realidad y a la Biblia con una mirada diferente. Por ejemplo, en
Alemania, la experiencia de R. Bultmann, lo llevó a un nuevo abordaje de la
Biblia que influyó en la exégesis bíblica del siglo XX en prácticamente todas
las iglesias.
En Bélgica, la crisis entre las dos guerras y la
convivencia con los obreros llevó al P. Cardijn a crear el método Ver-Juzgar-Actuar que influyó en varios
sectores de la Acción Católica y trajo una nueva manera de considerar y
experimentar la acción reveladora de Dios en la historia. Antes de querer saber
lo que Dios habló en el pasado, se busca Ver
la situación del pueblo hoy, y sus problemas. Luego, con la ayuda de los textos
bíblicos y de la tradición de las iglesias, procuran Juzgar esta situación. Esto hace que, poco a poco, la palabra de
Dios ya no venga sólo de la Biblia, sino también y sobre todo de los propios hechos
iluminados por la Biblia y por la tradición. Y son ellos, los hechos, los que
se vuelven así transmisores de la Palabra y del llamado de Dios y llevan a una
manera nueva de Actuar. Este método ver-juzgar-actuar tuvo una influencia
muy grande en los movimientos de renovación de la Iglesia Católica en Brasil de
los años 50 y 60, particularmente en varios sectores de la Acción Católica,
JOC, JEC, JUC y JAC. Fue produciendo un cambio en la manera de conocer la
voluntad de Dios y en la apertura hacia una actitud más ecuménica y menos
confesional.
En los Estados Unidos, el compromiso político de
N.K.Gottwald en la lucha contra la guerra del Vietnam tuvo una influencia
profunda en su manera de leer e interpretar el origen y la formación del pueblo
de Dios. Sus escritos, sobre todo el libro The
Tribes of Jahweh, tuvieron mucha influencia en los estudiosos de la Biblia
en Brasil, principalmente en la manera de abordar e interpretar el Éxodo.
En América latina, en los años 60 y 70, el compromiso
político de muchos cristianos repercutió y continúa repercutiendo profundamente
en la manera de leer e interpretar la Biblia. La inhumanidad de las dictaduras
militares, algunas de ellas con el apoyo velado de autoridades eclesiásticas o
en nombre de la así llamada tradición cristiana, provocó y despertó en las
personas más conscientes una nueva lectura de la Biblia en defensa de la vida.
Una lectura más liberadora y más ecuménica, impidiendo que la Palabra de Dios
fuese manipulada para legitimar la opresión y la explotación del pueblo.
2.1.2 La renovación de las
iglesias lleva a un interés renovado por la Biblia
A partir del terremoto de las dos guerras mundiales,
1914 a 1918 y 1939 a 1945, la mayoría de las iglesias entraron a un proceso de
conversión y de cambio. Las nuevas circunstancias en las que se encontraba la
humanidad dejaron claro que era necesaria una relectura de las cosas de la fe
de cara a la nueva experiencia de Dios y de la vida que estaba surgiendo. Este
cambio o conversión fue sucediendo de manera diferente en varias iglesias y en
varios países.
En la Iglesia Católica de Brasil, por ejemplo, el
documento Dei Verbum del Concilio
Vaticano II y su relectura para América Latina a través de las Asambleas
Episcopales de Medellín y Puebla consagraron esa nueva manera de ver la acción
reveladora de Dios de la que hablamos anteriormente. A saber, Dios continúa
hablando hoy, dirigiéndonos su Palabra a través de hechos y de personas, y
nosotros logramos descubrir ese hablar divino con la ayuda de la Palabra de Dios
en la Biblia.
A partir del Concilio Vaticano II, fue creciendo el
interés del pueblo católico por la Biblia y, a través de varios canales, cada
vez más, la Biblia fue llegando a las manos del pueblo. Entre muchos otros,
conviene destacar los siguientes canales: 1) La renovación litúrgica. La liturgia renovada, a través del uso de
la Biblia en lengua vernácula, trajo una mayor aproximación de la Biblia al
pueblo. 2) El trabajo pionero del biblista frei Jo>o José Pedreira de Castro, OFM. En aquellos años 50, el captó las
Señales de los Tiempos y sintió la necesidad de provocar una mayor aproximación
de la Biblia al pueblo. Para ello tradujo la Biblia de Maredsous al portugués,
hoy con más de 150 ediciones sucesivas, conocida como la Biblia del Ave María. 3) El trabajo de la Liga de Estudios Bíblicos
LEB. Sus miembros llegaron a hacer una traducción de la Biblia directamente de
los textos originales, actualmente publicada por la Editora Loyola. Los
miembros de la LEB tienen, además de eso, el mérito de haber incentivado la
realización de semanas bíblicas en todas partes. 4) La entrada de las iglesias
evangélicas de misión en Brasil en la primera mitad del siglo XX, venidas sobre
todo de Estados Unidos, divulgó e intensificó la lectura de la Biblia. Su
acción evangelizadora contribuyó para que, en la Iglesia Católica, mucha gente
tomara conciencia de la importancia de la Palabra de Dios. Inicialmente, era un
despertar reaccionario de defensa contra lo que algunos llamaban “la amenaza
protestante”. Poco a poco, sin embargo, terminó siendo vista como una de las
mayores gracias de Dios.
