SUBIRSE AL PEDESTAL

Los fieles nunca se cansan de su pareja, a la que idealizan y colocan en un pedestal (junto con la mayor�a de las personas importantes de su vida). No la bajan nunca del trono pues necesitan que las cosas sean as�; entonces, el lugar que ellos ocupan en el mundo se siente como algo seguro y c�modo. Les gusta hacer participar a su pareja en todos los aspectos de su vida, y le piden consejos sobre toda las cosas. ��Te gusta este vestido?�, ��Qu� te parece? �Compro bonos o acciones?�, �Tengo que elegir el papel nuevo para este cuarto, �no me acompa�as, as� me das tu opini�n?�

A menudo esta idealizaci�n del compa�ero es m�s sutil, especialmente en quienes tienen una personalidad m�s compleja.




LA TENSI�N

Los problemas que pueden aquejar a la pareja son motivo de una profunda tensi�n para la persona fiel, sufrimiento s�lo superado por la separaci�n misma. Quienes tienen esta personalidad se sienten responsables de las cosas que van mal en la pareja. Quiz� dediquen m�s tiempo y esfuerzos que otros a preocuparse por la fidelidad de sus c�nyuges. Y cuando se preocupan por la relaci�n, muchas veces les hacen falta muchas noticias tranquilizadoras. La manera que tienen de enfrentarse a estos problemas es hacerse cargo de que las cosas mejoren; entonces se proponen complacer. Lamentablemente, esto muchas veces s�lo consigue complicar las cosas. El c�nyuge quiz� ya sienta fastidio con la sumisi�n y falta de iniciativa del fiel, y lo que necesite ahora sea una demostraci�n de fortaleza. Pero cuando los fieles se sienten amenazados, exageran m�s sus rasgos. Cuando se les hacen preguntas tales como: ��Qu� quieres comer?�, responden: �Lo que t� quieras me viene bien�.

El final de la relaci�n, ya sea porque la pareja se separa o por muerte del c�nyuge, los fieles lo viven como si fuera el fin del mundo. No saben estar solos. Y a veces un individuo s�lo descubre hasta qu� punto tiene rasgos fieles cuando le toca enfrentarse a tan dolorosa situaci�n. A menudo, los c�nyuges de personas fieles encuentran satisfacci�n en ser el responsable de la familia. Pero cuando les falta la otra persona, los fieles pueden llegar a descubrir por primera vez que no est�n preparados para tomar decisiones ni tienen iniciativa propia para enfrentarse a la vida.

Frente a la p�rdida del compa�ero, los fieles reaccionan llenando cuanto antes el vac�o. Algunos saltan de una relaci�n a otra porque son incapaces de estar ni siquiera unos meses solos. Esta tendencia es un claro indicio de este tipo de personalidad. No obstante, la capacidad de establecer nuevas relaciones es un punto a favor. Otros (los vigilantes y los sensibles, por ejemplo), para sobreponerse al dolor se alejan de toda oportunidad de volver a amar.




LA PAREJA DEL FIEL

No son melindrosos y son capaces de gustar a personas de cualquier estilo. Tienen una habilidad especial para averiguar lo que alguien necesita, y luego procur�rselo. Sin embargo, no cualquier relaci�n afectiva les viene bien. Como, en mayor o menor medida, son seres sumisos y dejan que el otro tome las decisiones importantes, deben tener cuidado con los c�nyuges que padezcan trastornos tales como el s�dico o el antisocial, porque se aprovechar�an de �l y posiblemente le har�an da�o. La persona que mejor armoniza con un fiel bien puede ser un concienzudo, pues a �l le gusta tomar las riendas y hacer lo que corresponde. Alguien que tenga una dosis moderada de estilo vigilante tambi�n preferir� tomar las riendas y sabr� apreciar las atenciones que le brinda el fiel. Los de estilo vigilante requieren primero un gran despliegue de fidelidad, pero eso no es problema para un individuo fiel. La uni�n entre un agresivo y un fiel es habitual y tiene probabilidades de ir bien, en la medida en que ninguno de los dos tipos sea extremo y que el c�nyuge agresivo se abstenga de aprovecharse de la sumisi�n del otro.

Los seguros de s� mismos aceptan gustosos las atenciones que les prodigan los fieles. Sin embargo, estas uniones pueden ser problem�ticas para una persona de tipo excesivamente fiel, porque el seguro de s� no es capaz de brindarle el apoyo y la seguridad que necesita. Los c�modos y los fieles tienen una resistencia natural a tomar las riendas de algo, lo cual es causa de inestabilidad en una reacci�n. Los teatrales precisan que se les brinde demasiada seguridad como para que puedan ofrecer la tranquilidad emocional que requiere el fiel; el tipo de personalidad sensible es a�n m�s similar y no puede brindar una gran fortaleza como para que el fiel se apoye en ella. Los vivaces, si bien permiten que el fiel satisfaga muchas de sus necesidades, son demasiado variables y eso dificulta la relaci�n.

Por �ltimo, aunque pueda parecer obvio que dos personas fieles no pueden apoyarse la una en la otra, lo cierto es que son comunes las parejas que comparten este tipo. Cuando ninguno de los dos muestra una tendencia excesiva, cada uno se apoya en el otro en distintos aspectos, tal vez uno dentro del hogar y el otro afuera.




EL PROGENITOR FIEL

Pocos padres hay m�s abnegados que ellos, sobre todo cuando sus hijos son peque�os. Son delicadamente sensibles a las necesidades y sentimientos del ni�o y le brindan todas las atenciones sin quejarse jam�s. De hecho, satisfacen tan bien la necesidad de dependencia del ni�o, que deben tener cuidado para no protegerlo en exceso ni mantener la dependencia cuando empieza a independizarse. En todo momento deber�an tratar de que el hijo aprendiera a valorar lo gratificante que es ser independiente. En general, los padres que son moderadamente fieles se entregan f�cilmente a sus hijos, y �stos les recuerdan siempre con un gran cari�o.
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