Nuevas salas de cine
Si
se observa la evolución de las salas de cines en Chile, se puede establecer que
en la década de los ochenta, la masificación de los equipos de videos y las
cadenas de arriendo de películas se convirtieron en un elemento fuertemente
competitivo para ellas. Las antiguas salas de cine fueron quedando
progresivamente vacías y varios de sus dueños se vieron obligados a
"bajar la cortina" de la gran entretención para todas las edades.
Con estos antecedentes, no pocos se sorprendieron en la década de los noventa
al ver cómo este mercado parecía estar viviendo una revolución: un aumento
explosivo del número de proyectos que involucraban múltiples salas de cines
con conexión directa a centros comerciales y comida rápida, amplios
estacionamientos y "pop corn" en abundancia. El resultado de esta
iniciativa obviamente fue el éxito, con numeroso público entrando y saliendo
de las salas a todas horas.
¿Cuál crees tú que pueda ser el secreto de este éxito? ¿Moda? Tal vez.
Pero, indudablemente, la clave está en la iniciativa de algunos empresarios que
se atrevieron a probar proyectos de tal naturaleza y que fueron visionarios al
reconocer la conveniencia de contar con múltiples alternativas de películas y
horarios, estacionamientos y centros de comida, todo en el mismo lugar, ofreciéndole
comodidad al cliente.
La clave está, entonces, en ofrecer una combinación apropiada de elementos
que, en su conjunto, se constituyan en un valor para el cliente. En esto
consiste la sinergia,
en potenciar y concertar el máximo de
recursos en función de un objetivo común: la comodidad y satisfacción del
cliente aficionado al cine.