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Ad candidum lectorem

Ludouicus Peraza

Grandia Terrigenae trutinantes sensa diserti

      Atria Cecropiae uirginis ampla terunt.

Euolat in Latios hic dum sine remige fontes;

      Asiacos repetit ille uel ille lares.

Ridet Hamadryadum quidam (dum cantat) odores;

      Inflatus buccas intonat ille minas.

Turgidaque intexens uentosae naenia linguae,

      Dat iuuenum uenis lurida poma quidem.

Noster at hic calamo rutilans Hieronymus ample

      Terrea despiciens, astra per alta uolat.

Hic canit astrorum motus superosque meatus,

      Cynthia quo cornu sit dubitanda minus.

Pingit et ingentem curuantem bracchia Cancrum

      Quo surgens Helice, quo Cynosura pede.

Hic inter reliquos speratus nempe labores,

      Spherae soliuagam condidit amplus opem.

Hanc igitur iuuenes Spheram properate senesque

      Sumere, et in placido mox retinere sinu.

Nec manibus tantum teneatis, corde tenaci

      Condite, nam claros haec facit ipsa suos.

                           FIN

de J. Pascual Barea, �la poes�a latina de luis de peraza en la primera mitad del Quinientos�, Actas Congreso Internacional sobre Humanismo y Renacimiento, Universidad de Le�n, Le�n, 1998, vol. 1, pp. 527-535.

Resumen del contenido:

       Luis de Peraza, quien escribi� hacia 1535 la primera Historia de Sevilla conocida, tuvo como maestro a Pedro N��ez Delgado, catedr�tico de lat�n en las escuelas de San Miguel de la catedral. Pertenece por tanto a la tercera generaci�n de poetas y humanistas del Renacimiento hispalense, que vive de lleno el reinado del emperador Carlos.

        Adem�s de unos endecas�labos castellanos en elogio de la catedral, y unos d�metros y�mbicos de un himno latino a San Laureano, compuso un epigrama en diez d�sticos en alabanza de Jer�nimo de Chaves, traductor del Tractado de la sphera de Sacrobosco (Sevilla, 1545). A la edici�n y traducci�n de poema sigue un amplio y variado comentario del mismo. Las expresiones solemnes de tono �pico tomadas de Virgilio, Ovidio, Lucano y Manilio, junto a otras menos relevantes de Marcial, Horacio y Persio; las alusiones mitol�gicas, el l�xico escogido y una serie de recursos f�nicos muy llamativos, confieren al poema un estilo grave, incluso excesivamente pretencioso y oscuro.

        La vida y obra de Peraza constituyen un testimonio de la continuidad de la tradici�n human�stica en torno al colegio de San Miguel en el que se form�, aunque �l mismo ejerciera de preceptor privado en el palacio de los condes de Gelves, otra de las m�s c�lebres academias literarias del Renacimiento hispalense.

Joaqu�n Pascual Barea


Enlaces

Otros poetas latinos del Renacimiento en Sevilla

Iohannes a Sacrobosco

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