2.1.3 La situación del
pueblo, el golpe militar y el surgimiento de los círculos bíblicos
La situación del pueblo era (y continúa siendo) de
abandono, de opresión y de explotación. Por eso, había todo un trabajo político
de concientización para el cambio. Miembros de varios sectores de la Acción Católica participaron activamente
en este trabajo de concientización. Llegaron a formar un grupo, Acción Popular, que tuvo una actuación
política muy importante. Sin embargo, el golpe militar de 1964 mostró,
indirectamente, que el trabajo de concientización política del pueblo no había
sido aquello que la vanguardia de la oposición política imaginaba y esperaba.
No hubo la reacción esperada de levantamiento popular contra los militares. Por
el contrario. Se percibió la necesidad de un trabajo mucho más capilar y más
paciente junto al pueblo, respetando mucho más su religión, su cultura y su
experiencia.
Así, a partir de los años 60, comenzó un trabajo
renovado de base en medio de los pobres y surgieron las Comunidades Eclesiales
de Base, en aquella situación de persecución y de control ideológico, las
iglesias surgieron como un posible espacio de articulación de la oposición,
donde se podía aún trabajar con cierta libertad. Por eso mismo, ellas sufrieron
y fueron víctimas de la represión política. Basta recordar los nombres de Dom
Helder C>mara, Dom Pedro Casaldáliga, padre Enrique
Santo Dias, Margarida Alves e tantos otros líderes, religiosas y laicos,
perseguidos, presos, torturados y asesinados.
A partir de esta necesidad de un trabajo pastoral más
respetuoso y más delicado, fueron surgiendo en todas partes los llamados Círculos Bíblicos. El método usado en
los círculos bíblicos, como que naturalmente, tenía en cuenta, de un lado, la
experiencia adquirida en los grupos de Acción
Católica con su método Ver-Juzgar-Actuar
y las enseñanzas de Paulo Freire sobre la pedagogía
del oprimido y, de otro lado, la tradición de los propios evangelios. O sea,
la manera de leer la Biblia en las Comunidades Eclesiales de Base imitaba de
cerca el método sugerido por el Evangelio de Lucas en la descripción del camino
de los discípulos de Emaús, donde el propio Jesús aparece interpretando la
Escritura para sus amigos (Lc 24,13-35). El proceso de interpretación seguido
por Jesús tiene los mismos tres pasos que caracterizan también el método
adoptado por los pobres en los Círculos Bíblicos de las Comunidades Eclesiales
de Base.
1º paso: partir de la realidad
(Lc 24,13-24):
Jesús encontró a los dos amigos en una situación de
miedo y dispersión, de escepticismo y de desesperación. Ellos estaban huyendo.
Las fuerzas de la muerte, la cruz, habían matado en ellos la esperanza. Jesús
se aproximó y camina con ellos, escucha la conversación y pregunta “¿De qué
están hablando?” La ideología dominante les impedía ver y tener conciencia
crítica. “Nosotros esperábamos que él nos iba a liberar, pero…” (Lc 24,21).
El primer paso
es este: acercarse a las personas, escuchar la realidad, los problemas, ser
capaz de hacer preguntas que ayuden a mirar la realidad con un mirar más
crítico.
2º paso: usar el texto de la Biblia
(Lc 24,25-27):
Jesús usa la Biblia no para dar una clase de Biblia,
sino para iluminar el problema que hacía sufrir a sus dos amigos y, así,
esclarecer la situación que ellos estaban viviendo. Con la ayuda de la Biblia,
el los sitúa dentro del proyecto de Dios y muestra que la historia no está por
fuera de las manos de Dios.
El segundo paso
es este: con la ayuda de la Biblia, iluminar la situación y transformar la
cruz, señal de muerte, en señal de vida y de esperanza. Así, aquello que
impedía ver, se hace ahora luz y fuerza en el camino.
3º paso: celebrar y compartir en la comunidad (Lc
24,28-32):
La Biblia, por sí sola, no abre los ojos. ¡Pero hace
arder el corazón! (Lc 24,32). Lo que abre los ojos y hacer que los dos amigos
perciban la presencia de Jesús, es el partir el pan, el gesto comunitario del
compartir, la celebración. En el momento en que es reconocido Jesús desaparece.
Pues ellos mismos experimentaron la resurrección, renacieron y ahora caminan
por sí mismos.
El tercer paso
es este: saber crear un ambiente orante de fe y de fraternidad donde pueda
actuar el Espíritu que nos hace entender el sentido de las cosas que Jesús
habló. Es, sobre todo en este punto de la celebración, que la práctica de las
comunidades ayudó a re-encontrar el antiguo pozo de la Tradición para beber de
su agua.
