POEMAS
                          DESPERDIGADOS            

                                        Haruko Sam                                                                                                    

Amante silenciosa de una noche,
fina muñeca de marfil antiguo,
cuando mi cuerpo duerma el sueño largo
recuerda al extranjero que te quiso.

Mi alma estará en la sombra, solitaria,
y en la neblina viviré perdido.
Entreabre las ventanas, y tu lámpara
será como una estrella en el camino.

Entonces en las alas de los pájaros
y en el rayo de luz vendrá mi espíritu
a reír en el agua de la fuente
y a encender la mañana de mis hijos.                                                                          De Juan Guzmán Cruchaga. (chileno)

 
 

Amor Callado

Amor callado, que jamás se queja;
amor que, en la discreta madrugada,
sólo acierta a poner, junto a tu reja,
la ilusión de una estrofa perfumada.

Amor de un alma taciturna y vieja;
amor que es como música olvidada,
que tiene azul resignación de oveja,
que lo dá todo y no pide nada.

Amor es eso, amar como te amo,
sin medir tu desdén, sin que un reclamo
haga que el alma de esperanza estalle.

Amor sin arrebatos y sin ruido,
que espera que tu hogar esté dormido
para pasar entonces por tu calle.
 

(Miguel A. Peguero)

 


 
BALADA                                                                                                       

Él pasó con otra;
yo le vi pasar.

Siempre dulce el viento 
y el camino en paz.

¡Y estos ojos míseros
le vieron pasar!

El va amando a otra 
por la tierra en flor.

Ha abierto el espino;
pasa una canción.

¡Y él va amando a otra
por la tierra en flor!

El besó a la otra
a orillas del mar;
resbaló en las olas
la luna de azahar.

¡Y no untó mi sangre
la extensión del mar!

El irá con otra
por la eternidad. 

Habrá cielos dulces.

(Dios quiere callar.)

¡Y él irá con otra
por la eternidad!