EJERCICIO 8. Haga un esfuerzo por relajarse. Todos los d�as, dedique por lo menos quince minutos a no hacer absolutamente nada, salvo distenderse. Recurra al ejercicio 1 que se da para los concienzudos y al 1 de los vigilantes. M�mese. Piense en el lujo que es poder relajar la tensi�n.
EJERCICIO 9. Combata la culpa. Cada vez que se sienta mal por pasar un momento agradable, d�gase: �Es un PLACER sentirse bien. �Por qu� me preocupo? TENGO DERECHO a esto�.
EJERCICIO 10. Acepte el placer; comparta la diversi�n. Cuando est� con otras personas, siempre se esfuerza por hacerlas felices, pero eso no es compartir. Luche contra el impulso de dar placer sin pedir nada a cambio. Vaya y si�ntese en el sill�n m�s c�modo en vez de reservarlo para un invitado. Puede combinar este ejercicio con el anterior y aprender a relajarse y disfrutar de las caricias que su compa�ero le haga en la espalda, por ejemplo. Tambi�n puede combinarlo con el primero y el segundo. Por ejemplo, piense en las cosas que le gustar�a que su compa�ero hiciera por usted en el plano sexual, y tenga la valent�a de expresarlo abiertamente. Quiz� crea que est� siendo �ego�sta� por el hecho de proponerse recibir, pero la mayor�a de las personas goza con el hecho de brindar placer al otro, como ya lo deber�a saber. Si su compa�ero NO DISFRUTA dando de s�, vuelva al ejercicio 6 y preg�ntese qu� beneficio est� obteniendo usted de la relaci�n. Otras dos posibilidades ser�an que pruebe los ejercicios 2 y 6 que se dan para el fiel. El caso que se relata a continuaci�n revela los extraordinarios �xitos y los secretos fracasos de una mujer fuera de lo com�n. Su tendencia sacrificada linda con el trastorno autoderrotista de la personalidad. Se trata de alguien que ha llevado una vida muy dif�cil y nunca pudo alcanzar la felicidad de formar una familia. Pero todo el que lo desea puede cambiar, aunque ya no sea joven.