El resultado: resucitar y volver a Jerusalén
(Lc 24,33-35):
Todo cambió en los dos discípulos. Ellos mismos
resucitaron, tomaron coraje y volvieron a Jerusalén, donde continúan activas
las fuerzas de la muerte que mataron a Jesús, pero donde ahora se manifiestan
las fuerzas de la vida en el compartir la experiencia de la resurrección.
Coraje, en vez de miedo. Retorno, en vez de fuga. Fe, en vez de escepticismo.
Esperanza, en vez de desesperación. Conciencia crítica, en vez de fatalismo
frente al poder. Libertad, en vez de opresión. En una palabra: ¡vida, en vez de
muerte! ¡En vez de mala noticia de la muerte de Jesús, la Buena Noticia de su
Resurrección!
El resultado
de la lectura de la Biblia debe ser este: experimentar la presencia viva de
Jesús y de su Espíritu presente en medio de nosotros. Es El quien abre los ojos
sobre la Biblia y sobre la Realidad y lleva a compartir la experiencia de la
Resurrección, como continúa sucediendo hoy en los encuentros comunitarios.
2.1.4 La acción del Espíritu
Santo
Estos son los tres factores que ayudan a entender la
actual coyuntura. Como decimos, hay un cuarto factor, el más importante de
todos, que no puede ser evaluado ni verificado, pero que actúa a través de los
otros tres factores. Es la acción del Espíritu Santo que invisiblemente actúa
en nuestra experiencia y la conduce. “¡El que tenga oídos, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias!” (Ap 2,7.11.17.29; 3,6.13.22)
Así, a partir de los años 60 y 70, el pueblo comenzó a
leer la Biblia. Los Círculos Bíblicos tuvieron una expansión muy rápida. En
pocos años se divulgaron en todo el Brasil Señal de que estaban respondiendo a
una exigencia real. Ninguno sabe cuántos son actualmente los Círculos Bíblicos.
Sólo el Espíritu Santo. Ellos fueron y continúan siendo la raíz de un nuevo
modo de ser iglesia.
2.2 TRES ETAPAS, TRES ASPECTOS
En el transcurrir de todos estos años fueron
apareciendo tres aspectos de la interpretación popular, aspectos simultáneos,
mezclados entre sí. A lo largo de los años, cada uno de ellos fue teniendo su
momento privilegiado. Son como tres etapas. Se trata de tres aspectos de la
misma actitud interpretativa del pueblo frente a la Biblia. Ellos indican los
tres objetivos distintos que están presentes y mezclados, a veces en conflicto,
en el uso popular de la Biblia.
2.2.1 Conocer la Biblia – Instruir
El proceso de conocer mejor la Biblia comenzó ya en el
siglo XIX con el trabajo renovador de los exegetas de Europa, tanto evangélicos
como católicos. Los nuevos descubrimientos trajeron nuevos conocimientos,
abrieron una nueva ventana sobre el texto bíblico y sobre el contexto de su
origen.
El deseo de conocer la Biblia estimuló a mucha gente a
una lectura frecuente. En la Iglesia Católica, la renovación de la exégesis,
las encíclicas de León XIII, Benedicto XV y Pio XII, las nuevas traducciones de
la Biblia y el trabajo de divulgación de los exegetas llevaron a la Biblia a
una mayor cercanía al pueblo. Además de eso, en Brasil, como ya mencionamos, lo
que ayudó a provocar en los católicos un interés mayor por la Biblia fue el
vigor misionero de las iglesias evangélicas de misión.
Fueron surgiendo, en todo lugar, las semanas bíblicas,
cursos bíblicos, escuelas y escuelitas
bíblicas, competencias y maratones bíblicos, y muchos otros movimientos e
iniciativas para divulgar la Biblia y estimular su lectura como, por ejemplo,
los así llamados Mes de la Biblia,
que fue celebrado durante más de 25 años y continúa hoy en muchos lugares, o el
Movimiento de la Buena Nueva (MOBON).
Este surgió, inicialmente, como un movimiento más apologético de defensa del
catolicismo contra la creciente influencia de las iglesias evangélicas.
Actualmente, es uno de los movimientos de evangelización liberadora más difundidos que anima más de
15.000 grupos en varios Estados del Brasil. Es difícil recordar y enumerar
todas las iniciativas que la creatividad popular inventó para divulgar la
lectura y el conocimiento de la Biblia.
2.2.2 Crear Comunidad – Celebrar
En la medida en que la Palabra comenzaba a ser
conocida, ella producía sus frutos. El primer fruto fue aglutinar personas y crear
comunidad. Semanas bíblicas populares, difusión de la Biblia en lengua
vernácula, cursos, encuentros, talleres, innumerables grupos y círculos
bíblicos, des de la Biblia, movimiento de la Buena Nueva: todo esto produjo un
fervor comunitario muy grande en torno a la Palabra de Dios. El movimiento de
renovación litúrgica hizo que se multiplicaran y se intensificaran las
celebraciones de la Palabra.
