En la Comunidad Aguaruna de Morroyacu, vive una Lupuna gigantesca, es el totem prodector de la comunidad. Entre sus gigantescas raíces habita el chullachaqui, el dios forestal que proteje al bosque y la faunade los depredadores.

Un árbol grande es la madre la lluvia dice el profesor Juep Nampín. El día que desaparezcan los árboles grandes y el bosque, por la tala indiscriminada, ese día la lluvia con su mensaje fecundo y fértil habrá desaparecido. Desaparecida la lluvia también los ríos empezarán a secarse, a morir, por eso el árbol grande es la madre de la lluvia.

Su cosmo está formado por dos realidades; una visible, real, cotidiana; otra invisble, escondida pero tan o más real que la primera. La forma de entrar a ese mundo invisible es el ayahuasca o datem. También el basikua, ambas son bebidas, o el tsaag (tabaco). Ellas forman parte del sistema chamanita que según los científicos, es una ciencia porque tiene una metodoología y una lógica.

En el mundo Aguaruna, los seres humanos tienen dos almas: El iwaji es el alma que se va al cielo después de la muerte; el iiwakni, es el alma que después de la muerte se queda en la tierra en forma de demonio.

El iwanch, es el concepto más complejo pues representa una multiplicidad de fenomenos, puede convertirse en un humanoide, un ave, un venado por eso para los Aguaruna el venado no es comestible; en la comunidades de Ato Mayo también existen una extrecha relación entre las plantas, mitodología y ellos; por ejemplo, sua era una mujer que al morir se convirtió en planta útil, que es tinte, y sirve para decorar su cerámica.
 

Narración Aguaruna

Para los Aguaruna muchos objetos y seres tiene espíritu o alma y estos tienen "gente" (aents) o almas (wakán).

La gente no prepara la chacra como nosotros lo hacemos actualemente. Las mujeres antiguamente sembraban apenas una porción de chacras (seguramente porque antes no empleaban herramienatas de fierro). Es que aveces las yucas maduraban sólo en una parte de la chacra antes que la chacra entera fuese rozada.

Un día un hombre talando árboles en una chacra dijo a su esposa: Si corto este árbol grande puede  caer  sobre la yuca. ¿Lo dejo  o lo corto?... El decidió talarlo, dijo  a su esposa que prepare masato y luego él invitó  a sus familiares para que le ayuden con la tala del árbol grande.

Al día siguiente se pusieron  a cortar el árbol; de repente, las almas de la yuca se levantaron, eran personas, muchas personas, y dijeron: Nosotros vamos a ayudar para que no nos aplaste cuando cae el árbol.

Cuando se levantaron las almas de la yuca, todos los hombres cayeron dormidos.

La gente de la yuca jaló una soga pegada al árbol, mientras las  demás almas lo cortaron con hachas.

Ellos jalaron el árbol en otra dirección para que no aplastara a la yuca sembrada, cuando jalaron así, los viejos cantaron... Hijas, jalen fuerte para que no aplastar a nuestros hijitos. Después de talar el árbol vamos a pelar la cabeza del maquizapa. Otras cantaron así... Está yuca se llama lanzayuca porque tiene una lanza. Aquella yuca es su yuca.

Cuando cayó el árbol la gente de la yuca desapareció los hombres dormidos se despertaron, el dueño de la chacra había oído las canciones de la yuca en su sueño. El conto  a su mujer todos los hombres de las clases de yuca. Por eso sabemos que las yucas tienen almas, tienen gente.