Mundial de atletismo para Chile
Pedro Martínez, ejecutivo de Digeder, comenzó la ardua tarea de crear un plan
organizativo para llevar a cabo en Chile un mundial de atletismo el año 2002.
Para ello, Martínez se puso en contacto con distintos miembros del Comité Olímpico
Internacional, y elaboró un extenso proyecto que incluía todos los detalles
para llevar a cabo los distintos eventos.
Con el apoyo del Comité Olímpico Nacional, Martínez comenzó a reunir a las
personas que lo ayudarían en su proyecto, incorporando a expertos
internacionales en eventos de esta naturaleza como, por ejemplo, a encargados de
la transmisión audiovisual y a dos expertos en marketing.
La infraestructura del país no es la más apropiada para un acontecimiento de
esta naturaleza. Los costos de construcción de nuevas instalaciones se
estimaron en 250 millones de dólares. Entre las edificaciones más importantes
estarían un nuevo estadio en Valparaíso y una villa deportiva en Concepción.
El mayor reto de Martínez y su equipo, entonces, era cómo afrontar el enorme
gasto que representaba un evento de este tipo.
La piedra angular del plan financiero eran los patrocinadores corporativos, pues
aportarían cerca de 40 millones de dólares cada uno. Reunirlos sería muy difícil,
ya que muchas de las empresas que podrían patrocinar el evento estaban
desistiendo debido a la gran suma de dinero que debían comprometer. Otra parte
de este problema era el llamado "marketing de emboscada", donde muchas
empresas basan su publicidad en la realización del evento sin ser
patrocinadores oficiales.
A pesar de todos los inconvenientes, Pedro decidió asesorase legalmente y
continuar con su proyecto.
Responde las siguientes preguntas:
1. ¿De qué manera puede la teoría de la organización de empresas ayudar a
Martínez ha realizar su tarea de manera eficiente?
2. Describe el concepto de sistema abierto en referencia de la tarea de Martínez
y su equipo.