Fueron surgiendo y creciendo las Comunidades
Eclesiales de Base que a su vez, suscitaban, en todas partes, los círculos
bíblicos, grupos de reflexión, grupos de oración. Ya, a comienzos de los años
70, tenemos la iniciativa de los Encuentros Inter-eclesiales de las Comunidades
de Base, que fueron sucediendo periódicamente y que en el año 2000 celebraron
el décimo Inter-eclesial en Porto Seguro, Bahía, por ocasión de la
conmemoración de los 500 años de llegada de los europeos al Continente Latino
Americano. La dimensión comunitaria llegó a renovar varias parroquias y a
organizarlas como comunidad de comunidades.
Aquí conviene mencionar el fenómeno intrigante de la
evasión en masa de los fieles de las iglesias tradicionales a las iglesias
pentecostales, que tiene que ver con el cambio socio-económico en los últimos
50 años. A mitad del siglo XX, en torno del 75% de la población brasileira
vivía en el campo. La industrialización y el éxodo rural produjeron un cambio
radical. En el censo del 2001, el 82% de la población vive en la ciudad y
solamente el 18% en el campo. Ahora, lo que antes parecía imposible, hoy es un
hecho normal: antes, la autoridad moral mayor que en el Brasil norteaba las
conciencias era la Iglesia Católica. En las pequeñas ciudades del interior, el
párroco ejercía un poder sagrado muy fuerte. Difícilmente el pueblo tenía
coraje de enfrentar o de romper con ese sistema secular.. Hoy, en nombre de una
experiencia comunitaria en los grupos pentecostales de las periferias de las
grandes ciudades, millones de brasileiros rompen con aquello que antes era la
mayor autoridad moral. Por más contradictorio y ambivalente que pueda parecer
este hecho, no deja de tener un aspecto positivo: en nombre de la Palabra de
Dios y de un encuentro con Jesús, el pueblo tiene coraje de romper y de entrar
a nuevos caminos que tal vez no sean nuevos, pero que son diferentes y tienen
una dimensión comunitaria muy profunda.
2.2.3 Servir al pueblo – Transformar
Sobre todo a partir de 1968, se fue dando un paso más.
El conocimiento de la Biblia y la preocupación comunitaria encontraron su
objetivo que es el servicio al pueblo. No teniendo dinero ni tiempo para leer
los libros sobre la Biblia, los pobres en sus comunidades y en los círculos
bíblicos comenzaron a leer la Biblia a partir del único criterio que disponían,
a saber, su vida de fe vivida en comunidad, y su vida sufrida de pueblo
oprimido. Leyendo así la Biblia, descubrieron lo obvio que no conocían: una
historia de opresión igual a la que ellos mismos sufrían, una historia de lucha
por los mismos valores que ellos persiguen hasta hoy: tierra, justicia,
compartir, fraternidad, vida digna. El resultado de esta práctica liberadora
fue explicitado en la Teología de la Liberación que intenta sistematizar la
nueva vivencia que está ocurriendo en las comunidades.
Es el período en el que comienza a ser acentuada al
dimensión política de la fe. En la Iglesia Católica, desde el Concilio Vaticano
II y sobre todo desde la conferencia episcopal de Medellín (1968), ocurrió una
evolución importante. Frente a la situación dramática de los indios, se creó el
CIMI (Conselho Indigenista Missionário). Frente a la situación cada vez peor de
los agricultores, se creó el CPT (Comiss±o Pastoral da Terra). Frente a la situación de los
obreros, se creó la CPO (Comiss±o Pastoral dos Operários). Frente a la situación de
los pescadores, se creó la CPP (Comiss±o Pastoral dos Pescadores). Son instrumentos nuevos
de pastoral que ayudan a estas clases y grupos de personas a defender mejor su
vida, su tierra, sus derechos, su identidad. Ellos tienen en común lo
siguiente: surgieron por causa de la fe renovada en Jesús y, como Jesús,
defienden la vida, son ecuménicos, incomodan la sociedad establecida, provocan
polémica. Todo esto revela la evolución en la conciencia que las iglesias
tienen de sí mismas y de su misión: luchar por la defensa de la vida amenazada
del pueblo. En este mismo período de los años 70 surge el CEBI, el Centro
Ecuménico de Estudios Bíblicos para la pastoral popular que tiene como objetivo
articular, explicitar, profundizar, divulgar y legitimar la lectura de la
Biblia que el pueblo venía haciendo en sus comunidades.
Aquí deben ser recordados
los mártires, los testigos de la fe, esa “nube de testigos a nuestro alrededor”
(Hb 12,1), que dieron su vida por la libertad, la justicia y la fraternidad.
