Una catástrofe en el mar. Cálculo aterrador. Los informes de la
compañía White
Star reconocen que es
inmenso el número de víctimas. Desde nueva York llegan las primeras
noticias. La edición 12.641 de El
Globo, un periódico de cuatro páginas dirigido por Pablo
Becerra, informa el 17 de abril de 1912 que el Titanic se ha hundido.
Las publicaciones españolas cuentan el desastre y detallan las“desgarradoras escenas” que se producen ante las oficinas de la White Star Line, “promovidas por personas que tenían deudos a bordo”.
El diario El Día publica ese mismo miércoles informaciones desde París. “Escenas de alegría o dolor, a medida de que se van conociendo los nombres de los pasajeros y tripulantes que se cree han logrado salvarse o se han ahogado, pues nada en firme se sabe hasta ahora”. Párrafo a párrafo se suceden distintos informes producidos en Londres o Berlín que complementan lo que se sabe del suceso y en ocasiones se contradicen.
Este diario editado en Madrid hace un resumen del servicio especial con los “detalles de mayor interés y algunos inéditos”. Escrito en primera persona, desglosa la cantidad de pasajeros que viajaban en el Titanic: 750 en primera clase, 500 en segunda, 1.100 de tercera, y 800 hombres entre tripulación y servidumbre. “Una verdadera ciudad flotante de 3.150 almas”.
Los archimillonarios
Los diarios españoles de la época destacan también los nombres de los pasajeros que viajaban en el trasatlántico. El multimillonario coronel del ejército norteamericanoJohn Jacob Astor y William Thomas Stead fueron reseñados especialmente.El Globo destaca que Stead era “un viajero infatigable”.
El viernes 19 de abril el Heraldo de Madrid utiliza una imagen de Isidor Straus, copropietario de la reconocida tienda por departamentos Macy’s, para ilustrar su portada.
‘El Titanic y sus millonarios’ es el titular de un texto que califica al naufragio como “sublime”. Recuerda cómo los periódicos de Londres “saludaron la aparición del monstruo de las 40.000 toneladas con el título del‘Insumergible’” al zarpar del puerto de Southampton.
También relata cómo “el navío de los multimillonarios, de los reyes del mundo” tenía a bordo “a personas que poseían entre sí más de cien millones de libras esterlinas”. Una inmensa fortuna. Y enumera entre los fallecidos a Benjamin Guggenheim, Harry Widener, Washington Roebling y John Borland Thayer Jr.
Además, el texto firmado por Ramiro de Maeztu desde Londres, destaca que el buque llevaba 10 camellos “para pasear por el puente a los hijos de los multimillonarios”.
Entre los españoles ahogados a consecuencia del naufragio del
Titanic figura don Víctor
Peñasco y su
esposa María
Josefa Pérez Soto, según reseñan los diarios de la época.
“Ambas familias se enteraron de la desgracia de que eran víctimas
por los periódicos”, reseñó El
Imparcial en su
número 16.212.
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La Correspondencia de España (17/04/1912), por ejemplo, muestra en su primera página pequeñas píldoras informativas que en principio anuncian que son 675 las víctimas mortales y varios párrafos después corrige esa versión diciendo que “hasta ahora resultan 875”.
En un apartado bajo el títuloPeligro de los icebergsdescribe cómo estos “enormes bancos de hielo” han producido “en todo tiempo grandes catástrofes marinas, haciendo en esta época sumamente peligrosa la navegación”.
El Imparcial dedica
dos de sus cinco columnas al naufragio. Es el día 18 de abril de
1912. “Mil trescientas víctimas. Varios millonarios ahogados”, se
lee en el titular que comparte espacio con los informes sobre el
eclipse de sol que se vio en España por aquellos días.
El drama de Charles Lindbergh |
Bruno
Richard Hauptmann nació en Kamenz, Alemania, en 1899. De
joven, luchó en la Primera Guerra Mundial. En 1918 regresó a
su pueblo, sólo para encontrar que su país estaba sumido en
la miseria. Por ello, y a consecuencia de la crisis que se
abatió sobre la nación germana tras la firma del Tratado de
Versalles, Hauptmann cometió algunos delitos: robó la casa
de un respetable ciudadano de su pueblo, y después asaltó a
dos mujeres, que llevaban sus raciones de alimentos en
cochecitos de niño. Lo detuvieron y condenaron a cuatro años
de prisión. |