EL TIPO SOLITARIO
�SIEMPRE SOLO�
Los hombres y mujeres solitarios no necesitan a nadie m�s que a s� mismos. No les afecta la multitud enloquecedora y no sienten el imperativo de complacer e impresionar. Se caracterizan por prescindir de las emociones que entretienen a tantos otros. Sin embargo, lo que pierden en sentimiento e intimidad lo ganan en claridad de visi�n. Abandonados a sus propios recursos, los antrop�logos, naturalistas, matem�ticos, cient�ficos, cineastas y escritores solitarios pueden descubrir y registrar los hechos de nuestra existencia que las pasiones muchas veces nos impiden ver.


LAS CINCO CARACTER�STICAS
Los cinco rasgos y conductas siguientes denotan la presencia del tipo solitario de personalidad. El individuo con una marcada tendencia solitaria exhibir� m�s conductas de las que se mencionan a continuaci�n, y m�s intensamente, que alguien que posea menos rasgos de este estilo en su perfil de la personalidad.

SOLEDAD. Tienen muy poca necesidad de compa��a y se sienten m�s c�modos cuando est�n solos.

INDEPENDENCIA. Son aut�nomos y no requieren de la interacci�n con los dem�s para disfrutar de sus propias experiencias o para salir adelante en la vida.

SANGRE FR�A. Tienen un temperamento ecu�nime, sereno, desapasionado y no sentimental.

TRANQUILIDAD SEXUAL. No se dejan llevar por apetencias de �ndole sexual. Disfrutan de la relaci�n sexual, pero no sufren cuando no la tienen.

LOS PIES SOBRE LA TIERRA. No los conmueven ni las alabanzas ni las cr�ticas y asumen su propia conducta.


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LOS SEIS DOMINIOS DE LA PERSONALIDAD SOLITARIA
Para los de este temperamento, los dominios del yo y de las emociones son fundamentales. Para los moderadamente solitarios, que poseen una personalidad mixta, cualquiera de estos dos territorios puede ejercer una influencia m�s poderosa que los otros. En los que son decididamente solitarios, el yo y las emociones se funden para conformar el car�cter solitario.

EL YO: EL SANTUARIO INTERIOR
Los solitarios son independientes. Ellos mismos son sus compa�eros de m�s confianza, de quienes obtienen lo que necesitan para vivir. No requieren de nadie que los gu�e, los admire, les brinde apoyo moral, los entretenga ni comparta sus experiencias. Aunque lleguen a casarse o establecer una relaci�n de pareja, en el fondo del coraz�n siguen solos, y encuentran el mayor placer y libertad en su propio interior.

Su deseo de soledad no es una reacci�n aparente ni una manera de evitar algo o a alguien. Los sensibles, por ejemplo, a menudo evitan a los dem�s porque no pueden ser ellos mismos cuando est�n rodeados de otras personas. Algunos idiosincr�sicos se alejan de la sociedad porque no pueden acatar las convenciones sociales. Los solitarios, en cambio, prefieren su propia compa��a; les gusta estar solos. Por cierto, no necesitan que nadie les refuerce su autoestima ni los rescate del aburrimiento, pues no se cansan de su soledad.

LAS EMOCIONES: EL LENGUAJE DESAPASIONADO
Los solitarios no experimentan emociones tan intensas como los dem�s habitantes de la Tierra. Son imperturbables y no sienten la necesidad de una relaci�n verdaderamente estrecha. Sin embargo, los que poseen moderadamente este temperamento quiz� se sientan frustrados por esa incapacidad suya para conectarse con alguien en el plano de los sentimientos profundos.

Pero esto no quiere decir que por fuerza tengan que ser desdichados, siempre y cuando los dem�s no les exijan m�s de lo que pueden dar. La gente vive presion�ndolos para que expresen sus sentimientos, como si ellos los estuvieran ocultando (como ocurre con algunos concienzudos). Pero muchos solitarios que no complementen su personalidad con otros rasgos suelen tener un caudal emotivo verdaderamente peque�o. Ellos no hablan el lenguaje del coraz�n, que ya de por s� es bastante dif�cil de entender para muchos.

EL OBSERVADOR �Y AMANTE- DESAPASIONADO
Los solitarios son, en resumidas cuentas, desapasionados. En cierto modo, eso los vuelve m�s ricos. No descuellan en el campo del sentir, pero s� en el de observar y hacer. Como no experimentan esa apasionada necesidad de otro que a menudo nos nubla la mente, son capaces de ponerse a un lado y observar las cosas raras que hace la gente. Como tampoco se enfrascan en enso�aciones sentimentales, pueden estudiar el mundo que les rodea con una lucidez y claridad sorprendentes. Los solitarios de talento pueden llegar a ser poetas, cient�ficos e intelectuales sumamente creativos, aunque ermita�os.

EL AUTODOMINIO: PROTECCI�N CONTRA LOS EXCESOS
Es dif�cil que un solitario se sienta tentado a excederse en la satisfacci�n de sus instintos viscerales. Los impulsos y placeres de la carne son producto de la emoci�n espont�nea, que no es el atributo predominante en ellos. Si en su personalidad no hay tambi�n rasgos competitivos, impulsivos o de b�squeda del placer (que corresponden al temperamento teatral o al c�modo), o si no experimentan con drogas que los ayuden a relacionarse pero que tambi�n producen dependencia, la misma naturaleza de estas personas es la que los protege contra los excesos de la pasi�n humana.

Tambi�n es probable que descubran dentro de s� una despreocupaci�n por el dolor, no s�lo por la pasi�n.
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