Así como el autor de la carta a los hebreos hace memoria de los testigos de la
fe (Hb 11,1-40), la Agenda
Latinoamericana, cada nuevo año, hace memoria de los millares y millares de
mártires latino-americanos, hombres y mujeres, laicos y religiosos, conocidos y
anónimos, que imitaron a Jesús que dice: “Yo vine para que todos tengan vida y
la tengan en abundancia” (Jn 10,10)
3ª
PARTE
LA
DINAMICA INTERNA DEL PROCESO DE INTERPRETACION
En la lectura que las
comunidades hacen de la Biblia, a pesar de las diferencias propias de cada país
o región, existe un método cuyas características básicas son comunes a todos.
Un método es mucho más que sólo técnicas o dinámicas. Es una actitud que se
toma frente a la Biblia y frente a la propia vida. El método de los pobres se
caracteriza por estos tres criterios:
Estos tres criterios
(Texto, Comunidad, Realidad) se articulan entre sí para un mismo objetivo: escuchar a Dios hoy. Ellos actualizan a
su modo el mismo método que aparece en el episodio de Emaús (Lc 24,13-35). Son
como tres aspectos o etapas de una misma actitud Interpretativa frente a la
Biblia. Entre los tres existe una dinámica interna que marca el proceso de
interpretación popular: conocer la Biblia
lleva a convivir en comunidad; convivir
en comunidad lleva a servir al pueblo; servir
al pueblo, a su vez, lleva a desear un conocimiento
más profundo del contexto del origen de la Biblia, y así sucesivamente. Es una
dinámica que no termina nunca. Estos tres aspectos: uno nace del otro, supone
lo otro y lleva al otro.
La figura explica lo que
queremos comunicar:
Realiad Comunidad Biblia
No importa tanto por cual
de los tres aspectos se inicia el proceso de interpretación. Esto depende de la
situación, de la historia, de la cultura y de los intereses de la comunidad o
del grupo. Lo que importa es percibir que un aspecto queda incompleto sin los
otros dos.
Generalmente, en todas las
comunidades, hay personas que se identifican con uno de estos tres aspectos: 1.
personas que quieren conocer la Biblia
y que se interesan por el estudio. 2. personas que insisten más en la Comunidad y en sus funciones internas;
3. personas más preocupadas en transformar la Realidad, sirviendo al pueblo en la política y en los movimientos
populares.
Todo esto produce tensiones
entre varios grupos e intereses. Estas tensiones son saludables y fecundas. Por
ejemplo, en algunos lugares, la práctica política más intensa de los últimos
años está pidiendo, ahora, un conocimiento
más profundo del texto bíblico y del contexto social, donde este texto fue
producido, y un vivencia comunitaria
más intensa de la espiritualidad de la liberación. En otros lugares, la
vivencia comunitaria llegó a su límite y está pidiendo una acción más
comprometida con los movimientos populares. En otras palabras, las tensiones
ayudan a crear un equilibrio que favorece la interpretación de la Biblia, e
impiden que ella se torne unilateral.
A veces, sin embargo, estas
tensiones son negativas y pueden llevar a cada uno de los tres aspectos a
cerrarse sobre sí mismos y a excluir a los otros dos. El itinerario de la
interpretación popular, muchas veces, es intenso y conflictivo, con riesgo de
encerrarse o de retroceder.
Cuando la comunidad alcanza
el objetivo de uno de estos tres aspectos (conocer, convivir o transformar),
algunos miembros, por fidelidad a la palabra, quieren avanzar y dar un paso
adelante, y otros, en nombre de esta misma fidelidad, rehúsan la apertura. Es
el momento de la crisis y también de la gracia. No siempre vence el grupo que
quiere avanzar.
Aunque comprensible,
posiciones cerradas así son trágicas, pues ninguno de los tres alcanza el
sentido por sí mismo. Para superar este peligro, es importante mantener un
ambiente de diálogo. Pues donde la palabra humana circula con libertad y sin
censura, allí la palabra de Dios genera libertad.
4ª
PARTE
NOVEDAD
Y ALCANCE DE LA INTERPRETACION POPULAR
Dentro de la interpretación
que los pobres hacen de la Biblia existe una novedad de gran alcance para la
vida de las iglesias. Novedad antigua que viene de lejos y que retoma algunos
valores básicos de la Tradición común. Siguen siete puntos que, de una u otra
manera, señalan el itinerario:
5ª
PARTE
APARECEN
NUEVOS CAMINOS, SURGEN NUEVOS PROBLEMAS
1. La lectura
feminista o lectura de género
Esta lectura cuestiona y
relativiza la secular lectura masculinizada hecha por las iglesias para
mantener el sistema patriarcal. Ella no pude ser descartada como un fenómeno
pasajero ni como una de las tantas curiosidades exegéticas sin mayores
consecuencias. Ella es una de las características más importantes que viene
surgiendo desde dentro de la lectura popular de la Biblia. O su alcance es
mucho mayor de lo que podría parecer a primera vista. En Brasil ella adquiere
una importancia mayor por causa de la aplastante mayoría de mujeres que
participan activamente en los grupos bíblicos y sustentan la lucha del pueblo
en muchos lugares. En el CEBI es grande el número de asesoras que se formaron
en los últimos años y que están profundizando la lectura de género no como un
nuevo sector, sino como una característica que debe marcar toda la lectura
popular que hacemos.
2. ¿Cómo enfrentar
la realidad del fundamentalismo?
Nos encontramos de masas
promovidas por las redes de televisión, por los padres cantores que aparecen.
En los encuentros bíblicos promovidos por el CEBI, abiertos a diversos sectores
de la vida de las iglesias, aparece cada vez más el siguiente fenómeno. El
estudio y la interpretación de la Biblia son hechas en una línea claramente
liberadora. Pero en las celebraciones, en las conversaciones de los grupos, en
las preguntas, aparece una actitud interpretativa diferente en el que se mezcla
fundamentalismo con teología de la liberación. ¡Sobre todo en los jóvenes!
¿Cómo explicar este fenómeno? ¿De dónde viene? ¿Del contacto con la línea
conservadora, con la línea carismática, con los pentecostales? ¿Será que
también no viene de las deficiencias de la actitud liberadora frente a la
Biblia? ¿Será que no viene de algo aún más profundo que está cambiando en el
subconsciente de la humanidad? Pues, la realidad del fundamentalismo no existe
solo en las iglesias cristianas sino también en otras religiones: judaísmo,
islamismo, budismo… Existe hasta un fundamentalismo securalizado. “El
fundamentalismo es un peligro. El separa el texto del resto de la vida y de la
historia del pueblo y lo absolutiza como la única manifestación de la Palabra
de Dios. La vida, la historia del pueblo, la comunidad ya no tendría nada que
decir sobre Dios y su Voluntad. El fundamentalismo anula la acción de la
Palabra de Dios en la vida. Es la ausencia total de conciencia crítica. El
distorsiona el sentido de la Biblia y alimenta el moralismo, el individualismo
y el espiritualismo en la interpretación. Es una visión alienada que agrada a
los opresores del pueblo, pues ella impide que los oprimidos tomen conciencia
de la iniquidad del sistema montado y sostenido por los poderosos” (Colección:
Tua Palavra é Vida I: A Lectura Orante da Bíblia, Publicaçáes CRB, 1990, p.
22). En la Iglesia Católica, por primera vez, el documento La Interpretación de la Biblia en la Iglesia critica fuertemente el
fundamentalismo como una cosa nefasta que no respeta suficientemente el sentido
de la Biblia.
3. La búsqueda de
la espiritualidad y nuestro método de interpretación
En todas partes se oye y se
siente el deseo de mayor profundidad, de mística, de espiritualidad. La Biblia,
de hecho, puede ser una respuesta a este deseo. Pues, la Palabra de Dios tiene
dos dimensiones fundamentales. De un lado, ella trae LUZ. En este sentido, ella
puede contribuir a aclarar las ideas, desenmascarar las falsas ideologías y
comunicar una conciencia más crítica. De otro lado, ella trae una FUERZA. En
este sentido, ella puede animar a las personas, comunicar coraje, traer
alegría, pues ella es fuerza creadora que produce lo nuevo, genera pueblo, crea
hechos, hace amar. Infelizmente, muchas veces, en la práctica pastoral, estos
dos aspectos de la Palabra están separados. De un lado, los movimientos
carismáticos, de otro lado, los movimientos de liberación. Los carismáticos
tienen mucha oración, pero muchas veces carecen de visión crítica y tienden a
una interpretación fundamentalista, moralizante e individualista de la Biblia.
Por eso, su oración, muchas veces, carece de fundamento real en el texto y en
la realidad. Los movimientos de liberación, a su vez, tienen mucha conciencia
crítica, pero, muchas veces, carecen de perseverancia y de fe, cuando se trata
de enfrentar situaciones humanas y relaciones entre personas que, dentro del
análisis científico de la realidad, en nada contribuyen a la transformación de
la sociedad. A veces, ellos tienen una cierta dificultad para ver la utilidad
de largas horas gastadas en la oración sin resultados inmediatos. Ya existen
varias iniciativas importantes que buscan enfrentar y superar este problema más
allá de las divergencias: el proyecto Tu
Palabra es Vida, (Proyecto de formación bíblica para religiosos y
religiosas promovido por la CRB – conferencia de Religiosos de Brasil); el
equipo de espiritualiad del CEBI (Centro Ecuménico de Estudios Bíblicos), la
iniciativa de la CNBB (conferencia Nacional de los Obispos del Brasil) de
valorar los cuatro evangelios y los Hechos de los Apóstoles en preparación del
Jubileo del Nuevo Milenio, etc.
4. La cultura de
nuestros pueblos
En el mito de Tucumán, que
explica a los indios de la región amazónica el origen del mal en el mundo, la
culpa de los males no es la mujer, sino el hombre. En un encuentro bíblico,
alguien preguntó: “¿Por qué no usamos nuestros mitos en vez de los mitos del
pueblo hebreo?” No hubo respuesta. La misma pregunta fue hecha en un curso
bíblico en Bolivia en mayo de 1991. Los participantes, casi todos Aymaras,
preguntaban: “¿Por qué usar sólo la Biblia? ¡Nuestras historias son más
bonitas, menos machistas y más conocidas!” Las religiones de Asia, más antiguas
que la nuestra, hicieron estas mismas preguntas hace varios años. ¿Cuál es el
valor de nuestra historia y de nuestra cultura? ¿Será que ellas no podrían
valer como nuestro Antiguo
Testamento, donde están escondidas las promesas que Dios hizo a nuestros antepasados y donde existe
nuestra ley como “nuestro pedagogo hasta Jesús Cristo” (Ga 3,24)? El evangelio
no vino a eliminar ni sustituir el Antiguo Testamento, pero sí a completarlo y
explicitar todo su significado (Mt 5,17). El Antiguo Testamento del pueblo de
Israel es el canon o norma inspirada que nos ayuda a percibir y a revelar esta
dimensión más profunda de nuestra cultura y nuestra historia, de nuestro Antiguo Testamento. En este
sentido son muy importantes las diferentes iniciativas de lectura indígena,
negra y de género.
5. Necesidad de un
estudio más profundo de la Biblia en América Latina
El camino de las
Comunidades avanza y se profundiza. Poco a poco, del corazón de esta práctica
popular está surgiendo una nueva actitud interpretativa que no es nueva, pero
sí muy antigua. Ella tiene necesidad de ser legitimada tanto a partir de la
Tradición de las iglesias como a partir de la investigación exegética. La
lectura que se hace a partir de los pobres y a partir de la causa de los pobres
tiene sus exigencias propias. En la medida en que se avanza, crece el deseo de
mayor profundización científica. Hay muchos asesores y asesoras populares que
les gustaría tener conocimiento de las lenguas bíblicas; les gustaría conocer
mejor el contexto económico, político, social e ideológico en que nació la
Biblia; les gustaría llevar para dentro de la Biblia las preguntas que hoy
angustian al pueblo en la vivencia de su fe. Escasean los asesores y asesoras
académicos capaces de responder a esta demanda creciente de formación bíblica
de los asesores populares y de qué hacer frente al nuevo problema que se está
creando por causa del inmenso crecimiento del fundamentalismo (mucho más
peligroso que cualquier otro –ismo).
La práctica de la lectura
bíblica hecha en las Comunidades Eclesiales de Base en América Latina, ya
adquirió una cierta repercusión en todas las iglesias, pues está produciendo
discusiones, reacciones y adhesiones en muchos lugares. Esto se vio claramente
en los encuentros Intereclesiales realizados desde los años 70, en el Encuentro
Mundial de la Iglesia Luterana realizado en Curitiba en enero de 10090, en el
Encuentro Mundial de la FEBIC realizado en Bogotá en julio de 1990. Hay muchas
otras señales del interés que existe en otros Continentes por la lectura que se
hace de la Biblia aquí en América Latina. Por todo eso, es importante que se comience
a pensar seriamente en la creación de centros de investigación y de formación
bíblica que se orienten a partir de los problemas reales que sentimos en las
comunidades.
El CEBI, Centro Ecuménico
de Estudios Bíblicos, es un intento que busca responder a esta “Señal de los
Tiempos”. Fundado en 1978, creció y se expandió rápidamente. Ahora existe
organizado en prácticamente todos los Estados de Brasil prestando servicios a
un número cada vez mayor de iglesias. Además de eso, recibe solicitudes de varios
países de América Latina, Africa y Europa para un intercambio de este tipo de
lectura bíblica.
6ª
PARTE
HISTORIAS
PARALELAS QUE SE ILUMINAN MUTUAMENTE PARA LA ALEGRIA DE MUCHOS
En un grupo de amigos
alguien mostró una fotografía donde se veía un hombre de rostro severo, con el
dedo levantado, casi agrediendo al público. Todos quedaron con la idea que se
trataba de una persona inflexible, antipática, que no permitía intimidad. En
ese momento, llegó un joven, vio la fotografía y exclamó: “¡Es mi papá!” Los
otros miraron hacia él y, apuntado a la fotografía, comentaron: “Papá severo
¿eh?” El respondió: “No, no, no, el es muy cariñoso. Mi papá es abogado.
Aquella fotografía fue sacada en el tribunal cuando él denunciaba el crimen de
un hacendado que quería desalojar una familia pobre que estaba viviendo en un
terreno baldío del municipio hacía varios años. Mi papá ganó la causa. ¡Los
pobres no fueron desalojados! Todos miraron de nuevo y dijeron “Que fotografía
simpática” Como por un milagro, él se iluminó y tomó otro aspecto. Aquel rostro
tan severo adquirió los trazos de una gran ternura. Las palabras del hijo
cambiaron todo sin cambiar nada. Las palabras y gestos de Jesús, nacidas de su
experiencia de hijo, sin cambiar una letra, tan ni siquiera una coma, cambiaron
el sentido del Primer Testamento (Mt 5,17-18). El Dios que parecía tan distante
y severo, a tal punto de que el pueblo no tenía coraje de pronunciar su Nombre,
adquirió los trazos de un Padre bondadoso de gran ternura. Lo mismo sucede hoy
en las Comunidades Eclesiales de Base. La experiencia humanizadota de
convivencia comunitaria y de lucha en pro de justicia y de fraternidad genera
una nueva experiencia de Dios y de vida que se transmite a través de la participación
de las personas en los Círculos Bíblicos y encuentros comunitarios y les
comunica un criterio nuevo de interpretación. Aquí está la fuente escondida y
generadora del proceso de la lectura popular de la Biblia en América Latina.
El apóstol Pablo decía: La
letra mata, mas el Espíritu da vida” (2Cor 3,6). Para Paulo, la letra era la historia del pueblo
descrita en el Antiguo Testamento. El Espíritu
era el rumbo que existe dentro de la historia. En el tiempo de Paulo, algunos
judíos se cerraban dentro de su propia historia (letra) y no aceptaban que ella
estuviese orientada a terminar en la Buena Nueva de Dios que Jesús nos reveló
(2 Cor 3,13). Por eso, así afirma Paulo, la letra
ya no les comunica vida. Hoy igualmente, la
letra mata, cuando las personas se cierran en su propio pensamiento y no
quieren percibir que dentro de nuestra historia existe el hilo de oro de la
acción del Espíritu de Dios que nos orienta a la vida plena. La letra mata
cuando reducimos la imagen de dios al tamaño de nuestras ideas y de nuestras
iglesias. Al contrario. La letra desata y revela el Espíritu que comunica vida cuando las personas se abren más allá de
sí mismas, de su propio mundo y de su propia iglesia, y procuran descubrir el
rumbo hacia el cual conduce su historia, su cultura, su iglesia. Ahí, su
horizonte se abre hacia la experiencia siempre renovada de Dios en la vida.
Ahí, la letra de la Biblia se hace para ellas gramática que las ayuda a leer lo
que el Espíritu nos habla a través de nuestra vida y a través de la historia de
nuestros pueblos. Ella ayuda a revitalizar las confesiones religiosas en
búsqueda del Reino de Dios.
La experiencia de Dios, la
imagen de Dios, se transmite no tanto por lo que informamos sobre Dios a través
de las doctrinas que enseñamos, sino mucho más por lo que transmitimos a través
de las actitudes que tomamos. Así, ni siquiera sin hablar de dios, de El somos
un reflejo. Algo se comunica. La imagen de Dios-juez-que-condena
produce gente miedosa. La imagen de Dios-todopoderoso-solo-nuestro
puede producir gente intolerante. La imagen de Dios-ternura-madre-y-padre genera personas acogedoras y solidarias.
La experiencia de Dios se refleja en las relaciones humanas. La Biblia puede
ayudarnos a purificar nuestra imagen de Dios y a humanizar nuestra vida. A lo
largo de sus páginas corre la expresión de una doble experiencia. De un lado,
una experiencia siempre renovada de vida, que lleva a las personas a descubrir
y a criticar las imágenes erradas de Dios. De otro lado, una experiencia
siempre renovada de Dios, que lleva a las personas a descubrir y a criticar
actitudes y leyes religiosas represivas contra la vida. Hasta llegar a Jesús
que es, para nosotros cristianos y cristianas, revelación plena de Dios y del
sentido de la vida. Todo esto está comenzando a nacer como una semilla de
mostaza.
La imagen verdadera de Dios
es ser humano, pues Dios nos hizo a su imagen y semejanza, El nos hizo hombre y
mujer (Gn 1,27). Por eso, la experiencia de Dios verdadero sólo es verdadera
cuando ella genera una relación que humaniza las personas y las hace acogedoras
y solidarias, comprensivas y amigas. Pues, si Dios nos hace humanos, lo que más
honra a Dios y más refleja su imagen es la humanización progresiva de la vida.
Para nosotros, cristianos y cristianas, Jesús es el modelo. El papa León Magno
dice al respecto de El: “Jesús fue tan humano, mas tan humano, como sólo Dios
puede ser humano”. La experiencia siempre renovada de Dios debe generar nuevas
relaciones entre nosotros. La última frase del Antiguo Testamento que hace la
transición al Nuevo Testamento exprime la esperanza mesiánica de todo ser
humano: reconducir el corazón de los padres hacia los hijos y el corazón de los
hijos hacia los padres, para que la tierra no sea destruida (Ml 3,24). Es lo
que la humanidad puede y debe esperar de la acción de nosotros los cristianos
que seguimos la enseñanza de Jesús. Las comunidades buscan ser una respuesta a
este deseo más profundo del corazón humano. Buscar ser, como Jesús, una Buena
Nueva de Dios para todos, sobre todo para los pobres.
(Traducción de Fernando
Torres Millán)